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Con cuatro actos por el Día de la Lealtad, el FdT confirmó su dispersión

La CGT se movilizó este lunes para festejar el Día de la Lealtad

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La CGT completó la ronda de actos y marchas del oficialismo por el Día de la Lealtad. Desde el sábado 16 al lunes 18 de octubre, fueron cuatro eventos protagonizados por actores que forman parte del Frente de Todos. Incluida en uno, el sábado en la ex Esma, Cristina Fernández de Kirchner. Alberto Fernández, en cambio, optó correrse de los festejos. Si bien convocó a la celebración silvestre del domingo, a último momento decidió no sumarse al acto de Plaza de Mayo. Los cuestionamientos por izquierda de Hebe de Bonafini lo terminaron de persuadir. 

“Siempre se junta con los ricos, pero no nos escucha”, le dedicó el domingo la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. No fue la única voz crítica contra el presidente que se escuchó en la Plaza. “El FdT se está repensando. Me hubiera gustado que Alberto hablara para representar una síntesis”, se quejó el Secretario General de ATE Capital Daniel Catalano. El dirigente gremial fue uno de los que exigió el no pago de la deuda externa contraída por Mauricio Macri al FMI. 

Desde La Rosada, la única que le respondió a Bonafini fue la nueva portavoz presidencial, Gabriela Cerruti. “Cuando se hacen movilizaciones y hay diferentes discursos nos parece razonable que cada uno exprese hacia donde quiere profundizar”, intentó desdramatizar la exdiputada. Algunos albertistas, sin embargo, lamentaban que el cristinismo no haya podido (o querido) contener el malestar ideológico de la volcánica madre de Plaza de Mayo. 

Si bien las declaraciones de Hebe de Bonafini coparon la agenda del domingo, en la marcha estuvieron las distintas tribus de la coalición de gobierno: el gobernador Axel Kicillof; más el canciller Santiago Cafiero y los intendentes del PJ, con el ahora jefe de gabinete bonaerense Martín Insaurralde a la cabeza. Esa amplitud buscó darle una sensación de unidad a la celebración del domingo. 

Pero lo cierto es que la armonía del oficialismo representa un trabajo forzado, en el que los matices y las diferencias se evidencian de forma recurrente. El piñón de las PASO aceleró ese internismo. La conmemoración del 17 de octubre de 1945 fue otra mojón que explicitó ese clima. 

“Hay mucha lógica de hacer campamentos aislados. Tendríamos que haber logrado unificar los cuatro actos el domingo, con Alberto y Cristina. Si en plena campaña vos mostrás que estás de pie, que te bancás la convocatoria, estás dando un mensaje. El acto de ayer fue para zafar ”, afirma un diputado que marchó el domingo. En el frente oficialista todavía reina el desconcierto y las desconfianzas cruzadas.

La sucesión de actos por el Día de la Lealtad comenzó el sábado en Berisso. Un colectivo de mujeres sindicalistas reclamó lugares protagónicos en la próxima conducción de la CGT. La reunificación de la Central se concretará el 11 de noviembre, tres días antes de las elecciones legislativas. Ese día se designará un nuevo consejo directivo. Si bien la negocación no está cerrada, al frente de la CGT quedaría un triunvirato compuesto por Héctor Daer, Pablo Moyano y Antonio Caló.

“Tienen que adaptarse a los nuevos tiempos”, coincidieron las mujeres sindicalistas el sábado en Berisso. Estuvieron representantes del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona), de la CGT y de la CTA. El lema del acto fue “Es con nosotras”.

El mismo día, Cristina Kirchner encabezó el Encuentro Nacional de Jóvenes de La Cámpora, en la exEsma. “El peronismo, le pese a quien le pese, sigue hoy más vigente que nunca”, aseguró la vicepresidenta, en el arranque de su discurso. 

Este lunes la CGT sumó el cuarto eslabón de la lealtad, con una movilización autónoma. Fue una demostración de su poder de fuego, dentro de la familia ensamblada del FdT. Sin oradores, el acto consistió en la acumulación de grupos de manifestantes en la avenida Paseo Colón al 800. Desde el escenario se leyó un documento cuyo eje fue “el trabajo y la producción”. 

La novedad de la marcha sindical fue la participación del Movimiento Evita y los trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Los movimientos sociales aspiran a tener una silla en el próximo consejo directivo de la CGT, pese a que el estatuto del organismo sólo permite la inclusión de asociaciones con personería gremial.

Hace una semana, el jefe del gremio de Alimentación, Rodolfo Daer, les cerraba las puertas con ese argumento leguleyo a las orgas. “Los estatutos son muy claros y es para trabajadores organizados dentro de rama de actividad”, se resistió a la incorporación del Evita y la UTEP. 

El empalme de este lunes, sin embargo, abre una perspectiva rumbo al 11 de noviembre. “Tanto la CGT como las organizaciones están pensando en el postkirchnerismo. La Central le va a dar el manejo de un observatorio de la pobreza, sin voz ni voto en las decisiones importantes ”, pronostica con cierto sarcasmo un dirigente gremial. El politólogo, investigador y autor del libro “Historia del Movimiento Evita”, Francisco Longa, opina que no será sencilla la convivencia entre la CGT y las organizaciones. “La UTEP tiene un millón de afiliados. Ningún gremio en la CGT cuenta con ese volúmen. Por eso tanta resistencia sindical. Pero a la vez la realidad socioeconómica se impone y la CGT ya no puede negar el sol ”, comenta Longa. El resultado de las PASO apuró los plazos y la intensidad de las discusiones en el humor general del frentetodismo.

AF

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