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El “orden” que quiere Cristina: mejorar la comunicación y salir a defender la gestión pública en campaña

Cristina Kirchner, a la cabeza del acto en la isla Maciel, que compartió con el presidente Fernández, Massa, Kicillof y los candidatos del Frente de  Todos.

Mauricio Caminos

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“Alberto, tranquilo. Poné orden donde tengas que poner orden, no te pongas nervioso, no te enojes y metele para adelante”. La frase que Cristina Kirchner le dedicó a Alberto Fernández en la isla Maciel buscó enfocar al Gobierno y cerrar filas en el frente interno en plena campaña, luego del escándalo por la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez en lo más duro de la cuarentena.

Tras el pedido de disculpas públicas del Presidente en dos oportunidades desde que se conociera la imagen del festejo en la quinta de Olivos, la voz de la vicepresidenta era la única que faltaba en el Frente de Todos. Por eso el acto en Avellaneda se cargó de tensión durante el fin de semana largo, aunque la presencia de la ex mandataria ya estaba marcada en la agenda.

En los últimos días, Cristina maduró su discurso a partir de su propia experiencia: pocas veces desde que está en el poder dejó entrever hechos de su vida privada, siguiendo una “disciplina oriental”, como calificaron desde el Instituto Patria. “Ella es implacable en relación a su vida privada, hace un culto del lugar y responsabilidad que ocupa. Obvio que esta situación le es incómoda y la considera ajena a su esfera normal”, interpretó la misma fuente. Esa metodología casi zen podría explicar el pedido explícito de Cristina al jefe de Estado a partir de su alusión a la tranquilidad: “Alberto te pido que no te enojes ni te pongas nervioso porque cuando uno es Presidente los errores, las fallas, las equivocaciones se magnifican en el caso de los gobiernos populares y se exacerban para irritar, indignar, mientas se ha ocultado descarada y ostensiblemente la entrega de un país y el endeudamiento sin límites”.

'Ella es implacable en relación a su vida privada, hace un culto del lugar y responsabilidad que ocupa. Obvio que esta situación le es incómoda a y la considera ajena a su esfera normal', dijeron en el Instituto Patria.

La ex presidenta reforzó aún más la línea trazada ya por Oscar Parrilli, senador y uno de los pocos de su círculo de confianza que habló en los medios: “Hay que hacer un llamado de atención a los que están al lado del Presidente para no cometer estos errores”, había dicho apenas estalló la polémica.

Es que uno de los puntales del mensaje cristinista a la Casa Rosada es la comunicación oficial, como se quejó el diputado Leopoldo Moreau, también cercano a la ex mandataria, y a quien ella mencionó en el acto de la isla Maciel en uno de sus pasajes. “El Gobierno tiene que poner más énfasis en la comunicación política”, aseguró el dirigente legislador en una entrevista televisiva el lunes por la noche. “Es legítimo que el Gobierno le dé a conocer a la sociedad lo que se está realizando, infinidad de programas, de todo tipo, pero no se conocen. Ahí hay una falla que hay que asumir como tal, porque ahí es donde se está librando una batalla cultural en la mente de la sociedad”, agregó en la pantalla de C5N.

De hecho la propia Cristina ponderó la comunicación de La Cámpora, que en Twitter posteó una foto que muestra a la cúpula de Cambiemos con la entonces directora del FMI, Christine Lagarde en la Residencia de Olivos. “Me gustó el tuit de La Cámpora, el de la cena del endeudamiento. Fue una cena de 45 mil millones de dólares”, expresó este martes, en continuidad con la chicana que ya había lanzado la semana pasada desde Lomas de Zamora, cuando agradeció a la agrupación liderada por su hijo Máximo Kirchner por cuestionar una imagen que difundió el PJ sobre la victoria de las primarias en 2019 y donde ella no aparecía: “Si no hay memoria hay riesgo de volver a equivocarse”.

Las palabras de Cristina Kirchner llegaron al filo de la prohibición -que comienza este 18 de agosto- de que el Gobierno y los Ejecutivos de los distintos distritos realicen actos públicos 'susceptibles de promover la captación del sufragio'.

Las palabras de Cristina Kirchner llegaron al filo de la prohibición -que comienza este 18 de agosto- de que el Gobierno y los Ejecutivos de los distintos distritos realicen actos públicos “susceptibles de promover la captación del sufragio” antes de las primarias, previstas para el 12 de septiembre. 

Enviado el mensaje de ordenamiento puertas adentro, la agenda más próxima de la vicepresidenta se enfocará en su rol en la Cámara alta, que aún no sesionó en agosto por falta de acuerdo con la oposición. Uno de los debates pendientes es el de la ley para limitar las tasas de interés por mora, que ya tiene dictamen aunque no fue acompañado por Juntos por el Cambio. Y otra de las iniciativas que podría llegar al recinto en los próximos días sería el de una nueva ley de hidrocarburos.

Por el lado de la campaña, en el Frente de Todos esperan barajar y dar de nuevo para apuntalar la gestión como eje de campaña. “La búsqueda es dar una vuelta la página a esa situación. Nosotros vamos a estar defendiendo las políticas que tomamos en estos años”, adelantó un precandidato a diputado por la provincia de Buenos Aires sobre la estrategia en las próximas semanas antes de la veda electoral. 

MC/WC

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