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JxC, en alerta por la victoria de Milei

Bullrich arma una foto con Larreta para evitar la fuga de sus votos

Larreta y Bullrich, el domingo, en el búnker compartido de Juntos por el Cambio.

Mauricio Caminos

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Con la obsesión de recuperar para la oposición el terreno perdido en las PASO y lograr el objetivo de lograr entrar en el balotaje contra Javier Milei, Patricia Bullrich arma para este miércoles una primera foto de unidad con Horacio Rodríguez Larreta. Juntos por el Cambio necesita esa postal de la paz, porque a la exministra no le sobra nada: ella sola sacó casi menos de la mitad de votos que el libertario, y en tándem con el alcalde porteño no llegaron a los 29 puntos. 

En votos nominales la performance es más dramática: la diferencia entre Milei y Bullrich fue de unos 3 millones, aunque entre ambas fuerzas la distancia se acorta a 418 mil. Para empeorar el cuadro, el sello cambiemita perdió 1,5 millones de los votos que recogió Mauricio Macri en las PASO 2019. El expresidente recuperó luego 2 millones de sufragios principalmente entre los ausentes a las primarias: es el nicho al que va a apuntar la exfuncionaria, como ya contó elDiarioAR.

Los detalles del encuentro Bullrich-Larreta están en reserva por ahora, pero ocurrirán luego de que el jefe de Gobierno encabece una nueva reunión de su gabinete de la Ciudad, como todos los miércoles por la mañana. El ahora excandidato se dedicó en las últimas horas a lamer la heridas de su dura derrota: ayer tuvo reunión con Gerardo Morales, quien fue su compañero de fórmula, y Diego Santilli, su también fracasado postulante en la provincia de Buenos Aires. Además, “pasó tiempo con su familia”, recogió elDiarioAR en su entorno. Hoy mantenía reuniones de trabajo con sus equipos. 

Sin tiempo que perder ante una elección que está a la vuelta de la esquina –las generales son el 22 de octubre–, Bullrich se mantuvo mucho más activa para comenzar a tejer su campaña. Ayer se reunió con su mesa chica para comenzar a definir la estrategia electoral y este martes mantuvo un desayuno con Néstor Grindetti, su postulante a gobernador bonaerense, y referentes de JxC del conurbano. 

El populoso cordón que rodea a la Capital Federal será un punto en el mapa clave para recoger voluntades. El retroceso de la oposición fue allí notable, dejándole terreno libre para que Milei quedara segundo en el bastión peronista. JxC sólo ganó las elecciones en Vicente López y San Isidro, aunque también gobierna en Tres de Febrero, San Miguel y Lanús, el mismísimo distrito de Grindetti. El desayuno de Bullrich fue en un bar de Carapachay con Soledad Martínez, delfín de Jorge Macri en su terruño, y Ramón Lanús, quien ganó las PASO en el histórico bastión de la familia Posse.

Larreta, cerca pero lejos

En el bullrichismo hay un convencimiento de que los votos que recogió Larreta no van a migrar a otros espacios. “Milei no va a crecer”, fustigó un confesor de Bullrich en las últimas horas, convencido de que si bien la interna descarnada con Larreta los perjudicó –lo admitió la propia candidata en televisión–, superada las PASO el discurso opositor se va a unificar. “A muchos de nuestros votantes no les importan las primarias o están de viaje por esta fecha”, se intentó complacer la fuente consultada, siendo la oposición justamente la fuerza que de manera más competitiva siempre usó las internas.

“Son votos disciplinados”, aseguró un diputado que trabaja de cerca con la exministra. Entendió que el porcentaje que sumó Larreta tal vez no sean en su mayoría “amarillos puros”, pero que corresponderían al universo cambiemita, a partir de la alianza interna que hizo el alcalde con la UCR más orgánica y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Esa tesis no contempla que el sorpresivo avance de Milei fue que mordió apoyos de los dos lados de la grieta. ¿Por qué no podría seguir haciéndoles daño?

El dilema que tiene ahora Bullrich con Larreta es en qué medida lo suma a su armado, intentando hacer equilibrio para que no la desperfile. Ella dijo en LN+ que la discusión interna fue en torno a “la nitidez del cambio”. Entre las dos tribus hubo claras diferencias sobre cómo aplicar políticas en caso de llegar al Gobierno, incluso con fuertes acusaciones cruzadas. 

Por ahora, Bullrich lo necesita cerca, pero a una distancia prudente. Por eso rechaza la idea de tener que hacer público una promesa de que integraría a Larreta a su potencial gabinete, un lugar en el que podría aprovechar sus atributos técnicos. 

“Horacio es un gestor. Hubiera sido un gran presidente, pero fue un yunque como candidato”, reconoció a elDiarioAR un operador que conoce al detalle los movimientos del jefe de gobierno. La metáfora no pudo ser más elocuente: todas las internas a las que apostó Larreta perdieron, siendo la más resonada la de Santilli con Grindetti. 

Igualmente, en el larretismo ya pusieron condiciones. “En unas PASO tenés que ganar la candidatura y en la general los planteos se tienen que enriquecer. No cambiar del todo, pero tienen que aparecer nuevos matices porque el objetivo electoral es otro y es lo que le va a pasar a Patricia de ahora en adelante”, le marcó Diego Valenzuela, quien fue jefe de campaña larretista en Buenos Aires, en declaraciones a Radio 10. “No va a alcanzar con disputar el voto hacia el lado de Milei”, avisó.

MC/MG

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