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El mapa oficial

Fernández, el regreso de la mesa chica con Massa y Máximo y el teléfono rojo con Cristina

Alberto Fernández, Wado De Pedro, Máximo Kirchner y Axel Kicillof

Pablo Ibáñez

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Dos cumbres en 48 horas y un teléfono tan activo como en otros tiempos pero sin las bilaterales de cada semana que eran habituales. Luego de la pausa de enero -mes que Cristina Kirchner pasó casi enteramente en el sur-, Alberto Fernández retomó en febrero una dinámica política que la comezón de diciembre había llevado a un punto crítico.

Al mediodía, este jueves, Alberto Fernández llegó a Casa Rosada casi en simultáneo que Sergio Massa, el jefe de la Cámara de Diputados, al que hacía tiempo no se veía por Balcarce 50. El presidente había recorrido el laboratorio Richmond en Pilar y entró a su despacho pasada las 13.30. Ya estaba Massa. Se sumaron, luego, Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” De Pedro. El despacho de Cafiero está a diez pasos del de Fernández, separado por dos puertas.

Luego de las tensiones de fines del 2020, el diálogo entre Fernández y Fernández de Kirchner entró en una nueva etapa: frecuente, sistematizado y menos estridente pero, todavía, remoto. En modo pandemia, en DISPO.

Desde hacía meses, no se juntaba esa mesa chica que funcionó -a veces ampliada con intendentes y otros ministros- buena parte del 2020 como tribunal de alzada para acordar agenda y resolver disputas de la galaxia del Frente de Todos (FdT), aunque en la analogía judicial la instancia última, la Corte del frentodismo es el mano a mano entre Fernández y su vice.

El encuentro coincidió con otro proceso: luego de un diciembre incendiario, que aportó una foto fría el 10 de diciembre en la ESMA y discursos calientes el 18 en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata, el diálogo entre los compañeros de fórmulas entró en una nueva etapa: frecuente, sistematizado y menos estridente pero, todavía, remoto. En modo pandemia, en DISPO.

En Olivos y en Rosada, aun cautos, ponen pulgares para arriba en el vínculo, un status que nunca es definitivo ni carece de chispazos.

Los ruidos son, operativos y políticos, aparecen en varios frentes: el proceso de licitación de la Hidrovía y el destino de los varios capítulos de la reforma judicial que esperan tratamiento en Diputados figuran en el menú de los desencuentros. Flota, en paralelo, el tironeo sobre la suspensión o no de las PASO y la definición sobre las jefaturas en el PJ, tanto el nacional como el bonaerense.

Fernández encabezará irá a presidir el PJ: "Wado" se llevó el mandato de hablar con Alberto Rodríguez Saá, el puntano que presentó una candidatura alternativa, con Milagro Sala como vice.

El martes hubo, en Olivos, otra cumbre ampliada convocada por ese motivo: Fernández, siempre escoltado por Cafiero, reunió a los ministros Eduardo “Wado” De Pedro y Agustín Rossi, y al gobernador del Chaco Jorge “Coqui” Capitanich, para dibujar un mapa de acuerdos sobre el PJ nacional. “Wado” se llevó el mandato de hablar con Alberto Rodríguez Saá, el puntano que presentó una candidatura alternativa con Milagro Sala como vice. “Queremos que arregle y confiamos que hay voluntad. Pero sino, quedará afuera”, apuntó un funcionario nacional.

El cierre de listas es el 16 de febrero, último día del fin de semana de carnaval. Hasta ahora solo hay una certeza: Fernández encabezará la boleta para presidir el PJ, un tema que en los intereses del presidente debería pasar con el menor ruido posible. “¿A quien le importa, salvo nosotros, una discusión por el peronismo?”, brama un dirigente que frecuenta Olivos.

Fernández, Cafiero y “Wado” se repitieron en las dos cumbres que tuvieron un punto en común: qué ocurrirá con las PASO. El presidente escucha la demanda de los gobernadores del PJ, La Cámpora tiene disidencias y pone en duda la utilidad de una suspensión y Massa trata de hacer equilibrio sobre un cable de acero enjabonado.

Del almuerzo de Olivos, salió una menú triple: la suspensión por única vez, la postergación del calendario electoral para que la PASO pase de agosto a septiembre y la general de octubre a noviembre, o la fusión de ambas elecciones en una sola fecha. Las tres variables requieren una ley, no se puede hacer por decreto -por ser temas electorales- y por eso, requiere de un acuerdo con al menos un sector de la oposición. “Wado”, Cafiero y Massa harán sondeos entre gobernadores y jefes políticos para ver qué margen hay para un acuerdo.

En el almuerzo y su sobremesa, que duró casi tres horas, se repasaron otros asuntos: Fernández dio detalles de cómo avanzará el plan de vacunación y qué stock de vacunas tendrá disponible el gobierno durante las próximas semanas. Contó detalles y comidillas de las charlas con Vladimir Putin y la trabajosa negociación con China para conseguir vacunas de Sinopharm.

Apareció, además, otro asunto inevitable: la preocupación por los precios que además de la convocatoria a una mesa de empresarios y gremios, podría incluir un paquete de medidas impositivas destinadas a amortiguar el efecto de la inflación. Luego del almuerzo de los cinco, Martín Guzmán entró a Casa Rosada a ver con Cafiero.

La urgencia sanitaria se enreda, en la agenda de Fernández, con otros asuntos mundanos como la jefatura del PJ o qué hacer con las PASO, asuntos inevitables en un año electoral y que, como contó elDiarioAR aparece en el cajón de arena del oficialismo.

PI

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