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El 2023 ya llegó

Guiño de Massa, encuesta y clamor: Kicillof se pone en modo reelección

Axel Kicillof durante una actividad en un jardín de infantes bonaerense.

Pablo Ibáñez

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El detalle es tan sutil, o tan equívoco, que hay que decodificarlo. Como si Sergio Massa supiese que lo van a entender los que él quiere que lo entiendan pero que para el resto, para los observadores casuales, es una storie más, simpática e inocente. Ocurrió en Instagram y fue una respuesta del trigrense a un saludo de cumpleaños que le hizo Axel Kicillof, a la que Massa, respondió con la frase: “Pum, pim, pam, vos sabés como sigue, Gracias Axel”.

¿Cómo sigue? El diputado citó el estribillo del jingle de la campaña axelista en 2019: “Pim pum para la provincia Axel gobernador”. En la sobreinterpretación peronista, con un Massa que juega simultáneas, apareció como un guiño a la pretensión de Kicillof de consolidarse como candidato del Frente de Todos (FdT) a la reelección en la provincia de Buenos Aires, un movimiento con varias derivaciones: sale del ruido presidencial, donde avisa que no quiere competir, a la vez que intenta bajar la espuma a los sacudones que hay en el frentodismo bonaerense.

Kicillof hizo, en diciembre pasado, con escala visibilidad un despliegue explícito de ese deseo: el 9 de diciembre lanzó el “6 por 6”, un plan de seis años que, en la práctica, supone su propia reelección porque plantea una programa de largo aliento para “reconstruir y transformar” la provincia luego de “seis años de crisis, cuatro del macrismo y dos de la pandemia”, según su planteo.

El guiño de Massa, sometido a los vaivenes y las relecturas, aparece en un contexto donde Kicillof parece recuperar un lugar central en el cajón de arena de Cristina de Kirchner, que acomoda las piezas en un sentido defensivo y de repliegue sobre la provincia de Buenos Aires. Aunque lo incomoda la tensión explícita entre los Fernández, y no pone en duda su alineamiento a la jefatura de Cristina, Kicillof pareció indirectamente beneficiado por esa crisis porque volvió a estar en el centro de operaciones de la vice. De hecho, ofició de vocero para hacer objeciones a la política económica, cuestionó a Martín Guzmán y hasta tiró una frase envenenada a Fernández en una actividad junto a Hebe de Bonafini.

En la pelea con el presidente, Máximo Kirchner, asentado en la provincia, recompuso su vínculo con Kicillof que en la pública era gélido y en lo privado de recelos mutuos. Esta semana, compartieron la foto del FdT bonaerense que tiene como principal característica la ausencia absoluta de todo aquello que huela mínimamente a Alberto Fernández.

Hace un mes, Kicillof hizo una ronda de consulta con los intendentes del conurbano para sondear sobre el clima social. La descripción general, según contaron a su lado a elDIarioAR, fue la de un panorama difícil por la inflación y con un elemento incierto: los sectores más vulnerables están “contenidos” pero el abanico de los sectores medios, de los más frágiles a los de la franja intermedia, aparece huérfano ante una economía que crece más lenta que la inflación, y que no tienen en general ni dinámica ni método para recibir asistencia. A una parte de ese universo fue, en teoría, el bono a sectores informales y monotributistas.

Así como escucha diagnóstico, Kicillof repite una letanía: su gestión en la provincia necesita de otro mandato, el “6 por 6”, sugerencia que incomoda a algunos alcaldes pero suma, por otro lado, de jefes con territorio. Uno de ellos fue Leo Nardini, ministro de Obra Pública bonaerense, pero alcalde con licencia de Malvinas Argentinas, que habló de “seis años por delante de la mano de Axel como gobernador” mientras que Mario Ishii, de José C. Paz, recurrió a la misma poesía de estos seis años que vienen”. En el lenguaje de señas que suele usar peronismo de los territorios, son movimientos que Kicillof anota en la cuenta de los respaldos y clamores por su reelección. En la cuenta de apoyos, los armadores de Kicillof ponen también a la UOM de Abel Furlán, con quien el gobernador se mostró en dos ocasiones el último mes.

Hay un tercer elemento, que es de insumo ultra reservado, y tiene que ver con una medición que solo trascendió en un circuito muy acotado de funcionarios y dirigentes bonaerenses, y aporta datos sobre distintos potenciales candidatos a la gobernación. El sondeo consulta sobre a quién votaría como postulante a la gobernación dentro del Frente de Todos y aparecen cuatro figuras: Kicillof, Martín Insaurralde, Julián Domínguez y Victoria Tolosa Paz. Un 12% elige otras opciones, el 11% recurre al NS/NC mientras que las elecciones positivas muestran a Kicillof con 54%, seguido por Tolosa Paz con 13%, Insaurralde 7% y Domínguez con 3%.

En la lógica del entorno de Kicillof, la encuesta muestra lo que consideran una obviedad: que de la oferta del FdT es la figura más competitiva y que, por eso, más allá de posicionamientos y ensambles, Cristina lo sostiene como la primera opción para el 2023 en la provincia. Eso esconde, así mismo, una eventual debilidad: lo puede convertir también en el más competitivo para una presidencial, donde sin embargo se despliega Eduardo “Wado” De Pedro como oferta del kirchnerismo puro.

PI

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