Lorena Villaverde renunció al Senado y seguirá como diputada tras denunciar “violencia mediática”
La diputada nacional y senadora electa por Río Negro, Lorena Villaverde, decidió finalmente no asumir la banca en la Cámara Alta y presentó su renuncia mediante una carta dirigida al presidente Javier Milei, fechada el 3 de diciembre. La parlamentaria hizo pública la decisión en sus redes sociales, donde afirmó haber sido víctima de “violencia mediática” y operaciones destinadas, según dijo, a desgastarla políticamente.
En la misiva, Villaverde sostuvo que, en las últimas semanas, enfrentó “operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas” que no respondían a desacuerdos políticos, sino a “una violencia calculada contra una mujer, una madre y una dirigente que incomoda a la vieja política”. Argumentó que su renuncia se basa en motivos personales y familiares y subrayó que sus hijos están “antes que cualquier cargo”, porque “ninguna ambición política vale más que su bienestar”.
La legisladora consideró que insistir en asumir su banca “sería convalidar el daño y poner en riesgo” a su familia. También atribuyó el clima político a sectores del “viejo régimen” que, dijo, intentaron usar su situación personal “como herramienta para frenar las reformas, obstaculizar la conformación del bloque oficialista en el Senado y desgastar el proyecto de cambio”.
“No voy a ser parte de esa maniobra. No me van a usar como pieza para detener el rumbo que millones de argentinos eligieron”, afirmó.
A Villaverde se la vincula con “Fred” Machado, el empresario acusado de narcotráfico y lavado de dinero. Pero además arrastra una detención en Estados Unidos por tenencia de medio kilo de cocaína y una denuncia por una venta irregular de tierras en Las Grutas.
La renuncia a la banca del Senado reavivó el debate sobre qué ocurrirá con su cargo en la Cámara Baja. Villaverde había presentado su renuncia como diputada días atrás, pero la retiró el último miércoles. En el comunicado difundido en X para anunciar su salida del Senado, no hizo referencia a la Cámara de Diputados, por lo que, por ahora, continuaría en funciones.
“Yo no me involucré en este proyecto por un asiento, ni por una dieta, ni por honores personales. Entré porque creo en la libertad, en el mérito, en el trabajo duro y en su liderazgo”, escribió, reforzando su apoyo al Gobierno pese a apartarse de la banca en la Cámara Alta.
“Solo renuncio a ser usada como herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos”, enfatizó.
La renuncia de Villaverde se produjo luego de que su incorporación al Senado quedara frenada por la oposición, que exigió volver a revisar sus antecedentes. La semana pasada, la legisladora no pudo jurar su banca: su título fue devuelto a la Comisión de Asuntos Constitucionales tras la presión de bloques contrarios al Gobierno.
La situación generó incomodidad dentro de La Libertad Avanza, especialmente en la bancada de senadores que conduce Patricia Bullrich, y dejó a Villaverde sin respaldo pleno de la cúpula oficialista.
En paralelo, volvió al centro del debate público su historial judicial en Estados Unidos. Según documentación oficial citada por distintos medios, la dirigente fue detenida y condenada por narcotráfico en ese país, aunque luego obtuvo la nulidad de la sentencia y un nuevo juicio, y logró ser excarcelada antes de regresar a la Argentina.
Quién ocuparía la banca
Tras la renuncia, el lugar en el Senado sería ocupado por Enzo Fullone, segundo en la lista libertaria por Río Negro y exfuncionario de la Dirección Nacional de Vialidad de la provincia.
Villaverde cerró su carta asegurando que da este paso “con la serenidad de quien sabe quién es” y con la convicción de que su salida evita “beneficiar a quienes quieren ver caer este proceso de transformación”.
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