Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Almuerzo del Cicyp

Caputo justifica por qué no acumula más reservas frente a un empresariado dividido entre apoyos y cierres

Caputo ante el Cicyp.

Alejandro Rebossio

0

El ministro de Economía, Luis Caputo, llegó este miércoles al Alvear Palace Hotel a almorzar con centenares de empresarios reunidos por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), que integra a seis entidades de cúpula, la Unión Industrial (UIA), la Cámara de Comercio (CAC), la de la Construcción (Camarco), la Sociedad Rural (SRA), la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) y la Bolsa porteña. Además de enviar un mensaje optimista por la reducción de la inflación, la eliminación del déficit fiscal y la reciente victoria electoral que le permite ilusionarse con reformas liberalizadoras en el Congreso, intentó justificar por qué, pese a lo que reclaman el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los economistas más ortodoxos, no acumula reservas. Compra, pero las usa para cancelar deudas.

Después de prometer un pronto “acuerdo de libre comercio” con EE.UU., pese a que se trata sólo de un pacto para eliminar algunas barreras, Caputo se refirió a la crítica que está recibiendo por no sumar activos en el Banco Central. “Si no compran US$9,000 millones en 24 horas, Argentina entra en un problema... nos dicen. Es un poco agotador. La acumulación depende de no seguir cancelando deuda. Pagamos intereses, pero para el capital parece que vamos a tener acceso a finaciamiento y entones va a ser mas fácil acumular reservas”, explicó.

“La urgencia de comprar ya no es tal”, insistió. “Cómo vamos a comprar? Vamos a tener en cuenta el aumento de la demanda de dinero y la profundidad del mercado cambiario. Vamos a seguir con la banda cambiaria, no vamos a ir a la libre flotación, no querramos correr más rápido de lo que podemos. Si comprás dólares, debés esterilizar los pesos que emitís para comprarlos y para eso no queremos volver a crear una bola de letras (deuda del Central). Si aumenta la demanda de dinero, no tiene costo esterilizar. Como en 2026 la base monetaria crecería 25%, podríamos comprar US$7.000 millones sin tener que esterilizar”, precisó Caputo.

“Tienen que entrar dólares y lo probable es que entren más por la cuenta capital, en un país que estuvo antes sin inversiones y sin acceso al mercados de capitales”, evaluó Caputo. Es decir, que lleguen inversiones y el Estado y las empresas tomen deuda, antes que lograr superávit de la balanza comercial de bienes y servicios.

Pero antes de tomar deuda en el mercado, Caputo contó que bancos internacionales le ofrecieron un préstamo de entre US$6/7.000 millones“. ”Veremos cuánto tomamos“, aclaró. Lo necesita para afrontar vencimientos de capital e intereses de bonos el mes próximo.

“En los próximos meses y semanas preveo una fuerte baja del riesgo país”, pronosticó. Lo necesita para colocar deuda en los mercados. Cree que la clave pasa por que el Congreso apruebe su presupuesto, las reformas laboral y tributaria y la ley de presunción de inocencia fiscal, que reduce los controles del Estado a los aumentos patrimoniales de los contribuyentes.

Quedan muchas preguntas por hacer: si efectivamente se aprobarán esas leyes, si entonces descenderá el riesgo país y entonces se refinanciará deuda en el mercado y, al final del día, si alcanzará con acumular US$7.000 millones en 2026, como promete Caputo. Entre los comensales estaba el consultor Daniel Marx, que opinó que depende de cuánto se refinancia en el regreso de la Argentina a los mercados internacionales de deuda después de ocho años.

elDiarioAR también consultó a otros economistas por fuera del almuerzo, aquellos incluidos en los rankings de los que más aciertan relevados por el Central y la firma FocusEconomics. “US$7.000 millones puede alcanzar”, opina Orlando Ferreres. “Esto significa que podría tener un tipo más alto de cambio. Hoy la paridad teórica de equilibrio de la cuenta corriente del sector externo (balanza comercial de bienes y servicios) está en $1.750 por dólar. Salvo que Caputo tenga información de que la cuenta de capital tenga un superávit importante y que manteniendo el tipo de cambio oficial cerca de la banda alta le alcance”, calcula Ferreres.

“Argentina tiene vencimientos netos por compromisos externos por aproximadamente US$13.000 millones”; calcula José Francisco Ara Portentoso, de EMFI Group. “Si toman de los bancos US$7.000 millones, cubrirían todos los vencimientos de bonos para 2026 y el mercado estaría más tranquilo, siempre y cuando no sean usados para intervenir. Luego si a eso se suman US$7.000 millones más por remonetización, luce muy optimista pero aseguraría todos los vencimientos para 2026”, agrega Ara Portentoso.

El consultor Hernán Hirsch opina que acumular US$7.000 millones “ayuda, pero no alcanza”. “Debería existir el compromiso de adquirir, al menos, el monto necesario para el pago de los intereses de deuda. Eso sería algo más de US$8.000 millones. Ese debería ser el piso”, añade Hirsch.

Crisis industrial

Caputo también se refirió sin nombrarla a la crisis de las industrias, entre cierres y despidos. Rechazó defenderla con una devaluación del peso “porque implica salarios bajos” ni con “sobreprotección porque trae productos caros y malos”. Dijo que “la mejor política industrial es la estabilidad económica”.

El presidente de la UIA, Martín Rappallini, estaba presente y le reconoció a la prensa que el orden macro es importante. Su par de la construcción, Gustavo Weiss, sumó su apoyo, auguró que no se vuelva al pasado de inflación y emisión monetaria sin control, pero aclaró que la estabilidad es “condición necesaria pero no suficiente”. Rappallini destacó que las reformas laboral y tributaria son parte de una política industrial, aunque admitió que el gobierno de Milei no aplica una receta específica para la industria como EE UU, China, Japón, la Unión Europea, India, Brasil o México.

El jefe de la Rural, Nicolás Pino, le preguntó en público a Caputo sobre la necesidad de mejorar la infraestructura, desde rutas y trenes de carga hasta la idrovia del Paraná. El ministro prometió que a fines de mes se lanza la licitación de la idrovia y que en mayo estaría concedida. También para dentro de seis meses quedaría concesionada una red vial de 9.000 kilómetros de rutas. El problema son los otros 31.000 kilómetros de caminos que quedarán sin concesionar, advirtió Weiss. La duda es quién los reparará y con qué fondos. A su vez, para fines de diciembre se prevé la licitación del ferrocarril Belgrano Cargas, que une al norte con la capital, aunque admitió que quizás se demore hasta febrero con el argumento de que despertó “mucho interés”.

AR/MG

Etiquetas
stats