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Jefe de Gabinete Presencia demorada

Nicolás Posse todavía no fue al Congreso a cumplir su deber constitucional e iría recién a fin de mes

Nicolás Posse, jefe de Gabinete del gobierno de Javier Milei.

Juan José Domínguez

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Nicolás Posse cumplirá la semana que viene cuatro meses en el cargo de jefe de Gabinete sin haber cumplido la obligación constitucional de concurrir una vez por mes a una de las cámaras del Congreso a brindar su informe sobre la marcha de la gestión y responder preguntas de los legisladores.

El año parlamentario va de marzo a noviembre; por lo tanto, los jefes de Gabinete deben concurrir al menos nueve veces al Congreso (un mes a Diputados y el siguiente al Senado y así, sucesivamente). Posee debería haber presentado el informe por escrito y debería haber concurrido al recinto del Senado en marzo pero no hizo ninguna de las dos cosas.

De acuerdo con el registro público, Santiago Cafiero es el jefe de Gabinete que más tiempo demoró en presentar su primer informe al Congreso desde la asunción presidencial (en este caso, la de Alberto Fernández): 191 días. La demora se atribuye a la pandemia de COVID-19, como consecuencia de la cual regían en aquel momento restricciones a las reuniones de personas. El que menos demoró fue Alberto Fernández: 31 días desde la asunción de Néstor Kirchner. Si Posse no llegara a presentarse en abril, habrán pasado 143 días y quedará así como el segundo que más tardó, después de Cafiero, pero ahora sin pandemia.

Hace dos semanas, elDiarioAR publicó que el funcionario tenía previsto concurrir en abril y que se encontraba preparando el informe escrito. Ahora, desde la Jefatura de Gabinete hicieron saber que trabajan para que el ministro coordinador asista al Palacio Legislativo hacia finales de este mes para brindar su primer informe de gestión.

En la noche del miércoles, el vocero presidencial, Manuel Adorni, lo hizo público: “Durante los últimos días del mes de abril el Jefe de Gabinete de Ministros Nicolás Posse concurrirá al Senado de la Nación a brindar el informe sobre la marcha del gobierno según estipula la Constitución Nacional en su artículo 101”, publicó en su cuenta de Twitter (X).

Posse, al que prácticamente no se le conoce la voz en público, deberá responder más de 1.200 preguntas relativas a diversos temas, incluso a las figuritas del álbum de fútbol de la Copa América 2024, para rendir cuentas sobre el rumbo de la gestión libertaria.

La visita de Posse a la Cámara de Senadores estará marcada incluso por su participación activa en las negociaciones con gobernadores y bloques legislativos para reactivar la ley Bases, o ley ómnibus, y tras el rechazo del mega-DNU

Las presentaciones de los jefes de Gabinete en el Parlamento responden a la exigencia establecida en el artículo 101 de la Constitución, que determina que el titular de ministros deberá “concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno”.

Fue el diputado de la Unión Cívica Radical Julio Cobos quien en febrero presentó un proyecto para solicitar la presencia de Posse en el Congreso. “El 10 de diciembre asumió el presidente Javier Milei. Sin embargo, al día de la fecha su jefe de gabinete, Nicolás Posse, ha evitado dar declaraciones públicas. Informar sobre la marcha del gobierno es un deber republicano establecido constitucionalmente”, planteó el mendocino.

El rol de Posse y su participación en la negociación por la ley ómnibus

A pesar de su bajo perfil, el jefe de ministros trabaja en las sombras con un gran despliegue de poder a fin de dar garantía a los principales objetivos del Gobierno. Entre quienes lo frecuentan cuentan que “tiene 80 mil quilombos por día a los que se les suman otros 80 mil más por minuto”.

A diferencia de otros en su rol, relegó la tarea de vocero en el titular de la cartera de Interior, Guillermo Francos, y se encargan estrictamente de avanzar en el ambicioso plan de desregulación de la economía.

Posse se jacta de haber pasado la motosierra en profundidad en su “raviol” y saca chapa de que la Jefatura de Gabinete de Ministros se transformó en el área que aplicó mayores recortes.

Tanto es así que tras la salida de Armando Guibert, la Secretaría de Transformación del Estado y Función Pública se disolvió y su función fue absorbida por dos secretarias existentes.

El funcionario forma parte del segundo círculo de extrema confianza del jefe de Estado, a quien conoce desde tiempos de Corporación América, detrás del asesor y estratega Santiago Caputo y la propia Karina Milei.

Con el 17 de abril como horizonte para enviar el nuevo proyecto de ley ómnibus con intenciones de ser tratado el 24 en el recinto, el jefe de Gabinete forma parte de los funcionarios que acuerdan con los actores en búsqueda de apoyos.

En la nueva etapa abierta con los gobernadores, y en un cambio sustancial luego de las primeras negociaciones por la iniciativa, Posse sumó minutos y estrechó vínculos con los mandatarios provinciales, impulsando así su figura y resaltando su perfil político.

De esta forma, enumeró ante los gobernadores de todos los colores, en una reunión que encabezó en Casa Rosada el 10 de marzo, los ejes que el Gobierno no estaba dispuesto a negociar camino al Pacto de Mayo.

A pesar de las críticas de los representantes de las provincias, allegados a Posse aseguran que el funcionario guarda especial confianza en los tiempos programados y por sobre todo en los acuerdos estrechados.

JJD con información de NA

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