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La agenda oficial

Cristina y Massa ponen en pausa legislativa los temas judiciales

Alberto Fernández / Cristina Kirchner / Sergio Massa

Pablo Ibáñez

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“En el Congreso, si tenés los números, tenés la razón”. Un veterano senador, entrenado en ganar y perder batallas, usa la frase para sintetizar, desde lo operativo, porqué el paquete judicial del Frente de Todos (FdT) está quieto.

Sin los votos necesarios, tres expedientes sensibles del menú del oficialismo no tienen, aquí y ahora, destino: en ese pack están la reforma judicial que envió Alberto Fernández, los cambios en el Ministerio Público y el pliego de Daniel Rafecas como Procurador. Son tres carpetas que depende de la dinámica legislativa.

En un Zoom de senadores y organismos de DDHH la senadora cristinista María de los Angeles Sacnun dijo que debería haber más impulso del Ministerio de Justicia para impulsar las reformas judiciales.

La cuarta pata de ese paquete en el Ejecutivo y no tiene, tampoco, agenda inmediata: se trata del proyecto para crear un tribunal intermedio, previo a la Corte, una de las ideas que propuso, con disidencias, el Comité de Expertos. El presidente abrazó esa alternativa, pero no definió ni los plazos ni la velocidad de esa iniciativa, según confiaron fuentes oficiales a elDiarioAR.

El panorama actual es que todo el paquete judicial está en zona gris. Cristina Kirchner, que llegó a Buenos Aires el fin de semana, no ve temario para enero en la agenda del Senado. Una opción es saltar directamente a la sesión preparatoria, a fines de febrero, y retomar la agenda en marzo. Hay, sin embargo, dos temas a resolver: pliegos de jueces que iban a tratarse a fines de diciembre y se dejaron en stand by por la sesión del IVE, y la aprobación de embajadores políticos.

El interrogante mayor, así y todo, apunta a Daniel Rafecas, el juez federal al que Fernández propuso como Procurador y cuya designación flota, hace meses, en un mar espeso. Ahí se anudan al menos tres inconvenientes.

Uno lo marcan con firmeza en el entorno de la vice: el proceso de selección no puede ser virtual. Se estima que la audiencia pública, para escuchar apoyos y objeciones, aun siendo rápida demandaría una semana y que la misma tiene que ser con Rafecas y los senadores in situ. ¿Cómo hacerlo en medio de la pandemia y con sesiones remotas?

En el Senado circula una propuesta, todavía en borrador: que en el plan de vacunación se incluya a los legisladores para que la sesión pueda ser presencial y, de ese modo, se baje el riesgo de contagio. Las duda de avanzar con esta idea son las posibles críticas por priorizar a los senadores y relegar a otros argentinos y argentinas.

El otro punto tiene doble derivación: el Frente de Todos (FdT) aprobó en el Senado una reforma del Ministerio Público que, entre otras cuestiones, modifica el número para la elección del Procurador al bajarlo de 2/3 a mayoría absoluta, es decir la mitad más un voto del total de bancas: es decir, 37 votos.

Es una encrucijada. Esa reforma pasó a Diputados donde Massa avisa que no hay número para tratarla. En la cámara baja, el FdT construyó acuerdos frágiles y eventuales para llegar a los imprescindibles 129 votos del quórum, desde una base de 117 diputados. Logró el respaldo de un bloque silvestre donde están José Luis Ramón pero para el broche final necesita un acuerdo con los cordobeses que comanda Juan Schiaretti o, más esquivos, el lavagnismo.

Esa una matemática volátil que todavía no está sobre la mesa. De hecho, Diputados planea una sesión para la semana próxima con temas de “consenso”: sustentablilidad de la deuda, que pasó sin problemas por Senado, y la extensión de biocombustibles, tema que el Ejecutivo agregará por decreto al temario de sesiones extraordinarias.

En Senado, a pesar de la falta de número en Diputados, esperan que el proyecto avance. “Si hay decisión política de todo el espacio, y el gobierno se pone al frente, los votos se consiguen. Es una cuestión de determinación política: ¿queremos avanzar con una reforma o no?”, le dijo a este diario un legislador de vínculo directo con la vice.

El martes, en un Zoom entre senadores y organismos de DDHH, un reclamo recurrente para pedir que avancen los proyectos de reforma. María de los Angeles Sacnun, una senadora considerada cristinista, defendió lo hecho por el Senado y deslizó que debería haber más impulso por parte del ministerio de Justicia que comanda la albertista Marcela Losardo.

Aunque es un criterio repetido entre legisladores del FdT, en Diputados entienden que el problema principal es que no están los votos. “No tenemos número ni para la reforma judicial ni para la del Ministerio Público. Podríamos sacar dictamen muy ajustado pero en el recinto nos faltan 5 o 6 votos y los bloques que nos pueden dar esos votos están muy lejos”, apuntó un diputado involucrado en la agenda judicial, que opera en sintonía con Máximo Kirchner.

Hay un dato adicional: Pablo González, que irá como presidente de YPF, preside la comisión de Asuntos Constitucionales y ese movimiento puede, en el primer tirón, complicar el procedimiento. La lectura, con todos esos datos sobre la mesa, es que parecen fuera de la agenda de las extraordinarias.

Con Rafecas se da la doble paradoja: si no hay reforma en Diputados, tampoco están los 2/3 en el Senado para la aprobación de su pliego, a pesar de la idea que circuló de sectores de Juntos por el Cambio (JxC) de que estarían dispuesto a apoyar. Lo que está claro, y Luis Naidenoff, el jefe del interbloque, lo planteó por escrito, es que el pliego del Procurador se debe tratar de manera presencial.

No se despejó, a su vez, otra variable: si Rafecas está dispuesto a ser electo eventualmente con el sistema nuevo, es decir mayoría absoluta. Expresó, en su momento, un rechazo a esa posibilidad.

“No podemos elegir a un Procurador con un sistema y a los 3 meses, cambiarlo”, apuntó una fuente legislativa involucrada en el diseño fino de esa reforma.

PI

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