Análisis

El podio de vínculos de Fernández: un premier “peronista” y el europeo preferido

- Yo voy a esperar a ver si me hago peronista.

Antonio Costa escuchó un relato de Alberto Fernández sobre el PJ, el péndulo ideológico, las diferencias entre Juan Perón y Eva Perón, los vaivenes del peronismo. Un mapeo histórico que describió los matices y tensiones que enfrenta su Gobierno que tiene, como continuidad peronista, sus furias internas. Pero, claro, nada se dijo -ni se preguntó- sobre los ruidos domésticos del FdT.

Antes se habló de fado, la música típica de Lisboa que Costa comparó con los tangos por sus “lamentos”; de Jorge Luis Borges y de Astor Piazzolla. Sucedió durante un almuerzo amigable en la planta baja del Palacio Sao Bento, con róbalo como menú y el clásico vino verde portugués. Hubo, eso sí, un rasgo extravagante: cada comensal se sentó en un cubículo, un blindex preventivo, que lo aisló de los demás.

Así fue, también, la bilateral en la que Costa le trasmitió a Fernández que su gobierno apoyará la posición argentina en la renegociación con el FMI. El portugués porta una medalla que seduce al argentino: en 2015, asumió en medio de una crisis social y económica, que domó con un plan heterodoxo que desoyó las imposiciones del Fondo.

Un faro, además, para Martín Guzmán, el ministro de Economía al que Fernández señala como el ordenador de la cuestión económica, un blindaje político que esconde, veladamente, una advertencia: Guzmán es economista, no dirigente, y como tal puede cometer errores luego navega en asuntos que no son suyos.

El lunes, más temprano, Guzmán se reunió entre las 10.22 y las 11.10 con el ministro de Finanzas, Joao Leao y completó un circuito de respaldos de nivel ministerial que Fernández debe, ahora, cosechar en el plan presidencial. Lo reforzará este martes con Pedro Sánchez, el presidente español, al que considera un socio y buscará lo mismo, el miércoles, en París con Emmanuel Macron, al que en el entorno de Fernández sindican como preferido en el trato personal.

“La mejor relación la tiene con Macron: hablan mucho, se entienden, es por la música, hablan de libros”, cuenta un integrante del staff presidencial, el lunes en el lobby del hotel Eurostars Museum, frente al río Tajo, sobre la rivera de Lisboa al cierre de la primera escala de la gira. En paralelo, o a raíz de ese buen vínculo presidencial, el canciller Felipe Solá entabló una relación fluida con su par francés, Jean-Yves Le Drian.  

“Hay que entender que es una costura fina, punto por punto. Ahora Macron está muy enfocado en el tema interno por las elecciones entonces hay que dejar que maneje sus tiempos”, apunta la fuente ante elDiarioAR.

Refiere a Macron pero vale, además, para Sánchez cuyo gobierno viene de un duro golpe electoral en Madrid con la victoria, muy holgada, de Isabel Ayuso del PP.

Fernández pasará raudo por Madrid: estará muy temprano en el Palacio de la Zarzuela para verse con el Rey y luego, al mediodía, estará con Sánchez en la Moncloa. Si el argentino se espeja en Costa por la salida de la crisis y el pulseo con el FMI, también podría reflejarse en Sánchez porque Madrid, donde el PP gobierna hace tiempo, puede mirarse como se ve a CABA.

A ese Madrid llegó este lunes, a la tarde, Fernández y fue recibido al pie del avión por Ricardo Alfonsín que será, además, el anfitrión. A diferencia de los demás destinos, en España, Fernández se alojará en la residencia del gobernador, en el barrio de Chamberrí.

El gobierno da por hecho que España apoya, por la relación histórica y la empatía política, a favor de la posición de Argentina. Así y todo, no estaba previsto en la ronda original -se incluyó sobre el final junto a Portugal- y, en un plano más grueso, se entiende que la posición española está más débil por la situación interna.

Zoom y vacunas

Otra pieza clave en el ajedrez europeo es Angela Merkel. Fernández sondeó cuando definió el itinerario hacer una visita a Alemania, pero por la pandemia le sugirieron dejarlo para más adelante, según indicador a elDiarioAR fuentes oficiales. De todos modos, está previsto que la semana que viene, al regreso de la gira presencial, el presidente haga un Zoom con la canciller alemana.

En las poco más de 24 horas que pasó en Portugal, Fernández dio señales de respaldo a Martín Guzmán y reposicionó a Felipe Solá en el frente internacional. Tuvo, además, una aproximación al manejo de la pandemia y se encontró con Costa en una queja común: el reproche a la empresa AstraZeneca por haber prometido vacunas que no entregó. El premier portugués fue muy crítico y Fernández lo acompañó.

“Hablé con el presidente (Manuel Andrés) López Obrador que me dijo que antes de fin de mes estarían llegando los primeros lotes”, detalló. Portugal recibió, hasta ahora, menos de 3,5 millones de vacunas, lo que representa un tercio de sus 10,2 millones de habitantes pero suma 840 mil contagiados y casi 17 mil muertos. Lisboa tuvo un pico crítico en enero, pero ahora acumula unos 300 casos por día. El domingo informó un solo fallecido nuevo.

La ciudad que hace dos primaveras era la meca del turismo europeo ahora, aun con el Covid muy bajo, luce como desierta. No hay confinamiento, no hay veda para circular pero los bares y restos cierran a las 22. A la medianoche, las calles están vacías. “La gente no sale. Nunca se prohibió circular, siempre fue una recomendación”, comentó Rodolfo Gil, el embajador argentino en Lisboa, de larga historia en el PJ que remó la candidatura presidencial de Roberto Lavagna.

“Salga a caminar es la ciudad más segura de Europa”, invita un mozo cuando lo consultan sobre la inseguridad. Atiende una fonta a 200 metros del hotel donde se alojó la comitiva presidencial que padece la ausencia de turistas.

PI