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La relación con Estados Unidos

Preocupación por China e interés por el litio: qué significa la visita de la generala Richardson a Milei

La jefa del Comando Sur, Laura Richardson, de visita en la Argentina por tercer año consecutivo.

Mauricio Caminos

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Luego de las recientes visitas del secretario de Estado nortemaricano, Antony Blinken, y del jefe de la CIA, William Burns, está en la Argentina la jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson, la principal militar estadounidense que vela por los intereses del Pentágono sobre Latinoamérica. Las tres visitas del más alto rango en la política exterior y de seguridad de Joe Biden en apenas un mes revelan las nuevas “relaciones carnales” del gobierno de Javier Milei

La llegada de Richardson tiene como trasfondo el intento denodado de Estados Unidos de limitar la presencia de China en el país, en el marco de la disputa global que Washington mantiene con Beijing. En ese sentido es que la Argentina mileísta se volvió por demás atractiva para la Casa Blanca: por un lado, hay un especial interés por los importantes recursos de litio en el norte; por otro, una preocupación explícita por la influencia china, tanto en la estación aeroespacial que funciona en Neuquén como en sus inversiones en un puerto multipropósito en Ushuaia.

Richardson arribó anoche a Buenos Aires, una fecha simbólica porque coincidió con el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. La generala permanecerá en el país tres días, en los que se reunirá con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro de Defensa, Luis Petri, y el General de Brigada Xavier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. La expectativa es que haya un encuentro con el presidente Milei, aunque tanto en el Gobierno como en la embajada de Estados Unidos evitaron confirmarlo. 

La militar norteamericana también viajará a Tierra del Fuego, supo elDiarioAR, donde está en construcción una nueva base naval integral para dar asistencia a la Antártida, pero cuya ubicación es estratégica a nivel geopolítico. Richardson además encabezará en Buenos Aires la donación de un avión de transporte Hércules C-130H a la Fuerza Aérea, justo cuando el Gobierno firmó con Dinamarca la compra de aviones F-16 ya en desuso. Y participará en un panel de discusión sobre “la integración de las mujeres en misiones de paz, defensa y seguridad”. 

“Estamos comprometidos a trabajar estrechamente con Argentina para que nuestros esfuerzos colaborativos de seguridad beneficien a nuestros ciudadanos, nuestros países y nuestro hemisferio de manera duradera y positiva. Estoy feliz de volver a Argentina y aprender más sobre este hermoso país”, planteó Richardson en un comunicado oficial transmitido por la embajada de Estados Unidos. La militar norteamericana ya había estado en el país en 2022, cuando llegó a reunirse con Cristina Fernández Kirchner en el Senado, y también en 2023.

Preocupaciones e intereses de Estados Unidos

La visita de Richardson tuvo en la previa un cruce polémico entre las embajadas de Estados Unidos y de China en el país. “Me sorprende que la Argentina permita que Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén”, lanzó el embajador Marc Stanley el lunes sobre la Estación de Espacio Lejano, ubicada en Bajada del Agrio. En la diplomacia china contestaron el mismo día que la base es “estrictamente científica”.

La construcción del observatorio espacial fue aprobada durante la gestión de Cristina Kirchner en 2014 y ratificada por una mayoría legislativa en el Congreso. Cuando asumió Mauricio Macri se firmó con el gigante asiático una adenda en la que se especifica que la única utilización de esa base es civil y científica. El acuerdo de cooperación entre ambos países –que ratificó la gestión de Cambiemos– tiene vigencia hasta 2064, con beneficios impositivos inclusive. 

“Se implementará exclusivamente con miras al uso civil en el campo de la ciencia y la tecnología, y la información resultante de sus investigaciones de ninguna manera podrá ser utilizada con propósitos militares”, reza el artículo 2 del protocolo adicional que se firmó durante el macrismo, y que tuvo al frente de las tratativas al entonces embajador argentino en el país asiático, Diego Guelar, que confirmó las negociaciones a este medio. Ayer trascendió en Infobae que el Gobierno analiza pedir una inspección técnica de la base espacial china.

Stanley acusó que las actividades de la base son “secretas”: “Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”, declaró en La Nación. En la misma entrevista, el embajador defendió que ingenieros contratados por el Ejército de Estados Unidos realicen asesoramiento técnico en la Hidrovía Paraná-Paraguay. En el vecino país sí existe una base militar norteamericana. 

En medio de esa polémica, Richardson tenía previstó inaugurar en Neuquén un centro de operaciones de emergencia. Ubicado cerca del aeropuerto, es operado por civiles argentinos pero con insumos de Estados Unidos para prevenir desastres naturales como inundaciones, incendios forestales o terremotos. Stanley confirmó que la generala no viajará a esa provincia, pero su agenda sí prevé una escala en Ushuaia.

En Tierra del Fuego está en construcción una Base Naval Integrada, con –para los intereses norteamericanos– peligrosas inversiones chinas. Según la comunicación oficial, en su escala en Tierra del Fuego, la generala del Comando Sur “interactuará con personal militar local para conocer sus misiones y el papel fundamental que desempeñan en la salvaguardia de rutas marítimas vitales para el comercio global”

Semanas atrás, Richardson había manifestado ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes norteamericana que las inversiones chinas en la región son “para ganar influencia y avanzar con su agenda maligna”. Antes, en un evento ligado a la OTAN, ponderó los recursos naturales de la región, como “las grandes reservas de petróleo” y “el triángulo del litio de Chile, Bolivia y Argentina”.

Esas preocupaciones e intereses serán los que la comandante le transmitirá al Gobierno en sus encuentros reservados. Milei ya declaró en varias oportunidades estar en las antípodas ideológicas de China y podría ahora hacer una declaración pública sobre la condición de “aliado-extra OTAN” que la Argentina ostenta desde octubre de 1997. Un dato es que Richardson viaja especialmente al país, sin pasar por Brasil o Colombia, otros aliados importantes en la región. 

“Ellos piensan que la coyuntura de Milei está a su favor”, planteó a elDiarioAR un experto en las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y con simpatía política hacia el libertario. La fuente aventuró que las conversaciones de Richardson con Posse y Petri, y eventualmente con Milei, también serán a su favor: “La agenda que se impone es la del jefe”.

MC/JJD

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