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EL OPERATIVO DE BULLRICH

“El Rubio”, el hombre detrás de la supuesta “célula terrorista” que hizo detener a dos personas y armó una historia de película

"El Rubio", uno de los detenidos por el caso de la supuesta célula terrorista. Ministerio de Seguridad de la Nación.

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El 3 de enero, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, declaró que el gobierno de Javier Milei había “neutralizado” una supuesta “célula terrorista” internacional que se hospedaba a metros de la sede de la embajada de Israel en Buenos Aires. Para entonces, desde el día anterior, “El Rubio” ya estaba detenido y había declarado ante la jueza María Servini. De los dichos de este hombre surge que el caso se habría basado en sus elucubraciones, según pudo establecer elDiarioAR con base en fuentes con acceso a la causa.

El catamarqueño, de unos 50 años, asegura ser muchas personas en una. Durante su primera aparición oficial en el caso, “El Rubio” dijo ante personal policial el 29 de diciembre último que era “agente inorgánico de la embajada de Estados Unidos” y que contaba con “un legajo reservado en Washington”. Terminó detenido por orden de la jueza María Servini al día siguiente porque tenía información sobre la investigación de la Policía Federal Argentina (PFA) y su historia no cerraba. 

De su segunda declaración, esta vez ya como imputado, el 2 de enero último, surge por qué tenía dicha información sobre el caso: él era quien la había generado, en gran parte. Ante el juzgado, “El Rubio” negó ser agente de Estados Unidos –para entonces ese país ya lo había negado– y dijo ser periodista freelance, contratista independiente de fuerzas de seguridad e inteligencia, ex marino, ex policía bonaerense, integrante de la Legión Extranjera Francesa y rescatador de personas secuestradas o abandonadas en zonas de riesgo en el mundo. 

Ante la gravedad de la imputación por presunto terrorismo y los antecedentes de los atentados a la embajada de Israel en 1992 y a la AMIA en 1994, la jueza actual de la causa, María Eugenia Capuchetti, se encuentra analizando el contenido de los teléfonos de los detenidos y otras medidas de prueba antes de decidir sobre la situación procesal de los tres imputados. Además de “El Rubio”, hay otras dos personas denunciadas por él que también permanecen detenidas: un peluquero del Gran Buenos Aires y un profesor de tenis de mesa de nacionalidad siria con pasaporte colombiano que llegó al país el 30 de diciembre último presuntamente a un torneo en la Asociación Yabrudense en el barrio porteño de San Cristóbal.

El peluquero y el profesor de tenis de mesa están acusados de recibir un supuesto paquete proveniente de Yemen, pero el paquete nunca fue hallado y las autoridades creen que nunca existió. Todo conduce a elucubraciones de “El Rubio”.

Argentino for export

“El Rubio” dijo a la jueza Servini que es catamarqueño y que se fue del país en la década de 1990 pero regresó durante la pandemia del Covid-19. Ante el juzgado dijo ser “periodista freelance”, es decir, independiente, y ganar entre US$3.000 y US$5.000 al mes. También aseguró que desde 2013 “rescata” personas atrapadas en conflictos bélicos o secuestradas por terroristas. “Los servicios me controlan”, afirmó. “Tengo los servicios encima las 24 horas”, sostuvo.

“No soy agente inorgánico de ningún cuerpo o fuerza de servicios de inteligencia o seguridad”, se desdijo con respecto a sus primeros dichos. “Sí les presto mis servicios”, aclaró. También dijo ante la Justicia que fue integrante de la Marina argentina (sic), de la Policía Bonaerense y de la Legión Francesa Extranjera.

“El Rubio” también declaró que en 2014 se encontraba trabajando para una empresa española en Camerún, cuando participó de un enfrentamiento en el que terminó rescatando a 55 niñas secuestradas por terroristas yihadistas de Boko Haram. Dijo que la prueba que tiene de ello es una nota en el medio El Español en el que la fuente es él mismo.

“A partir de ahí, comenzaron a llamarme diferentes servicios de inteligencia y seguridad”, dijo El Rubio, y citó a la CNI (Centro Nacional de Inteligencia de España), a la Guardia Civil española, a la Policía Nacional (España), al Gobierno de Estados Unidos y de diferentes países. “Les brindo servicios, por ejemplo, si hay que rescatar a alguien. Lo hice en Sudán el año pasado, en abril”. Aseguró que rescató a 23 personas que habían quedado abandonadas en dicho país en pleno conflicto y las llevó a la frontera con Egipto. 

Había un dato que nos preocupaba: que el hotel estaba cerca de la embajada de Israel.

Patricia Bullrich Ministra de Seguridad de la Nación.

Cuando lo interrogaron sobre el contenido de unas libretas que secuestraron en su casa durante el allanamiento del 30 de diciembre último, El Rubio respondió: “Ladjin Traore (sic) es un contacto mío, un ex presidente de Mali derrocado por un golpe de Estado”, dijo sobre un contacto anotado. Dicho nombre no pudo ser hallado en ningún sitio web.

Luego respondió sobre otras anotaciones sobre supuestos sicarios de cárteles colombianos en Nordelta, orgías y fiestas para poderosos, valijas, contactos de supuestos asesores de senadores de Estados Unidos y tiradores profesionales.

Neutralizando

El 3 de enero último, la ministra Bullrich dijo a los medios: “Se obtuvo una información de inteligencia brindada por una conjunción de elementos tanto de Estados Unidos como de Israel y de un miembro de Gendarmería que ha sido formado en antiterrorismo de parte de sus pares de Colombia”. Luego afirmó: “Las tres personas están vinculadas -por los tres detenidos- y sabíamos que llegaban en distintos vuelos y que estaban a la espera de un paquete de Yemen”. Sólo uno llegó en un vuelo: el profesor de tenis de mesa. 

En cuanto al paquete, sigue sin aparecer y el número de envío que tienen las autoridades no es válido, según el expediente. Creen que nunca existió.

Bullrich agregó: “Estuvimos trabajando y mandamos todo el equipo porque teníamos la entrada de tres personas por distintos aeropuertos”, agregó Bullrich y dijo que la Dirección de Inteligencia Criminal (Dinincri) del ministerio de Seguridad estuvo trabajando sobre los perfiles de los denunciados. “Había un dato que nos preocupaba: que el hotel estaba cerca de la embajada de Israel”.

No soy agente inorgánico de ningún cuerpo o fuerza de servicios de inteligencia o seguridad. Sí les presto mis servicios

El Rubio.

¿Qué tiene que ver “El Rubio” con la “célula terrorista” supuestamente neutralizada por el equipo de Patricia Bullrich? Esta es la versión del catamarqueño: a mediados de diciembre, recibió un llamado de uno de los encargados del (Gran) Hotel España, ubicado en Tacuarí 80 –a metros de la sede de la embajada de Israel–, comentándole que estaba por llegar al país un ciudadano de Siria con pasaporte colombiano y que eso “le parecía raro”.

El encargado del Gran Hotel España ratificó esta versión y dijo este jueves al diario La Nación que fue efectivamente él quien alertó a su amigo “El Rubio” sobre la llegada de un huésped que le pareció “sospechoso” porque tenía pasaporte colombiano y nacionalidad siria. El hombre había hecho llegar sus datos para reservar una habitación vía Whatsapp y luego cambió la fecha de la reserva para el 30 de diciembre.

“El Rubio” dijo ante el juzgado que cuando regresó al país durante la pandemia, se alojó en un principio en aquel hotel del barrio porteño de Monserrat durante los primeros dos meses y luego los encargados del hotel le presentaron a la inmobiliaria donde alquila y vive actualmente.  

Apeló entonces a su identidad de periodista. Dijo que el encargado del hotel lo llamó porque sabe que le gustan “este tipo de cosas para investigarlas” y realizar “lindos artículos periodísticos”, dijo ante el juzgado. Lo cierto es que de la búsqueda en internet no surge ningún artículo periodístico en ningún medio de comunicación publicado con el nombre real de “El Rubio”. La Justicia cree que es un “traficante de información”, un “lleva y trae”.

Explicó que muchas personas de Medio Oriente y el norte de África llegarían a Colombia para “comprar los pasaportes”, que saldrían entre US$14.000 y US$20.000 y son buscados porque tienen convenio con Estados Unidos por la VISA, afirmó en su declaración indagatoria.

“El Rubio” insistió con que quería investigar “la curiosidad” de un sirio con pasaporte colombiano y luego dijo que la información se la pasó a un integrante de la Policía Federal para “validarla”. 

“El Rubio” contactó para ello a un cabo de la fuerza, a quien dijo haber conocido meses atrás en la calle mientras realizaba una “investigación”. Le pasó la información obtenida del encargado del hotel sobre el sirio-colombiano para acceder a información de Migraciones, según dijo. Fue así que vio un dato que le llamó la atención: que el ciudadano colombiano de nacionalidad siria había estado en Argentina en 2013 con pasaporte venezolano y que supuestamente había salido del país en un “vuelo privado” hacia Colombia. Eso alimentó sus sospechas. 

El ciudadano colombiano de nacionalidad siria es un instructor de tenis de mesa que niega las acusaciones y los vínculos con el terrorismo. Sostuvo que tiene dos pasaportes porque vivió años en Venezuela hasta que se trasladó a Colombia, donde vive actualmente y negó haber viajado alguna vez en un avión privado. 

Forma de denuncia

Esta causa nació porque el 28 de diciembre último, la embajada de Israel comenzó a recibir denuncias sobre la supuesta llegada de un ciudadano colombiano de origen sirio desde Bogotá que venía al país para “mandarse una cagada” (sic). La embajada realizó la denuncia ante la DUIA. El primer llamado que recibió la sede diplomática fue de parte de un gendarme identificado con un nombre falso y quien dijo que el extranjero sospechoso estaría presumiblemente involucrado en actividades terroristas en Colombia.

Tras la denuncia de la embajada, se abrió una investigación en la unidad antiterroristas de la Policía Federal y se dio intervención al juzgado de turno, el de Servini. Entonces, se estaban celebrando los Juegos Macabeos Panamericanos y eso encendió las alarmas, sumado al contexto bélico en la Franja de Gaza. 

Armé mentalmente la cuestión.

"El Rubio".

¿Cómo llegó el gendarme a esta historia? Junto con el cabo de la Policía Federal, “El Rubio” intentó ser recibido por autoridades de la Policía Federal, la Gendarmería y la AMIA, sin suerte. Nadie hizo caso ni dio importancia a la información. En medio de las tratativas para “brindar la información” sobre este ciudadano “sospechoso” que iba a llegar al país el 30 de diciembre, el cabo contactó a un gendarme y éste llamó a la embajada de Israel, donde sí recibieron su denuncia. Así nació el expediente judicial, como publicó elDiarioAR el miércoles último.

El mismo 28 de diciembre por la noche, el gendarme declaró ante la DUIA, que dio con su verdadera identidad a través del número aportado por la embajada. Dijo que es agente de inteligencia de la Gendarmería –entrenado en antiterrorismo, según Bullrich–, pero su nivel de contactos en la fuerza que integra son escasos: cuando acompañó al cabo y a “El Rubio” a la sede de Gendarmería, lo atendieron en la puerta y desestimaron su denuncia, según declaró el catamarqueño.

El agente de inteligencia de Gendarmería declaró hasta el momento como testigo y dijo a la Justicia que recibió la información sobre una supuesta “célula terrorista” integrada por el profesor de tenis de mesa de parte de un policía de Colombia, quien le advirtió que tres personas de origen sirio y libanés se encontraban supuestamente investigados en el marco de una causa de presunto terrorismo iniciada en Colombia y que ingresarían al país. Se negó a identificar al supuesto policía colombiano, pero de la declaración de “El Rubio” surge que dicho policía no existiría. La fuente era él. 

Así fue como un profesor de tenis de mesa de origen sirio y nacionalidad colombiana quedó involucrado en el expediente judicial. De los datos de la reserva del hotel tenían su nombre, fecha de nacimiento y hasta copia del pasaporte, datos que aportaron a la embajada de Israel y la embajada a la policía y ala Justicia. El hombre está detenido desde que pisó el país, la mañana del 30 de diciembre último acusado de integrar una supuesta organización terrorista internacional con intención de atentar contra edificios de la colectividad judía. La historia no termina allí. Faltan el peluquero y el paquete. 

El paquete

El mismo 28 de diciembre, la embajada de Israel en Buenos Aires recibió una llamada anónima. En dicha llamada por primera vez hablan de la supuesta conexión del ciudadano colombiano y nacionalidad siria con un supuesto “paquete” de 15 kilos presuntamente enviado al Gran Hotel España de Monserrat, y que, al no ser recibido, regresó a Aduana. No dice de dónde provendría el paquete ni su supuesto contenido.

El 29 de diciembre, el gendarme ya había hecho su parte y la denuncia anónima a la embajada había introducido el dato del paquete. Entonces, “el Rubio” se presentó ante personal policial y repitió la versión del paquete con algunos datos cambiados. Dijo entonces 35 kilos y no 15.

¿Cómo surge la conexión con un paquete de Yemen? Días antes de Navidad, El Rubio se fue a cortar a la peluquería de la calle Rivadavia al 900, donde suele atenderse. Le preguntó a la peluquera por quien había sido su peluquero en el local y a quien hacía mucho que no veía. La peluquera le contestó que su colega la había “metido en un problema” porque le había pedido permiso para recibir en el local una encomienda, un paquete que le enviaría un sobrino desde Estados Unidos.

La mujer le mostró un mensaje de Whatsapp con un recibo o comprobante de la encomienda que supuestamente iba a llegar y nunca llegó. “El Rubio” lo amplió y leyó que provenía de Yemen y que el peso era de 35 kilos. Así, cayó el peluquero en esta historia porque al catamarqueño le resultó curioso que llegara un paquete de Yemen, dijo “El Rubio” durante su declaración indagatoria.

“Armé mentalmente la cuestión”, admitió ante la Justicia: viene un sirio, cuyo país de origen, vive tensiones permanente con Israel y un paquete de Yemen. Entonces, en diciembre, los hutíes de Yemen, aliados de Irán, habían atacado embarcaciones de Estados Unidos y otros países aliados de Israel.

También despertó su interés que en el intercambio de mensajes entre los peluqueros, el hombre le pidiera a la mujer que se olvidará de la encomienda y que si alguien llegaba preguntando por él que se hiciera la desentendida y que no recibiera nada. 

El peluquero le dijo a su colega que le explicaría más adelante. Para entonces, el hombre estaba al tanto de que el paquete era parte de una estafa virtual y que querían estafarlo para sacarle dinero. Esta es la versión del peluquero, de acuerdo a su declaración ante la jueza Servini, que reveló elDiarioAR el miércoles último: el 1° de noviembre de 2023 –casi dos meses antes de quedar envuelto en este caso–, el peluquero realizó una denuncia ante el Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires. Sostuvo que había conocido a una mujer por redes sociales, oriunda de Las Vegas y actualmente residente en Yemen. 

Se obtuvo una información de inteligencia brindada por una conjunción de elementos tanto de Estados Unidos como de Israel y de un miembro de Gendarmería que ha sido formado en antiterrorismo de parte de sus pares de Colombia.

Patricia Bullrich. Ministra de Seguridad de la Nación.

Tras entablar una amistad, la mujer le dijo que le enviaría un regalo y él le dio la dirección de la peluquería para recibir la encomienda. Le ocultó que se trataba de una mujer a la peluquera y le dijo que el paquete era de parte de un sobrino. A finales de octubre y de madrugada, recibió mensajes y llamados de la mujer y de un hombre que le exigió 900 dólares para entregarle el paquete en cuestión, el cual estaría en la Aduana de Ezeiza. Como todo le pareció raro, bloqueó al hombre que intentaba sacarle dinero y a la mujer. Le dijo a su jefa en la peluquería que no recibiera nada a su nombre y realizó la denuncia. Aportó los chats que prueban su historia y un documento: el ticket de remisión de la supuesta encomienda que le habían enviado. El ticket habla de un paquete de 35 kilos.

El ticket sería apócrifo, presenta inconsistencias y además no se encuentra registrado en la empresa que iba a realizar el envío internacional, según estableció la Justicia en los últimos días. Todo indica que se trató de un intento de estafa al peluquero desde el principio, cuando comenzó a hablar con la supuesta mujer de Las Vegas residente en el lejano Yemen.

Pero la peluquera supuestamente se asustó, según le dijo a la policía, y le pidió a su colega que no regresara. En los mensajes, a los que accedió elDiarioAR, le dijo al peluquero que no volviera a la peluquería porque había tenido inspecciones y no quería tener problemas legales por tener un empleado no registrado. 

Luego de que la peluquera le contara la historia del fallido paquete a “El Rubio”, este envió “un mail al Mossad”, le dijo a Servini durante la indagatoria. Se hizo además del recibo de la encomienda falsa y lo entregó al cabo, quien a su vez, lo entregó a las autoridades.

En total, tres personas permanecen detenidas por orden de la jueza Servini en una dependencia de la Policía Federal desde hace unas dos semanas: el peluquero, el profesor de tenis de mesa y “El Rubio”, acusados de “integrar una asociación criminal trasnacional de existencia ininterrumpida en el tiempo que se dedica a la organización y perpetración de atentados terroristas” y que “registraría actividades en distintos países de la región, en particular Colombia, desde donde se habría organizado la perpetración de un ataque –presumiblemente, con explosivos– a un inmueble localizado en el ámbito de esta ciudad vinculado a la colectividad judía”.

ED/MG

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