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Abusos en la Facultad de Odontología de La Plata: después de las denuncias, nepotismo y aprietes

Hay siete personas que comparten el mismo apellido, el apellido del Decano de Odontología, Gabriel Lazo. Hermanos, hijos, sobrinos, ocupan u ocuparon cargos dentro de la institución y dentro de la UNLP.

Lara Guerrero

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“Lazo encubre abusadores. MOI cómplice. No nos callamos más”, decía una de las pintadas del piso de la entrada principal de la Facultad de Odontología de la Facultad de La Plata que apareció en la mañana del 13 de septiembre. La denuncia apuntaba contra el Decano de la facultad, Gabriel Lazo y contra el Movimiento Odontológico Independiente (MOI), conducción del Centro de Estudiantes desde hace décadas.

Luego de la publicación de la investigación de elDiarioAR, sobre los abusos de poder y sexuales en la facultad, algunos ex alumnos compartieron la noticia en sus redes sociales. Uno de ellos comenzó a recibir mensajes privados de sus compañeras recordando los acosos que habían sufrido durante sus años de cursada por parte de los profesores y miembros del Centro de Estudiantes Y decidió compartir aquellos mensajes en historias de Instagram, ocultando el nombre de usuario. Los testimonios superaron el centenar. De manera espontánea, el pasado 13 de septiembre los postes de luz se cubrieron con impresiones de esas denuncias de abuso.

Rápidamente, los graffitis fueron cubiertos con pintura blanca que todavía estaba fresca cuando volvió a aparecer una acusación que se destacaba sobre las otras. “Nosotros sí lo vimos. Lazo corrupto y nepotista”. 

Nepotismo. La “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”, según la Real Academia Española.

 En la Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Odontología (FOLP), hay siete personas que comparten el mismo apellido, el apellido del Decano. Hermanos, hijos, sobrinos, ocupan u ocuparon cargos dentro de la institución y dentro de la UNLP. Tal es el caso de Sergio Lazo, profesor de la Facultad de Odontología, Secretario General de esta institución, Secretario de Salud de la Universidad (UNLP) y hermano del Decano. El árbol familiar se agranda si se toman en cuenta a las parejas estables de los parientes del Decano, que también son profesores de esa casa de estudios.

La “Familia FOLP” se completa con el Centro de Estudiantes: cuatro de los ex presidentes de la agrupación, incluída la hija del decano, y varios ex miembros del MOI, hoy son profesores de la facultad.

El MOI llegó al Centro de Estudiantes en 1994 con el lema de la antipolítica. Así lo demuestra una foto de la agrupación donde se ve un banner con la leyenda: “Decile NO a la política. Decile SI a los estudiantes”. Desde entonces, manejan el organismo encargado de representar los intereses de los alumnos. Sin embargo, después de tantas décadas, lo que terminó ocurriendo es que cada vez se hizo más estrecha la estrecha relación entre la gestión de la Facultad y la organización estudiantil.

Dentro de la lógica de preferencia parental, hay al menos cuatro apellidos más de profesores que se repiten entre padres e hijos y entre hermanos. Tal es el caso de la Secretaria de Género, Paula Tomas, hermana del Prosecretario de Ciencia y Técnica, Leandro Tomas, acusado de abuso de poder en una nota anterior. En la Facultad de Odontología se les repite a los alumnos que la FOLP es como una familia. Es cierto, la FOLP es una familia. O al menos un puñado de ellas. 

elDiarioAR intentó comunicarse con su conducción para saber porque razón en todos estos años nunca recibieron una denuncia por abuso, sin embargo los representantes de los estudiantes prefirieron no responder.

Tras la publicación de la investigación, tres docentes que ejercían en la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) fueron apartados preventivamente de sus cargos.

Una invitación al silencio

La respuesta de la gestión de la facultad y los profesores ante las denuncias públicas y los escraches fue redoblar el amedrentamiento contra los alumnos. El miedo como estrategia, la invitación al silencio.

“Imagínense cuando ustedes se reciban, tengan el título y alguien les pregunte dónde se recibieron y ustedes digan: en la Facultad de Odontología. El resto va a tener esa mirada hacia la facultad, de que ahí escracharon a profesores”. Ese fue el ejemplo que les dio a sus alumnos el profesor Fernando Pasos, de la materia Odontología Preventiva y Social (OPS). “Nos dio a entender que nuestro título ya no va a tener el mismo prestigio que antes”, sostuvo la alumna Celeste, quien pidió mantener en reserva su nombre para evitar posibles represalias.

Como Celeste, muchos alumnos tuvieron que escuchar charlas aleccionadoras en las que se los acusó de ensuciar a la institución, y se les anunció que a partir de ahora, la relación entre alumno y docente se terminó. Algunas cátedras, por su parte, enviaron cartas de apoyo al decano, y sostuvieron que las denuncias eran acusaciones de una “falacia total” e “inventos de órden político” por parte de “personas inescrupulosas”. Una de ellas fue publicada por la Federación Universitaria de Estudiantes de La Plata (FULP) en sus redes sociales.

La alumna contó que Fernando Pasos “nos dijo que la facultad había dispuesto a dos abogados que estaban investigando todo, que ya sabían dónde trabajaba el chico que publicó las historias de Instagram”, en referencia al ex alumno que republicó los relatos de abusos sexuales y de poder en la facultad. “En realidad no es difícil saber dónde trabaja porque está matriculado en el colegio de Odontólogos así que yo creo que lo dijo más para meternos miedo que otra cosa”, concluyó.

Otro de las medidas que aparecieron luego de las denuncias por abuso fue el ajuste a un reglamento que nadie conoce. “Ustedes acá cursan tres horas aunque en realidad tendrían que ser seis. Pero ahora vamos a seguir el reglamento al pie de la letra”, dijo la profesora Sol Cambareri, pareja de uno de “los Lazo” que también dictaba la clase de OPS. Celeste le preguntó dónde estaba para leerlo: “No me supo contestar qué reglamento era”, sostuvo la alumna.

Un centro de estudiantes sin oposición

Leonel Guerra fue alumno de la Facultad de Odontología y, junto a algunos compañeros y compañeras, formaron una agrupación opositora en 2021. La llamaron NEO: Nueva Era Odontológica. Fue después de una marcha de estudiantes en la que pedían por sus prácticas finales en pandemia. La UBA ya las estaba garantizando hacía meses, ellos querían lo mismo para recibirse. Las consiguieron. 

La principal dificultad que tenían entonces como agrupación, era que las cátedras no les brindaban información sobre las cursadas, y ante las consultas que recibían de los alumnos, no tenían un canal de diálogo para resolverlas. Así lo planteaban en sus redes sociales en una carta abierta: “Entendemos que NO ES COINCIDENCIA que las cátedras no respondan a nuestros pedidos de información y que solo se comuniquen para dar la información diaria con el actual centro de estudiantes. A saber, que las noticias deben ser de acceso a TODXS lxs estudiantes de la facultad y debería haber una comunicación fluida entre las cátedras y todas las agrupaciones que representen a lxs estudiantes”.

Pero ser alumno y oponerse a la gestión no fue gratuito. Leonel está seguro de que el problema que tuvo fue por ser parte de NEO. En 2021 cursaba la Materia Histología II y para aprobar solo le restaba recuperar una falta. Su profesora le dijo que tenía que ir a una última instancia de recuperación, asegurándole que ella misma le iba a tomar una pregunta.

“Cuando me toca rendir, entra Adrián Abal (titular interino) a la reunión de Zoom y dice: ‘a Guerra le tomo yo'. Me paseó por toda la materia, con preguntas recontra rebuscadas que no las toman ni en un final ”. Leonel enfatiza: Lo desaprobaron.

Guerra está seguro de que la nota del examen fue el resultado de su militancia: “si no hubiese estado en NEO y no me conocía nadie, me hubiese tomado mi profesora y hubiese aprobado”. Leonel perdió un año de la carrera por una falta. “Seguí cursando en el segundo cuatrimestre las materias que podía, pero iba a cursar sin ganas”. Empezó a buscar otras carreras, y finalmente decidió emigrar del país. “En mi caso, el recursar fue en un 90% el desencadenante de que tomara esa decisión. Me dió la sensación de que si seguía, me iba a volver a pasar. Yo dije: ¿dónde nos metimos?, acá no nos recibimos más, nos van a poner trabas en todas las materias”. 

La agrupación NEO se disolvió sin llegar a presentarse a elecciones, ya que en 2021 las votaciones se retrasaron hasta marzo del 2022 debido a la pandemia.

elDiarioAR le consultó a otra ex integrante de NEO, qué haría falta para formar otras agrupaciones opositoras dentro de la facultad. Ella sostuvo: “Que alguien haga lo mismo que nosotros, que tenga la constancia. Los alumnos que formaron parte de NEO se fueron bajando por miedo, porque se sabían nuestros nombres. Es tan grande la mafia y el poder que hay detrás que pueden pasar años y años luchando con la agrupación. Es muy difícil querer cambiar las cosas cuando está todo tan podrido adentro y está todo tan arreglado”.

LG/MG

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