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Aislados, el pánico se apodera de los ucranianos: “Es como una pesadilla, como en las películas de terror”

Relatos de horror y dolor llegan desde distintas partes de Ucrania.

elDiarioAR

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Elena Guerasimiuk, una ucraniana que vive en la ciudad sureña de Kherson, aseguró este viernes que vivía “una pesadilla” tras el inicio de la invasión rusa y afirmó que “ya no hay manera de irse” de Ucrania.

“Nunca nadie pensaba que iba a pasar esto, es como una pesadilla, como en las películas de terror, como en la guerra”, aseguró Elena, de 42 años, en diálogo con Télam.

Desde el sótano de un estacionamiento, Elena relató este mediodía por teléfono que “recién pasaron unos aviones” y expresó que siente “miedo y mucho terror”.

“Los adultos tenemos ganas de llorar, los chicos se asustan y sí lloran”, contó la mujer que es ama de casa y tiene un bebé de 7 meses y una hija de 16 años que nació en Argentina.

Y lamentó: “ya no hay manera de irse, bombardearon un puente donde pasan las vías del tren”.

“Nos gustaría irnos pero no es posible, no funciona nada”, agregó y señaló que “bombardearon todos los aeropuertos, no solamente a los militares, sino también a los aeropuertos civiles”.

“Estamos todos encerrados. Con el auto no se puede ir a ningún lado porque, como siempre pasa en los momentos difíciles, no hay nafta”, manifestó.

Elena con sus hijos y su madre encontró asilo en el sótano de un estacionamiento gracias a la invitación de unos amigos, ya que en el refugio del edificio donde vive “hay mucha gente”.

Elena permanece en el sótano junto a otras diez personas y realizan salidas para ir a buscar alimentos, aunque advirtió que “ya no hay comida. Las tiendas chiquitas están cerradas, solo funcionan los supermercados grandes pero hay que hacer una gran cola”.

También explicó que por estar en el sur del país sufren la falta de agua potable y están con provisiones para “dos o tres días más”.

“Desde las 12 pasaron unos aviones pero estábamos en el sótano”, narró la mujer y contó que en su ciudad, a las orillas del Mar Negro, no se alcanzan a escuchar las sirenas porque son antiguas.

“No estábamos preparados para todo esto; no tienen fuerza esas sirenas”, explicó y contó que también sufren cortes de luz.

Antes de finalizar la conversación con Télam, Elena manifestó: “Solo pido que termine esta guerra”.

Con información de Télam.

IG

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