Las petroleras inundan de delegados la Cumbre del Clima que negocia cómo abandonar los combustibles fósiles
Las compañías petroleras consiguieron colar más de 1.600 lobistas como delegados en la COP30 de Brasil, según el recuento de los listados oficiales que hizo la coalición KBPO (Kick Big Polluters Out). La industria inundó así de representantes las conversaciones de la Cumbre del Clima que discute cómo abandonar los productos que ellos venden, es decir, los combustibles fósiles.
Aunque este número total es algo menor que los absolutos detectados en las cumbres de Azerbaiyán el año pasado y Dubai en 2023, la coalición recuerda que, en proporción al número final de asistentes a la cumbre, “estamos ante un récord absoluto”: uno de cada 25 delegados proviene de la industria de los combustibles fósiles.
Así que, mientras los países se sientan a hablar de cómo enterrar el petróleo, el gas y el carbón y la ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva, dice en Belém que “necesitamos una brújula que nos guíe lejos de nuestra dependencia de los combustibles fósiles”, el lobby petrolero aprovecha varias vías de entrada para defender sus intereses en los pasillos y salas de la cumbre.
Provoca furia ver cómo la industria fósil profundiza su influencia año tras año y se burla del proceso de negociación
“Parece de sentido común que no podés resolver un problema dando poder a los que lo causaron”, reflexiona uno de los miembros de esta coalición, Jax Bobon. Bobon, que llega a Belém do Pará desde Filipinas –donde acaban de padecer el golpe del supertifón Fung– afirma que esta situación le provoca “furia al ver cómo la industria fósil profundiza su influencia año tras año y se burla del proceso de negociación”.
El rastreo de KBPO sugiere que la grandes organizaciones de comercio son la vía principal de entrada de los lobistas. Por ejemplo, la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones –relatan– llevó 60 delegados entre los que están representados BP, ExxonMobil o TotalEnergies.
Más hallazgos al escrutar las delegaciones presentes en Brasil. Las compañías fósiles consiguieron dos tercios más de pases oficiales que las delegaciones de 10 de los países más vulnerables al cambio climático producido por sus productos, lo que da una idea de cómo pueden cooptar las conversaciones climáticas en la cumbre.
Y no termina ahí la manera de infiltrarse. KBPO detectó que “varios estados del Norte Global” incrustaron representantes de la industria petrolera en sus propias delegaciones nacionales. Y detalla que Francia tiene 22 lobistas petroleros en su equipo entre los que subraya “cinco de TotalEnergies”, incluido el CEO Patrick Pouyanné.
Japón, por su parte, según recoge este trabajo, incorporó miembros de Mitsubishi Heavy Industries –que produjo maquinaria para el sector fósil– y Osaka Gas o Noruega que cuenta a seis ejecutivos de su compañía estatal fósil Equinor.
Además, una buena parte de estos lobistas de los combustibles fósiles (599 según KBPO) portan una acreditación con acceso a las salas donde se llevan a cabo los trabajos y negociaciones de la COP.
¿Dejar el petróleo mientas se perfora más?
El choque de intereses de los que hablan estos activistas es obvio. Por un lado, la materialización del Acuerdo de París pide “transitar lejos de los combustibles fósiles”. En el otro, las petroleras renunciaron en muchos casos a sus compromisos climáticos una vez que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha augurado una nueva oportunidad de relanzar su negocio tradicional.
Los lobistas de los combustibles fósiles están convirtiendo la cumbre en una feria de comercio para contaminadores. Mientras se les permita estar dentro de las conversaciones para defender sus intereses, las soluciones reales van a ser imposibles
De hecho, en vísperas de la COP30, es decir, poco antes de que sus delegados llegaran a Belém do Pará, ExxonMobil informó de un récord de producción de gas y petróleo en el tercer trimestre de este año. En ese mismo periodo ingresó 7.500 millones de dólares.
En esta misma línea, los líderes del crudo, la misma Exxon, pero también Chevron y Shell siguen incrementando su producción de petróleo a pesar del riesgo de saturación y que los países de la OPEP siguen exportando más barriles cada mes.
Por su parte la británica BP ya comenzó el sexto proyecto –de diez nuevos previstos hasta 2027– de petróleo y gas en el Mar del Norte. “Reflejan la fuerza de BP para incrementar la producción”, dijo el vicepresidente de proyectos, Ewan Drummond.
Respecto a la francesa TotalEnergies, que también cuenta con representantes en la COP30, la compañía proyecta una producción para este trimestre de 2,5 millones de barriles diarios, un 4% más que en el mismo periodo del año anterior.
El análisis de KBPO dice que el número de lobistas de los combustibles fósiles se mantiene constantemente alto desde que comenzaron las conversaciones climáticas. “Estos hallazgos refuerzan la urgente necesidad de proteger las negociaciones de la ONU estableciendo un sistema claro de conflicto de intereses”.
El coordinador de la campaña Política libre de fósiles, Nathan Stewart, cuenta que “los lobistas de los combustibles fósiles que inundan la COP30 este año están convirtiendo la cumbre en una feria de comercio para contaminadores”. Y vaticina que “mientras se les permita estar dentro de las conversaciones para defender sus intereses, las soluciones reales van a ser imposibles”.
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