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Los rolling stones se mueren. Los Rolling Stones, no

Brian Jones, el hombre al que se le ocurrió el nombre "The Rolling Stones".

Julieta Roffo

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Leer este texto te va a llevar lo mismo que escuchar El viento que todo empuja en vivo en Huracán 2004. Esto es pura línea editorial: aguante La Renga.

El mediodía que se murió Charlie Watts los noticieros alternaban dos videographs: “Murió Charlie Watts” y “Murió un rolling stone”. Los primeros tres o cinco segundos la segunda oración resultaba rara, como un genérico al que le faltaban detalles. Pero después, apenas después, era verdad. Las dos cosas eran verdad: se había muerto Charlie Watts y se había muerto un rolling stone, y las dos cosas eran una noticia de impacto.

Era la segunda vez que se moría un rolling stone, aunque la primera en la que el muerto estaba en ejercicio: el anterior había sido Brian Jones, en julio de 1969, un tiempo después de que Jagger y Richards le dieran el olivo a cambio de 100.000 libras esterlinas taca taca a modo de indemnización y otras 20.000 anuales durante todo el tiempo que durase la banda. Jones no sólo que no duró para cobrar por los más de 50 años de carrera de la banda: ni siquiera llegó a cobrar las 100.000 iniciales.

La cosa es que en el medio de tanta muerte, de tanto fin del siglo XX todo junto delante nuestro, decidí que, sobre Charlie y Brian, hay diez datitos que me gustaría que no te pierdas. El Cuchá Cuchá inaugura así (?) el espacio de las listas, esos inventos insuperables que sirven para ir al supermercado, para cumplir tareas, para enterarse de cositas como si te las fueran sirviendo de a poquito y cada una en envoltorio individual, y para saber quién puso plata y quién todavía no en los regalos de los grupos grandes de amigas. Acá van, espero que te gusten, que te sirvan para tirarlos en una reunión venidera, y que el género-lista te parezca adecuado para, cada tanto, asomarse por acá.

  • Brian Jones tenía una hermana, Pamela. Cuando él tenía 2 y ella 4, la nena murió y enseguida sus padres buscaron un embarazo: nació una nueva hermana a la que Louisa, la madre, le puso toda su atención. Cada vez que Brian volvía del colegio con algún llamado de atención la fórmula para retarlo era: “Mirá que vos también te podés morir, eh”. Parece que ahí se forjó su pánico a ser reemplazado, algo que impactaría en la disputa por el liderazgo de la banda entre él, Jagger y Richards.
  • En 1984, en una gira por Amsterdam, Jagger volvió al hotel muy borracho y llamó a la habitación de Watts, que estaba durmiendo. Le dijo: “¿Dónde está mi baterista?”. La historia es conocida. Charlie fue hasta la habitación de Jagger, le zampó un derechazo en la jeta, y le dijo: “¡No me vuelvas a decir que soy tu baterista, vos sos mi cantante!”. Lo que no es tan conocido es que desde que Jagger llamó hasta que Watts le tocó la puerta pasaron veinte minutos: en ese tiempo se puso un traje y se afeitó.
  • Jones tuvo seis hijos con seis mujeres distintas y no se hizo cargo de ninguno. Pero insistió para que todos los varones se llamaran Julian, un homenaje a Julian “Cannonball” Adderley, el saxofonista de jazz que hizo que el gusto musical de Brian no se ciñera a las piezas clásicas que su papá tocaba en el piano familiar. Lo logró en dos casos.
  • Watts estaba durmiendo cuando Jagger lo despertó. Pero antes de eso hizo lo mismo que hacía todas las noches que la banda pasaba en hoteles por estar de gira: dibujó su habitación. Empezó a hacerlo en 1964 y no paró. Era una forma de entretenerse hasta que le llegara el sueño, mientras sus compañeros encarnaban bastante más que él el perfil de un rockstar.
  • La crisis entre Jones por un lado y Jagger y Richards por el otro llegó a su punto cúlmine cuando los consumos de sustancias de parte de Brian hicieron que fuera imposible contar con él para una sesión de grabación, una gira o un show. Pero empezó mucho antes, cuando Mick y Keith supieron que Jones se las había arreglado para cobrar 5 libras semanales más que ellos por las presentaciones de la banda en los primeros años: creyó que podía hacerlo porque, al fin y al cabo, había sido él el que había puesto un aviso clasificado buscando artistas para una banda de rhythm and blues y el que les había inventado un nombre cuando hubo que escribir algo para promocionar su primer show en el Marquee. “The Rolling Stones”, pensó. Y anduvo.
  • A mediados de los ochenta Watts empezó a tener problemas con su consumo de alcohol y de heroína, algo que hizo público cuando ya se había recuperado. Hubo tres obsesiones en las que se concentró durante su rehabilitación: su colección de vajilla de plata, su colección de caballos árabes -llegó a tener más de 200- y su colección de autos antiguos y deportivos. Compró varios pero nunca manejó ninguno: no tenía registro.
  • Unos meses después de que Jones apareciera muerto en el fondo de la pileta de su casa, Jagger retomó una canción que habían empezado a componer varios años antes y le cambió el sentido. Decidió que sería para su ex compañero de ruta y le puso Shine a light. Los Stones pasaron varias décadas tocándola muy poco en vivo, y en algún momento la hicieron más frecuente en su lista. Fue el nombre que eligió Martin Scorsese para el documental sobre la banda que estrenó en 2008. ¿Le escribirán una canción a Charlie? Si sí, te prometo que te lo cuento por acá.
  • Cuando los padres de Watts se dieron cuenta de que pasaba demasiadas horas escuchando música creyeron que era buena idea comprarle algún instrumento y fueron por un banjo. Charlie intentó, intentó, pero le pareció que acomodar los dedos para formar algún acorde era demasiado difícil, así que le sacó las cuerdas y se sirvió de la caja de ese instrumento de cuerdas para convertirlo en un tambor: de ahí en más, la percusión fue su pasión y su trabajo.
  • Si leés algunas notas o mirás un par de documentales (en Amazon está Brian Jones: Vida y muerte) sobre el socio fundador de los Stones aprendés de memoria el apellido Thorogood. Así se llamaba el albañil que encabezaba la cuadrilla que trabajaba -y vivía y comía- en la casa del músico. Jones, harto de que los arreglos pedidos no se hicieran o se hicieran mal, lo echó el 2 de julio de 1969, algunas horas antes de que lo encontraran muerto en el fondo de la pileta. Thorogood fue señalado por muchos en el entorno de Jones como la persona con la que el músico había peleado duramente: esa pelea habría desencadenado su muerte. La Policía británica cerró la investigación rápidamente y se negó a reabrirla cuando algunos hijos y algunos biógrafos de Jones lo pidieron. La autopsia decía que se había ahogado y que, por el consumo de alcohol y drogas, su hígado y su corazón no estaban en buenas condiciones, aunque también señaló que esa noche el volumen de alcohol que consumido no era especialmente alto.
  • Cuando Brian murió, Watts fue a su funeral. Jagger y Richards, no. Más de cincuenta años después, ante la muerte de su baterista, Jagger y Richards hicieron lo mismo: faltaron a la despedida.

JR

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