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Sobre este blog

A veces es más interesante lo que sucede en la previa de una entrevista que la entrevista que se publica. A veces, también, las bambalinas de un reportaje merecen “una nota aparte”. ¿Cómo se preparó Esmeralda Mitre para recibir a elDiarioAR? ¿Qué era eso que tenía sobre su escritorio el empresario Claudio Belocopitt? ¿Y el momento exacto en el que Alberto Samid se enfureció delante del grabador encendido? Hay datos de archivo, referencias, climas, declaraciones o rodeos del personaje que no llegan a un texto. Y no hay entrevistado sin entrevistador así que este boletín también indaga en los fracasos y los aciertos a la hora de entrevistar, de la escucha y lo imprevisible. Gracias por venir será una ventana para que corra aire y también para conocernos.

Autora: Victoria De Masi

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La pelota

El candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei.

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Sigo inmersa en una sensación nueva a la que bauticé “shock cívico”. Esta sensación me obligó al repliegue. Algo así como volver a las bases, ordenar los arcanos, abonar mis plantas de interior. En la última entrega de Gracias por venir, la primera posterior a la PASO, escribí que Javier Milei estaba sobre-analizado. Habían pasado apenas dos días. Ahora que pasaron un par de semanas dudo de aquello que afirmé. El tema no se agotó ni estaba, en ese momento, “sobre-analizado”. Vuelvo sobre mis pasos y digo que aquellos argumentos con los que explicábamos el “fenómeno libertario” dejaron de servirnos, ya no eran suficientes. Quise decir: paremos la pelota, salgamos a buscar argumentos nuevos, distintos, mejores, completos, con grises.

 Los y las periodistas que nos ocupamos de la cobertura de la campaña de La Libertad Avanza armamos un grupo de WhatsApp. Ahí estamos (seguramente no todos) cerca y juntos. Salvo una compañera, todos trabajamos en prensa escrita: revista o diario papel, revista o diario online. A algunos colegas los conocía “de antes”. A la mayoría los conocía de leerlos, pero los conocí personalmente cuando coincidimos en algún evento convocado por el candidato o algún referente de su espacio. A otros los voy conociendo en el “mientras tanto”. Cuando el grupo se activa, se activa a pleno. Van y vienen contactos. Van y vienen datos. Compartimos notas, posteos. Tuvimos nuestro prode (perdí). Compartimos, sobre todo, pareceres. Creo que, aun sin decirlo de manera explícita, cubrir La Libertad Avanza es distinto pero sobre todo, es difícil. Para todos. También para los colegas que trabajan en medios “más grandes”.

¿Por qué es difícil? Vengo anotando motivos en una libreta que llevo conmigo. Estoy reservándolos para la entrega de Gracias por venir anterior a las generales del 22 de octubre. Nunca hice periodismo “de política”. Es una arena nueva para mí. Me doy cuenta de que me gusta más leerlo que hacerlo, pero que haciéndolo aprendo mucho. Desde el vamos, estoy pensando distinto. No sé qué les pasará a mis compañeros de cobertura -no creo que sea una pregunta para arrojar hoy en el grupo de WhatsApp- pero sí charlé con algunos sobre cómo abordar periodísticamente a las derechas, duras o blandas, pero derechas al cabo. 

¿Contar a la derecha es propalar su discurso violento? ¿Contar un eventual plan de gobierno es alentar un voto que podría poner en peligro… el estado de las cosas? ¿Si los exponemos, le “estamos haciendo la campaña”? Algo es cierto: La Libertad Avanza es una máquina creadora de títulos. Esto también es cierto: todavía no son Gobierno. Faltan más de 50 días. Podrían faltar, incluso, otras cuatro semanas desde el 22 de octubre. Ok, ellos están despiertos mientras los otros duermen, pero: ¿no estamos corriendo más rápido que la pelota? 

Esto ya lo dije en un par de lados, pero no acá. Cuatro meses atrás, cuando empezaba abril, en una de las reuniones semanales que hacemos en la redacción de elDiarioAR, planteamos cómo distribuir la cobertura política en un año marcado por las elecciones y en un contexto económico complicado. Como en la redacción hay compañeros dedicados a seguir al oficialismo y a la oposición, yo me propuse para seguir a La Libertad Avanza ¿Por qué? Varias razones: me parecía “divertido”, me parecía que Javier Milei estaba decidido a ponerle el cuerpo a su misión -y yo respeto muchísimo a las personas deseantes- y, aunque aquí no le teníamos mucha fe, sabíamos que había que cubrir al movimiento libertario. De hecho lo veníamos haciendo, ya lo teníamos detectado.

Agrego un motivo más: Javier Milei y los suyos no tienen absolutamente nada que ver con la audiencia de elDiarioAR; digo, encima de eso, que cubrir La Libertad Avanza “pianta lectores”. Entonces, ¿para qué ocuparse de seguir a un frente que va en contra de los valores que defiende elDiarioAR? Porque no nos gusta el periodismo olfa. Y porque tenemos que construir un país entre todos. También con eso que se paran en la vereda opuesta.

Cuando un periodista arranca la cobertura de un tema específico se sienta a tomar cafés con personas con las que no compartiría un vaso de agua en otra situación. Tienen cierta ventaja los periodistas empleados en un medio con trayectoria, gran alcance o con llegada a un público al que no llegan los medios tradicionales. Tienen más ventaja los periodistas empleados en medios afines a la propuesta del candidato en cuestión. El resto, a la fila. Uno manda mensajes, le responden -corto, largo: no importa- y después, el silencio. Ni un emoji. 

Con más-menos sutileza, me hicieron saber que los candidatos de La Libertad Avanza (y algunos personajes satélite) no estarían disponibles para elDiarioAR. Lo bueno de esto es que la limitación expande la creatividad. Y cuando hay creatividad las notas están en todos lados. Y cuando no te aceptan el café, la libertad es total: nada mejor que no deberle nada a nadie. 

Así que para mediados de abril decidimos que nuestra cobertura sería marginal. Ibamos a caminar por los bordes, queríamos tejer lazos con los y las votantes de Milei. Ellos -personas comunes, laburantes, jóvenes, mujeres, emprendedores- fueron los protagonistas de nuestra primera parte de la cobertura de campaña. Luego del resultado, cuando los rezagados se preguntaban quiénes eran y qué pensaban los que habían confiado su voto a La Libertad Avanza, elDiarioAR ya había estado ahí. Llegamos tarde para entender mejor y llegamos antes porque nos gusta trabajar en la incomodidad. No podemos correr atrás de la pelota, pero sí podemos pararnos donde la pelota va a caer. A veces pasa. Y cuando pasa es genial.

VDM

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A veces es más interesante lo que sucede en la previa de una entrevista que la entrevista que se publica. A veces, también, las bambalinas de un reportaje merecen “una nota aparte”. ¿Cómo se preparó Esmeralda Mitre para recibir a elDiarioAR? ¿Qué era eso que tenía sobre su escritorio el empresario Claudio Belocopitt? ¿Y el momento exacto en el que Alberto Samid se enfureció delante del grabador encendido? Hay datos de archivo, referencias, climas, declaraciones o rodeos del personaje que no llegan a un texto. Y no hay entrevistado sin entrevistador así que este boletín también indaga en los fracasos y los aciertos a la hora de entrevistar, de la escucha y lo imprevisible. Gracias por venir será una ventana para que corra aire y también para conocernos.

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