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AMNISTÍA INTERNACIONAL
En primera persona

Erika Noely Moreno: “Las mujeres trans somos indomables, nunca nos van a callar”

Erika Noeli Moreno, integrante de Las Históricas, lidera un evento en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno en Buenos Aires, el 24 de mayo de 2025.

Erika Noely Moreno

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Erika Noely Moreno es una mujer trans y activista de derechos humanos. Vive en Ushuaia, en el sur de Argentina, desde hace 30 años. Fue una de las primeras mujeres trans en lograr cambiar el género en su DNI y es parte de Las Históricas, un movimiento de mujeres trans adultas mayores que exigen reparaciones por la discriminación y violencia que sufrieron durante buena parte de sus vidas. Dice que los gobiernos autoritarios amenazan todas sus conquistas pero que hoy están más activas y determinadas que nunca. Esta es su historia.

Sobreviviente

Soy una sobreviviente. Sobrevivo desde los cinco años, aun sin saber que con mi propia existencia como una infancia trans estaba haciendo activismo por los derechos humanos. Nací en 1974, justo antes que empezara la dictadura militar. Fueron tiempos muy difíciles. Con mi familia nos fuimos a vivir al campo porque en la capital de Córdoba era muy duro. A los 12 nos fuimos a Villa Maria, una ciudad más grande y ahí empezó el infierno de verdad porque era un lugar donde había mucha discriminación. Ahí me tocó meterme en el closet, pero no duró mucho. Siempre digo que yo empecé mi transición a los cinco años y la terminé a los 18. Fui a Buenos Aires un tiempo y luego cuando me fui a vivir sola a la capital de Córdoba.

Erika Noely Moreno fue una de las primeras mujeres trans en lograr cambiar el género en su DNI.

“Atrapada”

En la ciudad estuve en el sistema prostibulario. Estaba encerrada en un departamento privado 24 horas, donde se intercambiaba sexo por dinero. No tenía contacto con la sociedad porque sabía que si salía a la calle terminaba presa, o muerta, entonces estaba ahí adentro, siempre teniendo que estar dispuesta para los clientes. Si alguien llegaba a las 3am tenía que despertarme y atenderlo.

Sentí que estaba atrapada en un sistema del que no podía salir por la falta de oportunidades

Sentí que estaba atrapada en un sistema del que no podía salir por la falta de oportunidades, y así pasé dos años. Después salí a trabajar en la calle, unos meses, y fue muy complicado porque la policía nos maltrataba mucho. Fue cuando conocí a alguien que buscaba gente para trabajar en bares en Río Gallegos, en la Patagonia. No lo pensé dos veces, me fui. Y dos años después me vine a Ushuaia a hacer lo mismo. Había mucho trabajo porque venían muchos hombres, por los puertos.

Vida en Ushuaia

Las cosas eran un poco diferentes en Ushuaia, la gente me aceptaba porque yo me hacía respetar. Al poco tiempo conocí a un peluquero que me ofreció trabajo y estuve con ellos ocho años. La gente se enamoró de mí y eso me cambió la vida.

Vine a Ushuaia por 15 días y me quedé 30 años. Ahora estoy casada, tengo a mi esposo y a una familia que es toda la ciudad. Pero esto no es lo mismo que les pasa a mis compañeras, principalmente a las adultas mayores, que siguen intentando sobrevivir trabajando en las esquinas.

En 2012 la política tocó mi puerta. Cuando se aprobó la ley de identidad de género, el gobierno de Tierra del Fuego quería entregar el primer DNI a una persona del colectivo. Yo les dije que había otra compañera, Laura Aixa Xuxú Aguilar Millacahuin, que había hecho la transición en su lugar de nacimiento, que es algo muy difícil (Laura fue asesinada por su ex pareja en 2013). Entonces nos dieron el DNI a las dos.

Para nosotras la única opción siempre es luchar. Somos sobrevivientes, entonces nada puede detenernos.

Las Históricas

En Argentina se ha avanzado en cuanto a los derechos de las personas trans, pero falta mucho por hacer y ahora todo está en peligro.

Las mujeres trans tenemos historias muy duras y ahora, las que sobrevivimos a la discriminación, a la violencia, a los golpes de la policía, a los asesinatos, todavía reclamamos justicia y reparaciones.

Las Históricas es un colectivo que se formó hace muchos años con esas sobrevivientes cuando un día estaban caminando juntas y dijeron “seguimos vivas, somos las históricas”.

Mis compañeras me adoptaron, me abrieron las puertas. Son mis hermanas, mis tías, mis madres y trabajamos por la justicia en nombre nuestro y de nuestras muertas. Luchamos en las calles, ocupamos espacios públicos y trabajamos para cambiar las leyes.

Las Históricas, un grupo de mujeres trans mayores en Argentina que exigen reparaciones por los abusos que han sufrido —incluidos los cometidos por la policía—, protestan en Buenos Aires el pasado 24 de mayo de 2025.

La vida para las personas trans en Argentina

Luchamos y conseguimos leyes como la de identidad de género, el decreto de DNI no binario, el matrimonio igualitario y el cupo travesti trans pero hay muchas compañeras que todavía no consiguen trabajo. Nosotras trabajamos toda nuestra vida y somos parte de la sociedad. Después de tanto, seguimos siendo las parias de la sociedad, de una sociedad que nos sigue castigando por lo que somos, por nuestras identidades.

Las personas trans adultas mayores se despiertan a la mañana y se preguntan: “¿Qué voy a hacer para poder comer hoy?” Muchas siguen intercambiando sexo por dinero

Nos han expulsado del sistema educativo, del sistema de justicia, nos han matado, nos han expulsado de lo privado, cuando ni siquiera podíamos sentarnos en un restaurante a comer. Es por todo eso y más que exigimos una reparación.

Las personas trans adultas mayores se despiertan a la mañana y se preguntan: “¿Qué voy a hacer para poder comer hoy?” Muchas siguen intercambiando sexo por dinero. Seguimos en la misma.

“Lo hemos visto todo”

Yo tengo 51 años, pero a veces siento que tengo 300, con todo lo que he pasado, imaginate las que tienen 60 y 70. Hemos pasado de todo, en lo físico y en lo psicológico, hemos visto de todo.

Pero ahora estamos viendo un cambio en la sociedad. La gente nos está entendiendo más porque todas y todos en Argentina están perdiendo sus derechos. Esto se vio claramente con la marcha antifascista a nivel global. Cuando escuchamos el discurso de Milei en Davos dijimos “no!” y hubo un quiebre.

Nosotras estamos haciendo activismo todo el tiempo. Apenas salgo de casa hago docencia con todas las personas con las que hablo, sobre nuestra lucha y todas las luchas.

Políticas públicas reales

Las trans no tenemos nada que perder, porque ya perdimos todo. Sin la fuerza que tenemos no hubiésemos sobrevivido, somos indomables y nunca nos van a callar.

Las trans no tenemos nada que perder, porque ya perdimos todo

A las generaciones jóvenes les digo que mucho se ha avanzado pero que todavía falta mucho. Tienen que participar, ocupar espacios políticos, alzar la voz en las calles.

Y a las juventudes trans les digo que acá estamos las tías para cuidarlas, para protegerlas y animarlas a que luchen, que luchen por sus derechos y que ocupen espacios políticos para lograr políticas públicas reales y no de banner.

Este artículo es parte de una producción de Amnistía Internacional para elDiarioAR

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