Por la ayuda de emergencia IFE, bajó levemente la desigualdad con respecto a 2019
Tras alcanzar un pico en el segundo trimestre del año, durante los meses de la cuarentena más estricta, la desigualdad mostró cierto retroceso en el período julio-septiembre, según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El coeficiente Gini, que mide la inequidad en los ingresos, bajó de 0,451 a 0,443, un registro que supone un descenso respecto del mismo periodo de 2019, cuando aún gobernaba Mauricio Macri y el nivel era del 0,449.
El Gini venía en ascenso desde la crisis con devaluación del peso que estalló en abril de 2018. Había descendido a 0,419 en el cuarto trimestre de 2017 para después elevarse, según el Indec. Los datos oficiales reunidos por el Banco Mundial muestran que, desde 1985 en adelante, el récord de reparto desigual de ingresos se batió durante la depresión de 2002, también devaluación mediante, cuando el Gini tocó 0,538 en la escala que va del 0 al 1. En 2013, el registró alcanzó su piso en 35 años: 0,41.
El economista Claudio Lozano, director del Banco Nación y coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, atribuyó la mejora del tercer trimestre de 2020 a varias razones. En primer lugar, porque al flexibilizarse el aislamiento, mejoró el empleo. Claro que esa creación de trabajo está “asociada mayoritariamente al autoempleo de subsistencia y a la recuperación del empleo asalariado clandestino”. En cambio, en esos meses no mejoró el empleo ni el salario del sector formal, donde se ubican las personas de ingresos medios y medio altos. Por tanto, en realidad se acható la pirámide de ingresos. Además, porque parte del pago del primer Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y todo el segundo desembolso ocurrieron entre julio y septiembre. Por último, porque el tercer trimestre de 2019 había sido el peor del año pasado, por la devaluación posterior a las elecciones primarias.
Lozano recordó igualmente que la encuesta con la que el Indec elabora el Gini no incluye a los grandes millonarios de la Argentina, por lo que se trata de una muestra parcial. En la Argentina y el resto del mundo, los más ricos se han enriquecido en la pandemia por la suba de las acciones. El sondeo del Indec incluye a los asalariados de altos ingresos y a los dueños de pymes. “El índice no quiere decir que la desigualdad en la Argentina se haya alterado porque, si incorporáramos los excedentes que no están captados que recibieron los grandes conglomerados del país, la cosa daría distinto”, advirtió Lozano.
Agustín Salvia, director de investigación del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), formuló su explicación: “En el tercer trimestre todo, estamos más pobres, pero los más pobres tuvieron una cierta recuperación del trabajo informal y se mantuvieron programas sociales como el IFE mientras que los sectores profesionales y los trabajadores estatales no tuvieron aumentos en el marco de una política de ajuste o equilibrio fiscal”. Salvia advirtió que la caída de la desigualdad del tercer trimestre resulta “irrelevante, marca una situación de fuertes desequilibrios en materia económica, social y laboral y brechas estructurales”. Recordó que el 40% de la población está en la pobreza —según la particular medición de la UCA— y los salarios han seguido perdiendo poder de compra otro año más.
En el Ministerio de Economía, en cambio, los técnicos elaboraron otra lectura: consideran que los perdedores del tercer trimestre fueron los de la cúpula de la pirámide medida por el Indec, mientras que la clase media se reactivó y la baja se mantuvo estable. Describieron “un aumento interanual de la participación relativa de los ingresos medios, que incrementaron su participación (sobre el total de ingresos) en 0,8 puntos porcentuales hasta 37,2%, en detrimento de los ingresos altos (el 20% más rico), que cayeron en la misma proporción hasta 49,1%. En tanto, la participación de los ingresos bajos (el 40% más pobre) se mantuvo sin variaciones respecto del mismo trimestre de 2019, en 13,7%”. Los investigadores Mariana González y Pablo Manzanelli, del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) de la Central de Trabajadores CTA, vinculan el descenso de la desigualdad a la fuerte recuperación del empleo y, en alguna medida, del salario.
En el segundo trimestre, el 10% más rico tuvo 25 veces más ingresos que el 10% más pobre, según el Indec. En el tercero, la brecha bajó a 22. Un año atrás era 23.
AR
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