La cordobesa Mery Murúa, referente de la canción popular, presenta su “Baile eterno” en Buenos Aires

La cantante y compositora cordobesa Mery Murúa, una de las voces más reconocidas del folklore argentino actual, presenta oficialmente su disco de canciones propias, Baile Eterno, un material dividido en el Volumen 1, con cuatro canciones de raíz grabadas en estudio, y en el Volumen 2, con temas de una vertiente latinoamericana grabados en vivo en el Teatro Libertador San Martín de Córdoba capital.

El concierto presentación de su nueva producción será el sábado 10 de mayo, a las 22, en Dumont 4040, un espacio ideal para disfrutar de la cercanía de sus canciones con su voz que ya es una referencia entre las cantoras populares. La acompañarán artistas invitados como Milena Salamanca, Rubén Mono Izarrualde, Marian Farías Gómez, Juan Iñaki y Luciana Jury. Las entradas se venden por Alternativa Teatral.
“Estamos muy contentos de poder visitar Buenos Aires y es una alegría presentar Baile Eterno, Volumen 1 y Volumen 2. Primero habrá concierto y después será peña para bailar. A nosotros nos gusta el encuentro con otros así que van a venir muchos amigos músicos”, señaló la cantora. “Este será el cierre del proyecto porque ya lo presentamos en Córdoba y es también la despedida de mi hijo Juan que se va a Europa”.
Ganadora del Premio Gardel 2024 a Mejor Canción de Folklore por “Baile eterno”, Murúa llega a este presente con más de tres décadas de trayectoria, formando parte de una nueva escena folklórica independiente y con seis discos que definieron su estilo. Su voz puede capturar la esencia de la zamba, invitar al baile con una chacarera nueva que habla de sus paisajes serranos, o hasta puede sorprender con una cumbia de su cosecha.
Nacida en Cruz del Eje, Córdoba, su formación musical estuvo influenciada por la convivencia del tango y el folklore en su hogar. Desde temprana edad, estudió música en el conservatorio de su ciudad natal y posteriormente en Córdoba capital. Formada en guitarra clásica y canto lírico, descubrió en la música popular un universo propio para la interpretación y la conexión con su tierra.
“Como cada vez que cantaba en la eternidad de las sobremesas: no sólo sus ojos cerrados se estremecían, sino los que la miraban. Ese algo que sucede con su canto es la sustancia de Mery Murúa, cantora popular”, la definió el medio cordobés La Voz del Interior.
Durante la década del noventa se sumó a todo un nuevo movimiento colectivo de artistas que se desarrolló en encuentros independientes, peñas universitarias como las del Dúo Coplanacu, y terminó ocupando espacios en festivales como Cosquín con el recordado espectáculo Palabración de la tierra, que realizó junto a Paola Bernal, Juan Iñaki y José Luis Aguirre.
“Nosotros funcionamos muy en colectivo y a mí me gusta que sea así. Eso genera una fuerza y un poder para seguir haciendo cosas. Si no te juntás con el otro, si no mirás al otro, esa individualidad genera una cierta apatía. La mayoría de la gente que nos va a ver en Córdoda, también, participa de proyectos comunitarios. Venimos de ahí. Ese público piensa como nosotros”, apunta Murúa sobre esa escena musical del folklore independiente en Córdoba, que está reunida en el catálogo del sello los Años Luz Discos, y que acompaña la producción y la distribución de los artistas de la región.
En su último disco Baile Eterno, dividido en dos volúmenes, reúne diez canciones originales -cuatro canciones en estudio y seis canciones en vivo- que fusionan zambas, chacareras, bailecitos con una impronta fresca y personal, además de incorporar sonidos como el valsecito y la cumbia. “Es un disco que abre un portal a las canciones propias, producidas y arregladas por mi hijo Juan y grabadas junto a un montón de amadas amigas y amigos”.
El álbum reúne a un colectivo de artistas invitados que son claves de la movida cordobesa como Paola Bernal, Juanpaio Toch, Juan Iñaki, Pablo Jaurena, Horacio Burgos, la Negramarta, Ema Oliva (Sabor Canela), Raly Barrionuevo y que enriquecen el concepto sonoro de este disco con una raíz folklórica profunda, la influencia rítmica de América Latina y elementos de la música contempóranea.
“Todo fue muy orgánico y sentido también y cada persona que participa tiene su razón de ser. Con Pao Bernal compartimos siempre la chaya en Chilecito y entonces quién iba a cantar esa canción conmigo sino era la Pao. El Raly escuchó la canción en un encuentro de San Antonio de Arredondo (Córdoba), y me dijo: 'qué hermosa esa canción, quiero participar en un corito', y ¿cómo no iba a estar?”, cuenta la artista sobre algunas de las participaciones.
Mery Murúa, que en sus diferentes discos solistas se había probado como una gran intérprete y versionadora de grandes clásicos, demuestra en este trabajo su oficio para escribir muy buenas canciones que hablan del amor, la raíz, la celebración, la conexión con la tierra, el paso del tiempo y los vínculos que nos transforman.
En “Baile eterno” canta con Iñaki una canción destinada a convertirse en un clásico de las peñas, en “Zamba al Famatina”, las armonías y una trompeta cool jazz definen el sonido universal de esta zamba con la atmósfera de un paisaje de cardones y montes nevados, y en la chacarera “El Quicho” resume esa idiosincracia serrana que desborda de naturaleza.
“Este álbum es un reflejo de mi historia, de mis búsquedas y también de mis luchas. Cantar mis propias canciones es, de algún modo, interpretarme a mí misma”, dice Murúa sobre este proyecto, que también celebra la potencia de las mujeres creadoras dentro del folclore y la visibilización de toda una escena autogestiva en Córdoba.
La presentación de Baile Eterno será una noche de celebración, una invitación a bailar, sentir y honrar la canción folklórica como espacio de encuentro.
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