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Hackearon la web del Líder Supremo de la República Islámica de Irán

Fotografía de archivo obtenida de una captura de la página web del líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei.

elDiarioAR

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“Ayatolá Jameneí tumbado” tuiteó una cuenta de Twitter afiliada con Anonymous, junto con una foto de la página web del líder iraní dando error. El colectivo hacker Anonymous había anunciado el miércoles que lanzaría ataques contra páginas oficiales del gobierno e instituciones iraníes en adhesión a las protestas populares, reprimidas, por la muerte de Mahsa Amin, la mujer que perdió la vida por los malos tratos de la Policía de la Moralidad tras ser arrestada por haberse colocado el velo de manera anti-reglamentaria.

“El pueblo iraní no está solo”, anunció Anonymous. Hasta ahora han dejado sin servicio a la agencia Fars, vinculada con la Guardia Revolucionaria, que no funciona desde el miércoles, a la web del Banco Central y a varias reparticiones de la administración pública. Algunas de estas últimas páginas han vuelto a funcionar correctamente.

El colectivo hacker Anonymous declara actuar en solidaridad con las manifestaciones callejeras que crecen desde la muerte de Mahsa Amin, abandonada en coma por la Policía de la Moralidad tras reeducarla en el correcto uso del velo femenino obligatorio.

Por su parte, Teherán bloqueó el miércoles el internet móvil casi completamente en el país. También limitó aplicaciones como Whatsapp e Instagram en un aparente intento por asfixiar las protestas.

“Irán sufre ahora las mayores restricciones en internet desde la masacre de noviembre de 2019”, indicó NetBlocks, una plataforma que supervisa la conectividad de los usuarios y la censura en internet. La plataforma hacía referencia a las protestas de hace tres años provocadas por el aumento del precio de los combustibles y que según Amnistía Internacional (AI) dejaron más de 300 muertos y miles de detenidos.

Amin fue detenida el martes de la pasada semana por la llamada Policía de la Moralidad en Teherán, donde se encontraba de visita. Trasladada a una comisaría, se le impartió “una hora de reeducación” por ostentar un velo mal colocado.

Tres días más tarde de la hora didáctica, Amin murió el hospital público al que había sido conducida. Llegó en coma y había sufrido un ataque al corazón. Según su padre, no tenía antecedentes de enfermedades coronarias o cardíacas.

Desde entonces se han multiplicado las protestas en al menos 20 ciudades y han muerto ocho personas, según las estimaciones oficiales conservadoras.

AGB con información de agencias

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