Escocia: la oposición pide la renuncia de la primera ministra por la investigación por acoso sexual contra su antecesor
La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, responde este miércoles ante el Parlamento escocés a las acusaciones de haber mentido sobre la investigación de las denuncias sexuales de las que fue absuelto su predecesor, Alex Salmond.
La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) está declarando desde primera hora de la mañana ante el comité que investiga la gestión de su Gobierno de las denuncias que dos trabajadoras interpusieron contra Salmond durante su mandato (2007-2014), para dar explicaciones sobre diversas reuniones que mantuvo sobre ese asunto con su mentor político en 2018.
Un tribunal absolvió a Salmond de 13 delitos sexuales en 2020, mientras que el Gobierno escocés fue condenado a indemnizarle con 555.000 euros por haberse saltado el procedimiento legal en la investigación interna de dos de esas denuncias.
Sturgeon ha dicho que la afirmación de que se actuó con malicia contra Salmond “no se basa en ningún hecho”. “Varias mujeres presentaron serias quejas sobre el comportamiento de Alex Salmond. El Gobierno, a pesar del error que indudablemente cometió, trató de hacer lo correcto”, ha defendido este miércoles. El exlíder de Escocia dijo la semana pasada que hubo un intento deliberado de apartarlo de la vida pública.
La oposición pide su dimisión
Antes de su esperada comparecencia, el Gobierno autónomo escocés aceptó hacer públicos documentos que reflejan las opiniones legales que recibieron cuando Salmond interpuso un recurso contra su sistema de gestión de las quejas.
Esos textos, que sugieren que la líder independentista siguió adelante con el procedimiento legal a pesar de que sus abogados le advirtieron de que tenía escasas opciones de prosperar, han llevado a la oposición conservadora en Escocia a pedir su dimisión. “No hay ninguna duda de que Sturgeon ha mentido al Parlamento e infringido el Código Ministerial”, dijo el líder conservador, Douglas Ross, que ha avanzado su intención de presentar una moción de confianza contra ella.
Ante esa amenaza, un portavoz del Gobierno escocés consideró que hacer ese llamamiento “en medio de una pandemia, antes de escuchar una sola palabra del testimonio de la ministra principal [Sturgeon], es profundamente irresponsable”.
Salmond se aferra a ese asesoramiento legal para argumentar que el Ejecutivo de Sturgeon le persiguió judicialmente para acabar con su carrera política, aún a sabiendas de que los tribunales probablemente iban a absolverlo.
Según el Gobierno, sin embargo, “estos documentos demuestran que no hubo plan maligno contra el señor Salmond” y que el Ejecutivo “estaba en su derecho de seguir defendiendo la causa judicial”, ha afirmado el viceministro principal, John Swinney.
Ese procedimiento siguió adelante hasta que “el Gobierno revisó su posición en el caso, al no ser ya sostenible”, tal y como se lo indicaron “el consejo legal interno y externo” en diciembre de 2018.
La continuación del caso costó al erario público 550.000 euros como penalización, por la defensa de un sistema “irregular y sesgado”, según dictaminaron más tarde los tribunales.
El Código Ministerial sostiene que los ministros deben “estar asesorados de manera apropiada teniendo en cuenta sus responsabilidades legales en decisiones importantes y ser reconsideradas desde el primer momento”. El mismo reglamento estipula que la falta de registros de reuniones por parte de los ministros, como la entrega de información errónea a sabiendas, conlleva la misma penalización, si así queda demostrado.
El Comité de investigación y la investigación independiente que se están llevando a cabo darán a conocer en las próximas semanas en su informe si la principal ministra de Escocia infringió el código de conducta y si por ello debería dimitir.
Salmond, antiguo líder independentista y mentor de Sturgeon, asegura que su sucesora violó las reglas de conducta que rigen para el Gobierno autónomo de Escocia (Código Ministerial), al no haber informado en su momento de las reuniones que mantuvieron durante la gestión de las denuncias por acoso que dos trabajadoras habían presentado contra él. Ambos líderes nacionalistas mantuvieron una reunión en la residencia privada de Sturgeon en las que Salmond le transmitió su preocupación por las denuncias que se habían presentado y para pedir su mediación, según ha dicho el anterior ministro principal.
La mandataria nacionalista ha esgrimido en varias ocasiones que desconocía la situación y que no se registró la reunión porque solo incumbía Partido Nacionalista Escocés, pero no al Gobierno, y no veía necesidad para ello.
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