Violencia inter-comunitaria en el interior de Israel: enfrentamientos y linchamientos de árabes y judíos
Los líderes políticos de Israel han dicho que los violentos enfrentamientos callejeros entre judíos y árabes dentro del país representan una amenaza mucho mayor que la escalada del conflicto militar con Gaza.
La posición del primer ministro ministro Benjamin Netanyahu, que declaró que la guerra de adentro es más amenazante y ominosa que la de afuera para el futuro del Estado hebreo coincidió y resonó como un eco en la del presidente de Israel, Reuvin Rivlin, quien sostuvo que una guerra civil sería “un peligro para nuestra existencia”.
Netanyahu,visitó la ciudad “mixta” de Lod, donde ha habido disturbios, quema de automóviles, destrucción de propiedades y ataques violentos contra personas. “No tenemos una amenaza mayor ahora que estos pogromos, y no tenemos más remedio que restaurar la ley y el orden mediante el uso decidido de la fuerza”, dijo. En una declaración anterior, afirmó que el país estaba librando una batalla “en dos frentes”.
El presidente Rivlin dijo que “una guerra civil [sería] un peligro para nuestra existencia, más que todos los peligros que tenemos desde el exterior”.
Se cuenta con varios informes de violencia desatada entre comunidades, que incluye palizas, apuñalamientos, disparos e incendios provocados en todo el país, desde la ciudad Beersheba, una de las más antiguas del país en el sur del desierto de Negev hasta Tiberíades, en la orilla del mar de Galilea, y la portuaria Haifa en el norte. Un periodista de televisión fue agredido en la ciudad de Tel Aviv.
Más de 400 personas han sido arrestadas y la policía fronteriza ha sido reubicada desde la ocupada Cisjordania a ciudades dentro de Israel. “Estamos en una emergencia”, informó el Ministro de Defensa, Benny Gantz, en un comunicado.
El líder de la oposición, Yair Lapid, declaró que había habido una “pérdida total de control”. Acusó a Netanyahu de “llevarnos a la anarquía”.
“Los alborotadores judíos y árabes han declarado la guerra a Israel, y no hay respuesta, no hay gobierno, no hay policía, no hay liderazgo”, afirmó.
La ciudad de Lod fue cerrada desde el jueves por la tarde y se impuso un toque de queda durante la noche. Netanyahu dispuso que las personas involucradas en enfrentamientos podrían ser detenidas indefinidamente sin cargos, una práctica conocida como detención administrativa.
En la Ciudad Vieja de Jerusalén, decenas de miles de fieles se reunieron el miércoles por la noche en la mezquita de al-Aqsa -que forma parte del complejo de la Explanada de las Mezquitas - al amanecer para conmemorar Eid al-Fitr, la festividad que celebra el fin del Ramadán, el mes anual de ayuno de la fe islámica. Algunos ondeaban banderas palestinas y una pancarta que mostraba una imagen del líder de Hamas, Ismail Haniyeh.
Las calles del antiguo puerto de Jaffa, sobre la costa mediterránea, estaban prácticamente vacías. Sally Abed, miembro de Standing Together, un movimiento social judío-árabe, dijo que los residentes locales se han sentido cada vez más amenazados por los grupos de colonos judíos que han tratado de comprar casas o desalojar a los palestinos de sus hogares como parte de un programático esfuerzo nacionalista para apoderarse del vecindario.
La gentrificación de la zona tenía un “sabor a limpieza étnica”, dijo. Cuando los residentes protestaron, la policía respondió con fuerza excesiva, agregó.
Traducción de Alfredo Grieco y Bavio
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