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El peronismo tucumano se encamina a una victoria, mientras JxC confía en el respaldo que recibió de dirigentes nacionales

Juan Mazur, Rossana Chahla, Osvaldo Jaldo y Miguel Acevedo. El oficialismo apuesta a seguir gobernando en Tucumán.

David Correa

Tucumán —

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“Álea jacta est”, en latín, o “la suerte está echada”, en español. Esta parece ser la consigna con las que el oficialismo y la principal fuerza opositora de Tucumán llegan a las elecciones provinciales de este domingo. A final del día, las urnas mostrarán quienes son los nuevos gobernador y vice, 49 legisladores, 19 intendentes, 184 concejales y 93 comisionados rurales del interior. Un total de 347 cargos para los que hay 17.943 postulantes, entre titulares y suplentes. Si no hay sorpresas, el peronismo renovaría por cuatro años más su estadía en la Casa de Gobierno. Juntos por el Cambio (JxC) puso el pie en el acelerador en los últimos diez días con una tormenta de visitas de dirigentes nacionales, para tratar de revertir lo que dicen las mediciones, tanto en las carpas propias y ajenas, que le auguran un segundo lugar. Las encuestas son fotografías de un determinado momento y en numerosas ocasiones han fallado, por lo que la última palabra dependerá de la opinión de los tucumanos y tucumanas.

Como sea, las últimas horas en las que se pudo hacer campaña mostraron fotografías del punto exacto en el que están parados el Frente de Todos por Tucumán (FdT), que impulsa las candidaturas de Osvaldo Jaldo y Miguel Acevedo, para gobernador y vice; y JxC, que empuja al radical Roberto Sánchez y al larretista Germán Alfaro para la Casa de Gobierno. El peronismo optó por no realizar ninguna actividad de cierre de campaña, mientras la oposición procuró aprovechar hasta el último minuto, antes que rija la veda electoral. Jaldo, vicegobernador en ejercicio, se recluyó en la Legislatura, en donde mantuvo reuniones con dirigentes; Acevedo visitó ciudades del interior y el gobernador Juan Manzur -como jefe de campaña- recorrió el jueves sedes partidarias de San Miguel de Tucumán. Todo, en modo perfil bajo. “No era necesario un acto como cierre, se hizo todo para lograr un triunfo holgado. Lo nuestro no es exceso de confianza”, reflexionó a elDiarioAR un candidato a legislador que buscará repetir mandato y que reporta identidad manzurista. Este optimismo también fue reflejado por Manzur, quien aseveró que “el peronismo se impondrá por dos dígitos”, en diálogo con medios de prensa. 

Las urgencias en la oposición son otras. Corren desde atrás y para tratar de achicar las diferencias recibieron en los últimos días un aluvión de visitas de dirigentes nacionales. A saber, el expresidente Mauricio Macri; la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; Gerardo Morales, presidente de la UCR y gobernador de Jujuy; la diputada PRO María Eugenia Vidal y su par de Avanza Libertad, José Luis Espert. El último en aterrizar en suelo tucumano fue el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, que protagonizó un acto junto a Sánchez y a Alfaro, a horas del inicio de la veda. Con estas acciones la oposición procuró recuperar el terreno que perdió por la crisis interna que derivó en el acuerdo tardío de la fórmula, el 13 de marzo, que se alcanzó por la intervención directa de la mesa nacional de JxC debido a la persistencia de las diferencias. “Esperemos que alcancen estas acciones, lo que no logramos en territorialidad ojalá podamos suplirlo con exposición pública en los medios, al fin y al cabo, el motivo de tantas visitas”, expresó un asesor de imagen del comando de campaña amarillo.

La mayor dificultad de todas las fuerzas que competirán este domingo fue recobrar el ritmo de campaña, tras la suspensión de las elecciones que estaban previstas para el pasado 14 de mayo. La decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en respuesta a un recurso que presentó la oposición que cuestionaba la candidatura de Manzur a la vicegobernación, frenó en seco las actividades, a cuatro días de ir a las urnas. Aunque el Tribunal no se expidió sobre la cuestión de fondo, su decisión puso en pausa el cronograma electoral. El actual mandatario viene de ser, de manera consecutiva, dos veces vice y transita lo últimos meses de su segundo mandato sentado en el Sillón de Lucas Córdoba, el primer gobernador tucumano. Pese a que había sido autorizado por la Justicia local, los supremos de la Nación le dieron la razón al cuestionamiento. Se salió del laberinto constitucional y legal cuando Manzur renunció a su postulación y eligió a su ministro del Interior, Miguel Acevedo, para que lo reemplazara en la fórmula y convocó a las urnas para este domingo 11. Recién en los últimos diez días las actividades proselitistas se revitalizaron.

En Tucumán hay 1.312.188 personas habilitadas para votar, es decir, concentra casi el 4% de los electores nacionales, por lo que el resultado será seguido de cerca por todas las fuerzas nacionales. La historia reciente demostró que en reiteradas ocasiones en Tucumán se presentaron situaciones que más tarde tendrían su contraparte en todo el país. Dos ejemplos. Los Tucumanazos, de fines de los 60 y comienzos de los 70; y el sangriento Operativo Independencia, escuela del horror que precedió a los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura cívico militar. Si no hay sorpresas y triunfa el oficialismo, dejaría también dos mensajes. Pese al cisma brutal entre Manzur y Jaldo, que se dirimió en las urnas en las legislativas del 2021, el peronismo se unió. Y para JxC quedaría como balance que no es conveniente sostener mezquindades hasta último momento porque atenta contra las posibilidades electorales. Se verá.

Las otras fórmulas que competirán están integradas por Ricardo Bussi y Gerardo Huesen, de Fuerza Republicana; Federico Masso y Florencia Guerra, del Frente Amplio; Martín Correa y Alejandra Arreguez, del Frente de Izquierda; Raquel Grassino y Luis Toranzo, de Política Obrera, Juan Coria y Liliana Guzmán, de Nos Une el Cambio, y Luis Benjamín Burgos y Marcos Rogués, por Camino a la Lealtad.

No es casual que en Tucumán haya 17.943 postulantes para los 347 cargos en juego. La explicación es simple, rige la Ley de Acoples, hija de la polémica Ley de Lemas. Aun cuando esta legislación es cuestionada desde todas las trincheras, poco hizo el oficialismo y la oposición para barrer con el sistema porque es funcional a sus intereses. Mientras la fórmula del FdT cuenta con el apoyo de 61 acoples, de punta a punta de la provincia; JxC tiene 17, muchos menos pero útiles para pescar votos y evitar fracturas internas. En rigor, un acople es un partido provincial, municipal o comunal, que adhiere a una fórmula ejecutiva. El resto de las fuerzas que participarán de las elecciones del domingo no presentaron este tipo de adhesiones.

De los 19 municipios que hay en Tucumán, 15 están en manos del peronismo y en cuatro manda JxC. La mayor disputa se dará en San Miguel de Tucumán, en donde se concentra un tercio del electorado provincial y en donde el intendente es Alfaro, que recorre los últimos meses de su segunda gestión. Aspira a sucederlo la senadora Beatriz Ávila, su esposa. Su rival es la diputada nacional oficialista Rossana Chahla, quien llega a esta instancia acompaña de una buena imagen por haber sido ministra de Salud durante la pandemia de Covid 19, que la catapultó a una banca en el Congreso de la Nación. Las mediciones de ambas carpas, por consultas realizadas por elDiarioAr, señalan que la definición será voto a voto.   

DC/MG

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