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En su discurso más duro, Alberto Fernández apuntó a la Justicia y anunció que quiere llevar a Macri a los Tribunales

Alberto Fernández, junto a los titulares de la Cámara de Senadores, Cristina Fernández de Kirchner, y de Diputados, Sergio Massa, en la inauguración de las sesiones ordinarias, el 1 de marzo de 2021.

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“Vengo no solo en cumplimiento de mis responsabilidades constitucionales, sino también a proponerles que nos tomemos un momento de reflexión colectiva”, arrancó su discurso el presidente Alberto Fernández ante 90 legisladores, entre senadores y diputados, para abrir así las sesiones ordinarias del Congreso en el período 2021.

Junto a los titulares de la Cámara de Senadores, Cristina Fernández de Kirchner, y de Diputados, Sergio Massa, el mandatario manifestó que tiene “la certeza de que unidos pudimos dar pasos históricos para mitigar los efectos negativos de la pandemia que aún nos asola”.

De inmediato, agradeció a quienes se esfuerzan en el trabajo diario por combatir los efectos de la pandemia y destacó la labor de “empresarios, movimientos populares, iglesias, organizaciones sociales, científicos, fuerzas armadas y de seguridad, diplomáticos, universidades, equipos docentes y directivos”, por quienes pidió “un aplauso de pie y sostenido”.

“Puede resultar difícil valorar aquello que no sucedió, las consecuencias más graves que evitamos no se ven. Para todos estos argentinos que han desplegado su corazón al servicio de los demás, por favor pongámonos de pie y brindemos un sostenido aplauso”, pidió el mandatario al dar su mensaje ante la Asamblea Legislativa.

 “Solo 10 días después de hablarles el año pasado, la OMS declaró una pandemia para la cual no teníamos vacunas”, recordó en torno al comienzo de las medidas restrictivas por el coronavirus. “Se inició una crisis en la que el mundo debió aprender sobre la marcha, una crisis sanitaria que, en el caso argentino, coincidía con una economía escuálida, había un sistema de salud quebrado, que dejaba vencer vacunas”, remarcó y agregó: “Debíamos apagar un incendio sabiendo que se había acabado el agua”.

Con respecto a las medidas adoptadas para paliar la crisis producto del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) decretado el 20 de marzo de 2020, Fernández detalló: “Cada persona que lo necesitó, tuvo la atención necesaria. Desde el primer día tomamos decisiones y enfrentamos crisis, tuvimos que enfrentar a los que negaban la pandemia y decían que queríamos mantener encerrada a la gente, cualquier razón se volvió válida para promover banderazos. Ni un solo día bajamos los brazos. Construimos 12 hospitales en tiempo récord. Nuestros trabajadores de la salud dieron un ejemplo. Nuestros empresarios se movilizaron junto al Estado, Iglesia y movimientos populares”, expresó.

Para el Presidente, “éste no es el logro de un gobierno, sino el de una Nación puesta de pie para superar un percance”, al tiempo que felicitó a los gobernadores por su trabajo ante la pandemia.

“Pusimos el congelamiento de precios, el Ingreso Familia de Emergencia; nunca en la historia se había creado una política similar. Suspendimos los cortes de servicio, prohibimos los despidos sin causa y fuerza mayor, la doble indemnización para los despedidos con causa, 70% de los que emplean recibieron ayuda, con préstamos subsidiados. En el marco del ATP, creamos una línea de crédito a tasa 0”, recalcó en cuanto a la política económica de emergencia aplicada por la pandemia. Y agregó: “Aumentamos haberes y otorgamos bonos adicionales a los jubilados. Lo mismo hicimos con titulares de asignaciones y asalariados de menores ingresos”.

En su recorrido por el tiempo de su gestión, el Presidente destacó la ampliación de “la AUH a niñas y niños”, el refuerzo de la tarjeta alimentaria y, recordó, “con la ley de los 1000 días incrementaremos la asistencia durante el embarazo”.

En cuanto a los índices de pobreza, con valores elevados en todo el país, el mandatario admitió que “creció (la pobreza), y es una situación grave que vamos a revertir”.

Con respecto a las vacunas, Fernández destacó que, entre Argentina y México, “producimos juntos la vacuna de Oxford y AstraZeneca para todo el continente. Desde fines de diciembre estamos recibiendo, aunque al ritmo que no es el acordado, dosis de la Sputnik V. Hay una realidad, hoy el 10% de los países acapara el 90% de la vacunación. Seguiremos trabajando incansablemente para conseguir las vacunas”, prometió.

Sin mencionarlo directamente, hizo referencia al escándalo de las vacunas de privilegio que terminó con la renuncia obligada del entonces ministro de Salud, Ginés González García, y su reemplazo por Carla Vizzotti: “Las reglas se deben cumplir, Si se comenten errores, la voluntad de este Presidente es corregirlos”. Y aclaró: “Aun cuando en lo personal me causaba mucho dolor, tomé las decisiones que me correspondía. Ningún gobierno de la Tierra se puede arrogar el derecho no cometer errores. Deseo ser claro, no llegué a la presidencia para ser sordo a las críticas bienintencionadas, como tampoco llegué para dejarme aturdir por críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables de poderes concentrados que buscan sembrar la fractura profundizando las heridas”.

Con respecto a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y organismos internacionales por la deuda externa, Fernández le apuntó con dureza al expresidente Mauricio Macri: “El gobierno que me precedió recibió el préstamo más grande de la historia. Los 44.000 millones se esfumaron antes de que asumiéramos. En 2018 la Argentina fue sumergida en una profunda crisis. No tenemos que permitir nunca más un endeudamiento asfixiante”. Y anticipó que pedirá formalmente que se inicie “una querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y malversación de caudales que nuestra memoria recuerda. Somos nosotros los que queremos liberar de la deuda que otros tomaron. Sería bueno que reconozcan sus errores”, pidió y explicó: “No queremos apresurarnos en cerrar el acuerdo con el FMI, nuestro único apuro es el de poner de pie a la producción y el trabajo de miles de familias que han sido sumidas en la pobreza”.

En otro punto que generaba expectativas previas al discurso, el Presidente señaló que cuando asumió “el 70% de las obras públicas estaban paralizadas. Es un punto fundamental para tranquilizar la economía. Reactivamos la obra pública sin favoritismo ni exclusiones”, recalcó, pero aclaró: “Que cada familia tenga un techo sigue siendo un objetivo a cumplir. Por eso lanzamos el plan Casa Propia - Construir Futuro, cuya finalidad es alcanzar, a fin de 2023, 264.000 soluciones habitacionales en todo el territorio nacional”.

Asimismo, Fernández se refirió a la inflación como “la principal evidencia de nuestras deficiencias, es un problema multicausal, que debemos abordar de modo integral, con políticas económicas consistentes y diálogo. En 2020 pudimos reducir en 18 puntos la inflación que heredamos”, destacó.

En tanto, consideró que su Gobierno debe “hacer que los salarios crezcan y se estabilicen. Ninguna sociedad crece empobreciendo a los que viven de sus salarios. Nadie se salva solo, hay que coordinar esfuerzos para que el salario le gane a la inflación. Y creemos en el diálogo. Y en que la generación de trabajo es una prioridad, como hacer que los salarios crezcan y los precios se estabilicen”, profundizó el mandatario. Y destacó el “crecimiento de la construcción y del comercio. Esto impacta en el empleo formal. La industria recuperó todos los empleos que había perdido por la pandemia. Todas nuestras políticas están pensadas en un enfoque federal”.

Fernández consideró que su coalición de gobierno cree “en una economía ética, porque ninguna sociedad se desarrolla donde unos pocos progresan y otros quedan postergados. Y si alguien cree que me insulta llamándome peronista, quiero decirle que me enorgullece”, recalcó.

En cuanto al impuesto a las Ganancias, Fernández se comprometió a “incrementar el mínimo no imponible. Recuperar el salario medio es un desafío, quiero pedirles que apuren el tratamiento de la ley para que 1,2 millones de argentinos dejen de pagar ganancias”, solicitó a los legisladores.

Además, propuso “promover una ley para impulsar la industria hidrocarburífera. Podemos convertirnos en un exportador de energía mundial. Vaca Muerta es la segunda reserva de gas del mundo. Sabemos cómo hacerlo. YPF tienen proyectos que son competitivos a nivel mundial. Queremos que favorezca a los usuarios”.

Sobre la tarifas, eje central de las preocupaciones de los argentinos, el Presidente aseguró que dispuso “el congelamiento, que ahora debe regularizarse. El objetivo es que haya tarifas diferenciales, justas y razonables. Ordené el congelamiento y cumplí. El objetivo es que los subsidios abarquen a quienes los necesiten”, expresó y explicó que presentó “un proyecto de ley para desdolarizar las tarifas de los servicios públicos y adecuarlas a una economía que tiene sus ingresos en pesos. La pesadilla de tener que decidir entre alimentarse y pagar servicios ha llegado a su fin”, prometió.

Acto seguido, el Presidente se refirió a otros tres temas centrales: educación, telecomunicacioes y seguridad. “La educación tiene que ser una prioridad. Venimos de cuatro años de desinversión. Perdimos todos. La educación tiene que ser una política de Estado. Restituimos la paritaria nacional docente y se había abandonado la modernización”, dijo Alberto Fernández. Y convocó a “un acuerdo federal para la igualdad educativa. Quiero cumplir al término de mi mandato con la ley de financiamiento educativo”. Sobre la Telecomunicaciones, el mandatario recordó que, durante su mandato, se establecieron “como servicio público esencial y controlamos los aumentos. No voy a permitir que un negocio de unos pocos sea a costas de los argentinos”; y con respecto a la Seguridad, planteó que es “un derecho democrático. Por eso, decidí revertir la deuda salarial del personal de seguridad y devolver el paradigma de derechos que corresponde”.

El Presidente también se refirió a la situación de las Islas Malvinas: “De aquí en más, un Consejo Nacional sobre las Islas Malvinas plural e interdisciplinario, permitirá delinear estrategias de mediano y largo plazo. Esto nuevamente demuestra que un país unido no es una utopía inalcanzable. Nuestra estrategia de desarrollo concibe una Argentina bicontinental que va de La Quiaca al Polo Sur. Una Argentina que está dispuesta, de la mano de América Latina y de la gran mayoría de los países del mundo que en el 2020 han vuelto a apoyar nuestra posición en todos los organismos multilaterales, a mantener nuestro firme reclamo al Reino Unido para la reapertura del diálogo bilateral por la soberanía en los términos que plantean las Naciones Unidas”, sentenció. 

Al final de su extenso discurso, Fernández reiteró su agradecimiento “a la sociedad argentina por habernos acompañado activa y solidariamente en uno de los años más difíciles de nuestra historia. Nadie se salva solo. En la unidad y la solidaridad están las claves para construir una Argentina que despliegue todo su potencial económico, social, ambiental, científico y cultural”. Y concluyó: “Quiero ser recordado como un argentino que un día fue elegido como Presidente y fue capaz de servir a su Pueblo sembrando la mejor de las semillas que un ser humano puede sembrar: la unidad de su Patria más allá de las diferencias, la unión nacional más allá de la pluralidad de miradas, la concordia del país más allá de las razonables críticas. Que esa semilla crezca y germine es una tarea de todas y todos. De este tiempo de pandemia podemos hacer renacer un tiempo de esperanza fértil para una Argentina mejor. Unidas y unidos vamos a seguir recorriendo ese camino”.

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IG

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