Milei-Macri, una relación política cruzada por intrigas y desconfianzas mutuas
Aquella noche de octubre, cuando cerca de la madrugada le abrió las puertas de su casona en Acassuso a Javier Milei y a su hermana Karina, Mauricio Macri sintió que volvía a jugar en el primer equipo. Con Juntos por el Cambio fuera de carrera, el fundador del PRO se relamía con la posibilidad de gobernar a través del por entonces candidato de La Libertad Avanza. El economista libertario había acusado el golpe del sorpresivo segundo lugar en las elecciones generales y fue a los pies de Macri en busca de su apoyo de cara al balotaje. Pero lo que parecía ser una lisa y llana capitulación por parte de Milei, el devenir de los acontecimientos lo convirtió en otra cosa.
Con la victoria libertaria consumada, la conformación del gabinete le guardaba a Macri una sorpresa: el ofrecimiento unilateral a Patricia Bullrich para asumir al frente del Ministerio de Seguridad, un gesto que el expresidente interpreto como una movida en contra suyo. A partir de ese momento, y aunque su exministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo, también acabó por ingresar a la gestión, la idea de un cogobierno pareció quedar definitivamente sepultada. “Les deseo a ambos el mayor de los éxitos en este compromiso personal”, fue el mensaje de Macri, sugestivo, a través de las redes sociales.
Sin embargo, transcurridos los primeros tres meses de gobierno libertario, Macri no dejó de ser una fuente de consulta permanente para el presidente Milei, con quien comparte una clara afinidad ideológica. El estrecho vínculo que supieron tejer permaneció intacto pese a aquel desplante, que sí significo un enfriamiento en su relación con Bullrich. El viernes, sin ir más lejos, Macri fue uno de los primeros en saludar el “Pacto de mayo” presentado por el Presidente durante su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
“Un mensaje claro, firme y con coraje. Todos los argentinos tenemos que apoyar al Presidente y la clase política aceptar esta invitación en un gesto de humildad y grandeza”, escribió el viernes por la noche en su cuenta de X, para después asegurar que el llamado a la unidad nacional será acompañado por el PRO.
“El Presidente Macri sí la ve”, había dicho Milei el fin de semana pasado, durante una entrevista que concedió desde Washington, en los días previos a su presentación ante la Asamblea Legislativa. Cada vez que tiene oportunidad, el Presidente se deshace en elogios al hablar del fundador del PRO, con quien asegura contactarse “cada 10 días”. Desde que Milei asumió al frente de la Casa Rosada, no volvieron a verse personalmente, aunque cerca del exmandatario confirmaron a elDiarioAR que esa reunión estaría “al caer” (trascendió que se habrían encontrado “en secreto”, lo que fue desmentido por fuentes de ambos bandos).
Nada indicaría que, de concretarse, ese encuentro vaya a representar un cambio en la dinámica del oficialismo. En el fondo, Milei siempre consideró a Macri una amenaza para su independencia política. Pero son los miembros de su mesa chica quienes más reparos ponen a un desembarco formal de los amarillos en el gobierno. Ni su hermana Karina, que hoy oficia de secretaria general de la Presidencia, ni su asesor estrella Santiago Caputo, ven con buenos ojos abrir el juego de la gestión. Tampoco el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, ni el ministro de Interior, Guillermo Francos, otras dos figuras gravitantes del esquema libertario.
Así y todo, en La Libertad Avanza ponderan el acercamiento “natural” que existió con el bloque PRO durante los debates de la Ley bases en el Congreso. Por eso Milei no reniega de su relación con su jefe de bancada, Cristian Ritondo, con quien se reunió a solas en su despacho de la Casa Rosada el miércoles pasado. Tampoco descartan la conformación de una alianza electoral para competir en las legislativas de 2025, algo que dio a entender el propio Presidente en varias de sus últimas entrevistas. “Aunque pensar en ese escenario todavía es hacer futurología”, se atajó un referente.
Desde las filas libertarias también esperan que Macri resuelva las tensiones que existen puertas adentro de su propio espacio. La pelea por los fondos de coparticipación entre Milei y el mandatario chubutense Ignacio Torres agitó las aguas de la interna del PRO y dejó al expresidente en el ojo de la tormenta. De acuerdo con trascendidos, la ministra Bullrich cuestionó a Macri por haberse llamado al silencio luego de que se conociera la reunión que mantuvo con Torres horas antes de que se desatara el conflicto. El fundador del PRO habría intentado intermediar sin éxito entre Torres y Milei, lo que motivó distintas versiones. Si no hay imprevistos, Macri será consagrado como titular del partido el próximo 19 de marzo. A partir de allí, especulan en el oficialismo, otro puede ser el cantar.
PL/DTC
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