Milei suspende la formación de nuevos diplomáticos y deja más de 50 posiciones vacantes en embajadas y consulados

En el año en que el gobierno de Javier Milei decidió suspender por primera vez en tiempos normales el concurso de ingreso al Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), un funcionario con acceso directo al Presidente se encarga personalmente de proponer la eliminación del cuerpo diplomático. La escena es coherente. La medida, anunciada en marzo pasado, fue justificada como una suspensión operativa acotada a 2025, pero la simultaneidad con propuestas más radicales sugiere que podría no tratarse apenas de una pausa.
En los pasillos del Palacio San Martín, el clima es de incertidumbre y repliegue. Según diversas fuentes, muchos diplomáticos que debían rotar este año no fueron renovados y sus reemplazos aún no llegaron. Sin instrucciones claras, varias representaciones quedaron semiparalizadas. Se estima que hay al menos cincuenta cargos —entre embajadas, consulados y agregadurías— que quedaron vacantes en las últimas semanas, sin previsión de cobertura ni continuidad operativa. Aunque no hay confirmación oficial, el dato circula como un hecho entre quienes conocen los movimientos internos del Ministerio de Relaciones Exteriores que comanda Gerardo Werthein.

Desde Cancillería confirmaron que, tras un análisis de personal y necesidades del servicio, no era imprescindible convocar nuevos ingresos al ISEN. La Jefatura de Gabinete respondió al Congreso que el instituto continúa con sus funciones de capacitación interna y que existen antecedentes —en 1992 y durante la pandemia— donde también se suspendieron concursos. “Esta decisión responde a las limitaciones operativas y tiene incidencia sólo por este año”, justificó Guillermo Francos en su último informe de gestión. Pero diplomáticos de carrera no comparten la mirada oficial: lo leen como una fractura en una continuidad institucional iniciada en 1963.
“Es grave que se intente poner en el plano de la discusión ideológica a un área que históricamente fue de excelencia”, fustigó uno de ellos en diálogo con elDiarioAR, que prefirió resguardar su identidad. Es la misma incomodidad que derivó en la renuncia del director del ISEN, Renato Carlos Sersale di Cerisano, diplomático con trayectoria en destinos clave como Alemania y Reino Unido. En marzo pasado, Sersale envió una carta al canciller expresando su disconformidad con la suspensión del concurso, que consideró una medida desatinada. Para el cuerpo diplomático, la interrupción no es sólo una omisión operativa: es un quiebre simbólico e institucional.

El concurso anterior, correspondiente a la promoción 60, fue convocado y ejecutado durante 2024, ya bajo el gobierno de Milei. Ese dato refuerza que la suspensión decidida para 2025 no obedece a una transición administrativa heredada, sino que forma parte de una estrategia deliberada del oficialismo.
La medida ocurre en paralelo a un rediseño más amplio dentro de la Cancillería. La salida de Diana Mondino, reconocida dentro del cuerpo diplomático como una interlocutora razonable en el marco del gobierno libertario, y su reemplazo por Werthein —empresario sin experiencia diplomática, con llegada directa a Milei— profundizó la idea de que se busca desmontar las estructuras profesionales del Servicio Exterior. Werthein trabaja desde hace semanas en un plan de fusiones y recortes de misiones, mientras evita pronunciarse sobre el futuro del ISEN.
“Diplomacia de la libertad”
Al malestar puertas adentro de la Cancillería se suma una propuesta disruptiva que circula desde Madrid. Alejandro Nimo, agregado comercial en la embajada argentina en España, le elevó recientemente al presidente Milei un documento de veinte páginas titulado “La diplomacia de la libertad”, tal como reveló elDiarioAR. Allí propone reemplazar el Servicio Exterior de la Nación por una “diplomacia móvil”, basada en teletrabajo, consulados gestionados desde Buenos Aires y cámaras empresariales cumpliendo el rol de las agregadurías comerciales. En su visión, el Estado es una estructura obsoleta que sostiene una ilusión de “bienestar socialista”. Las embajadas, considera, deberían reducirse a tres diplomáticos y dos asistentes, o directamente desaparecer.
La propuesta —elaborada desde la residencia diplomática de la calle Fernando el Santo, donde se espera el desembarco del nuevo embajador Wenceslao Bunge, empresario cercano al oficialismo— no es menor. Nimo no es diplomático de carrera, pero fue ratificado en su puesto por la actual gestión. Según él mismo, Milei avaló sus ideas y lo instruyó a presentarlas al canciller Werthein.

El contraste entre el cierre del ISEN y el plan de Nimo ayuda a interpretar el contexto. Lo que está en juego no es sólo una decisión presupuestaria: es la concepción misma de qué significa tener un servicio exterior profesional. En el Congreso, durante el último informe de gestión de Guillermo Francos, diputados de la oposición advirtieron sobre la gravedad institucional de la suspensión del concurso y se preguntaron si se busca eliminar deliberadamente la pluralidad de voces en el Ministerio. La respuesta oficial nunca llegó.
La inquietud se extiende también a la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN). Por tradición, los diplomáticos evitan confrontar públicamente al Poder Ejecutivo. Pero en privado admiten un creciente temor a represalias. Se vive, dicen, una purga silenciosa: se premia la lealtad ideológica y se margina la trayectoria técnica. Algunos funcionarios están en situación de acefalía operativa, y otros no saben si podrán seguir cumpliendo funciones el próximo mes.
El ISEN, con su concurso anual, es una de las pocas instituciones del Estado que garantizaba un ingreso por mérito, con reglas claras y continuidad más allá de los gobiernos. La interrupción de ese mecanismo es, al mismo tiempo, un golpe simbólico y práctico. En lugar de formar cuadros profesionales, el Gobierno comienza a reemplazarlos por designaciones políticas. El caso de Nimo es paradigmático: desde su puesto en la embajada más importante de Europa, predica la disolución del mismo cuerpo al que formalmente representa.
PL/DTC
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