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La oposición va a facilitar el Presupuesto en Diputados, pero pretende no parecer dócil o intransigente

Cristian Ritondo, Juan Manuel López y Mario Negri

Andrés Fidanza

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El Gobierno está a un paso de superar su primera prueba de fuego en la nueva cámara de Diputados. Tras la derrota de las legislativas, el Congreso se volvió un escenario aún más empatado que antes del recambio. El Frente de Todos no cuenta con quórum propio ni en Diputados ni en el Senado. Y eligió empezar su raid legislativo por el presupuesto 2022. Un proyecto que incluye una previsión entre optimista y fantasiosa: un nivel de inflación de 33 puntos para el año próximo.

La hoja de ruta oficial prevé obtener dictamen favorable este miércoles en la comisión de Presupuesto. Y que el jueves se apruebe en Diputados. Con mayoría en la comisión presidida por Carlos Heller, en esa instancia el FdT no necesita el voto positivo de Juntos por el Cambio.  

El objetivo de La Rosada es sancionar el proyecto en el Senado antes de fin de año. Para lograrlo, tiene que alcanzar el quórum que habilite la sesión en Diputados. Ese es su principal desafío. El primero de los que se le vienen, con una agenda parlamentaria recargada: el demorado plan plurianual y el acuerdo con el FMI son algunos de los proyectos que el gobierno pretende aprobar durante el verano. 

Con 118 bancas, Sergio Massa necesita del acompañamiento de 11 diputados. Hay seis avales que el presidente de la Cámara da por descontados. ¿Cuáles? Las cinco bancas que integran el interbloque de Provincias Unidas. Lo componen Luis Di Giácomo y el ex ministro de Hacienda de Río Negro Agustín Domingo, ambos de Juntos Somos Río Negro. El referente político de ambos es el ex gobernador y senador Alberto Weretilneck, de buen diálogo con La Rosada. También, los misioneros Flavia Morales y el electo Carlos Fernández, más Rolando Figueroa, del Movimiento Popular Neuquino. 

“Estamos negociando cuestiones para la provincia y, en la medida en que veamos que están en el presupuesto, veremos. Calculo que apoyaremos”, se sincera ante elDiarioAr el diputado Di Giácomo. ¿Cuál es el pliego de condiciones que pidieron los representantes de las Provincias Unidas? Una lista de obras que incluye: rutas, trabajos de saneamiento, troncales de fibra, fondear la Ley ovina y facilidades impositivas para que la empresa argentina Invap iguale condiciones de otras compañías del Estado.

A dos voluntades de llegar al quórum de 37 en el Senado, Cristina Kirchner también cuenta con el acompañamiento del senador Weretilneck. La misionera Magdalena Solari Quintana sería la otra senadora que facilitaría el piso necesario y la sanción definitiva del presupuesto la semana próxima en la cámara alta.

En Diputados, Massa suma en su poroteo al patagónico Claudio Vidal, de Somos Energía para Renovar Santa Cruz (SER). 

En una postura más crítica hacia el texto defendido el lunes por el ministro Martín Guzmán, el Interbloque Federal todavía no dio su aval al presupuesto. Por el contrario, sus ocho integrantes se muestran escépticos. 

“Iremos viendo. Por ahora el gobierno parece haber venido por compromiso y sin intención de cambiar nada importante. La proyección de inflación al 33% es irreal y condiciona toda proyección presupuestaria”, se queja el lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez. En el interbloque Federal, el más numeroso de los espacios no alineados con el FdT ni con JxC, comparten militancia Rodríguez con Graciela Camaño, más los socialistas Enrique Estevez y Mónica Fein, tres cordobeses que responden al liderazgo del gobernador Juan Schiaretti y el líbero Florencio Randazzo.

“Guzmán debería convencer a sus compañeros de que es malo querer llevarnos a los apurones. No es bueno para el país que el Ministro de Economía, cabeza de los negociadores, pase por el Congreso sin reunir consenso. Le dan una ventaja a los acreedores”, opina Rodríguez ante elDiarioAr. 

Los tres embajadores de Schiaretti agregan cuestionamientos (y exigencias) al texto de Guzmán. “Se hace muy difícil pensar que se puede votar en representación de los cordobeses un presupuesto que hace oídos sordos a todos los planteos de una provincia que pone la friolera de 270 mil millones de pesos todos los años en concepto de retenciones agropecuarias, para tener este tratamiento de silencio total respeto de cuestiones tan sensibles para la vida de los cordobeses”, condiciona el diputado Carlos Gutiérrez. 

El pataleo del delegado cordobés llegó tras la presentación del ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis. Fue este martes, durante la segunda ronda de exposiciones del Ejecutivo en Diputados. Katopodis anticipó que la obra pública aumentará un 77% respecto al 2021.

Frente a un gobierno sin quórum propio, la votación del presupuesto es la instancia ideal para establecer una suerte de paritaria federal de hecho. Una negociación a cara de perro entre los representantes provinciales y La Nación. 

¿Qué actitud tomarán los 116 diputados de Juntos por el Cambio? A menos de 48 horas para que se convoque a la sesión, no existe postura unificada. “Tenemos matices sobre el sentido de la responsabilidad con los que tratan de ejercer una oposición más dura”, revela un diputado cambiemita que tiene voz y voto en la comisión de Presupuesto.

El radical Martín Tetaz, perteneciente a la tribu de Martín Lousteau, aseguró que darán quórum. El macrista Luciano Laspina coincidió. Pero el bullrichista Federico Angelini los contradijo: “No vamos a dar quórum para sesionar en estas condiciones”, se plantó el diputado santafesino. El economista Ricardo López Murphy, quien optó por armar un monobloque dentro del paraguas de JxC, se sumó a las filas del no. “No lo aprobaría jamás ni le daría quórum, por eso tenemos una gran discusión dentro de la oposición”, admitió el exministro de La Alianza. 

Sobre ese magma internista, el radical Mario Negri hace equilibrio. El cordobés negocia a tres bandas con Massa, los halcones cambiemitas y los sectores no alineados de la Cámara. Cristian Rotondo, que se encamina al estrés de tener que conducir un interbloque astillado en diez espacios, se ubica en una situación (incómoda) parecida a la de Negri.

“Ellos tienen el número para dictaminar el miércoles. Así que habrá sesión el jueves. Juntos está por la abstención en general, pero puede variar”, afirma un diputado cercano a Negri. “Estamos entre la abstención o votar en contra, dando quórum”, aporta otro radical crítico de la conducción de Negri. 

En concretísimo, la coalición opositora pretende que el gobierno cuente este jueves con un presupuesto aprobado en Diputados. Pero quiere facilitar ese escenario sin pagar costo alguno. Sin pagar ninguno de los dos costos en pugna, en realidad. ¿Cuáles? El de mostrarse dócil ante el gobierno o el de parecer demasiado intransigente.

AF

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