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Un policía mató a un joven en Córdoba: investigan si fue exceso de legítima defensa, gatillo fácil o ajuste de cuentas

Víctor Gustavo Calderón de 21 años fue asesinado por un policía en Córdoba

Gustavo Molina

Córdoba —

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La muerte de un muchacho de 21 años a manos de un policía trajo de nuevo la sobra del gatillo fácil en Córdoba: la víctima tenía 13 orificios de bala y murió ayer a la madrugada, mientras intentaban salvarle la vida en la Guardia del hospital “Eva Perón” en la zona sur de esta Capital.

Esta mañana circuló por algunos medios y por las redes sociales la versión de que Víctor Gustavo Calderón (21) había sido víctima de un caso de gatillo fácil. Después, la versión, cuando se supo que el policía que mató al muchacho estaba de civil, mutó a exceso en su legítima defensa. Y algunos viejos investigadores deslizaron la hipótesis de que se tratara de un ajuste de cuentas entre delincuentes y que el presunto asalto a un policía sólo haya sido sólo una fachada.

La versión oficial difundida por la Policía de Córdoba indica que el martes a las 23.24 “en barrio Parque de la Vega III, un joven de 21 años quien circulaba como acompañante a bordo de una motocicleta junto a otro sujeto (que luego se dio a la fuga), mediante amenazas de arma de fuego, habría intentado sustraerle una motocicleta a un efectivo policial que se encontraba franco de servicio. Este último se identificó como tal y se produjo un intercambio de disparos. El sujeto fue trasladado al hospital Eva Perón donde murió Asimismo, se procedió al secuestro de dos armas de fuego. Se investigan las circunstancias en que ocurrió el suceso. Tomó conocimiento e intervención la Fiscalía del Distrito IV Turno IV. En tanto que el funcionario policial fue puesto a disposición de la Justicia a fin de esclarecer el hecho”.

Un parte interno de la Policía, agrega que agentes del Móvil 8699 toman conocimiento “de un masculino herido de un intercambio de disparos y que lo llevarían en vehículo particular”. Los policías entrevistaron a la madre del joven herido, María Isabel Rodríguez, quien les dijo que su hijo fue trasladado por su cuñado Marcos Molina en un auto particular. Tras ser sometido a tareas de reanimación durante 45 minutos, la víctima murió.

Ese mismo parte detalla que la víctima presentó “13 orificios de arma de fuego, cinco en tórax posterior, dos en tórax anterior derecho, tres en miembro posterior y tres en miembro inferior, procediendo al secuestro de la ropa del mismo, realizando la correspondiente entrega del procedimiento a la Unidad Judicial de Homicidios”.

La fiscal Liliana Copello a cargo de la investigación confirmó que la víctima tenía 13 orificios de bala: “Es así, se trata de 13 orificios. La persona que falleció habría recibido 13 disparos. El policía está imputado y va a estar aprehendido hasta que se esclarezca la situación. Vamos a tratar de establecer si hubo un exceso en la legítima defensa”, les dijo la fiscal a distintos medios, entre ellos a elDiarioAR. Desde la Policía no quisieron confirmar la cantidad de disparos que recibió la víctima: “Eso lo tiene que decir la Justicia con la autopsia, porque resta evaluar si son de ingreso o salida”.

La fiscal Copello explicó que “esto sucedió el martes cerca de las 23 horas en calle Cleto de Aguirre intersección con Pincén en barrio Parque Las Herras III; lo que sabemos es que dos sujetos a bordo de una motocicleta habrían intentado sustraer la motocicleta a un personal policial, y habría habido un intercambio de disparos entre el policía y los ladrones y resultó herida una de las personas que quiso sustraer la moto del personal policial y fallece en un hospital próximo al lugar. Es conducido por los familiares”.

La fiscal Copello imputó y ordenó la detención del policía Franco Paglino (28) por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Sobre cómo sucedieron los hechos, la funcionaria judicial indicó que “es materia de investigación; se han secuestrado dos armas, la reglamentaria del personal policial y otra arma que habría quedado en el lugar, al igual que vainas de dos armas de fuego”. 

Copello informó que el presunto cómplice de Calderón “se dio a la fuga a bordo de la motocicleta. Todavía no lo hemos identificado. Con el devenir de la investigación vamos a lograr establece quién la otra persona que participó”, a la vez que dijo que hay una testigo que confirma que hubo un intercambio de disparos entre los delincuentes y el policía.

¿Gatillo fácil?

La legisladora del MST y el Frente de Izquierda Unidad, Luciana Echevarría acusó que el crimen de Víctor Calderón es un nuevo caso de gatillo fácil: “Siempre pasa lo mismo, un tiroteo donde el policía no tiene ni un rasguño y la víctima resulta herida o muerta. En este caso tenemos a un chico asesinado con 13 balazos. Aunque esperamos lo peor de esta Policía mafiosa asesina, de (Juan) Schiaretti y el ministro (Alfonso) Mosquera, sinceramente logran sorprendernos. Un chico de 21 años asesinado de 13 balazos y dejado tirado en la vía pública es realmente un hecho aberrante. Lo peor es el total encubrimiento por parte de todos los poderes. La Justicia da por cierta la versión oficial de la Policía sin una mínima investigación, cuando bien sabemos que la policía planta armas y arma causas para ocultar su accionar represivo y violento y garantizarse impunidad. Resulta al menos sospechoso que si se trató de un enfrentamiento una de las partes tenga 13 balazos y la otra ni un rasguño. Por supuesto el Gobierno guarda silencio cómplice, como hizo con Blas (Correas) y con todas las víctimas de su Policía”..

La madre de la víctima, María Isabel Rodríguez le dijo a Radio Universidad que cuando ocurrió el tiroteo, “estaba durmiendo. No sé nada de lo que pasó ahí”. La familia vive a cuatro cuadras de donde fue baleado Víctor Calderón y la mujer agregó que junto a su cuñado, llevaron al chico hasta el hospital “Eva Perón”.

Abigail Calderón, hermana de la víctima le contó a los medios que “mi hermano estaba tirado, los policías se reían, no le dieron ayuda. Decían ”uno menos“ y se reían. Hasta que llegó mi hermana con el auto, lo alzaron y lo llevaron al hospital, pero no pudieron salvarle la vida”.

La fiscal Liliana Copello deberá determinar si el crimen de Víctor Calderón se trató de un exceso en la legítima defensa durante un asalto o si Paglino tiene otro tipo de responsabilidad.

GM

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