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Qué es “el virus del camello” que afecta al plantel de Francia y preocupa más que Messi de cara a la final con Argentina

Adrien Rabiot y Dayot Upamecano (en la imagen rodean a Griezmann), sufrieron el virus y no pudieron jugar ante Marruecos.

elDiarioAR

15 de diciembre de 2022 15:59 h

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El virus del síndrome respiratorio del Medio Oriente, conocido como “Virus del Camello”, que afecta al menos a tres jugadores de la Selección de Francia que enfrentará a la Argentina en la final de la Copa del Mundo de Qatar 2022, “puede dar cuadros de neumonía graves o gripe, tiene menor contagiosidad que la Covid-19 pero se transmite igual por vía área, por lo que las medidas de prevención son las mismas, según remarcó un infectólogo.

“El virus referido a los contagios de los jugadores franceses, asociado a los camellos, seguramente es el que provoca el MERS (por sus siglas en inglés), un coronavirus que generó distintos brotes en las dos últimas décadas en el Medio Oriente, principalmente por el reservorio que tienen los camellos y se demostró que tiene menor poder de contagiosidad a la fecha, respecto a lo que sabemos del SARS-CoV-2, que provoca el coronavirus”, informó este jueves a Télam el jefe del servicio de infectología del Hospital Cuenca Alta, de Cañuelas, Javier Farina.

Cómo afectó a la selección de Francia

Por ahora son cinco los jugadores afectados por el virus, después de que Raphael Varane e Ibrahima Konaté se sumaran en las últimas horas a Kingsley Coman, que sufrió síntomas el jueves. Dayot Upamecano y Adrien Rabiot ya se han reincorporado a los entrenamientos con el resto de la plantilla, después de que el virus les obligara a perderse la semifinal contra Marruecos del miércoles.

La sensación en el interior de la expedición francesa es de preocupación, pero no de pánico. Los médicos descartan que se trate de COVID y también que los síntomas sean demasiado graves. Algo de fiebre, malestar y poco más.

La bajada de las temperaturas en Doha en los últimos días y el aire acondicionado, muy fuerte en el interior de muchos lugares, son las causas que apunta el cuerpo médico francés.

A Upamecano, el primero en tenerlo, apenas le duró dos días e incluso estuvo en el banquillo contra Marruecos. No salió porque no se había entrenado los días previos y Didier Deschamps prefirió colocar en el eje de la defensa a un jugador más fresco, Ibrahima Konaté.

Rabiot, el segundo, vio la semifinal en el lujoso hotel de concentración de su selección y no participó de la fiesta en el vestuario, pero al día siguiente ya pudo ejercitarse y este viernes lo hizo con el resto de los compañeros, por lo que está a disposición del seleccionador.

Coman tenía ya algún síntoma el miércoles y el entrenador prefirió no sacarle en el partido ante Marruecos, pese a que hasta ahora había sido el reemplazo habitual de Ousmane Dembélé. Desde entonces, también se encuentra aislado.

Lo mismo sucede con Varane y Konaté, los dos últimos que han tenido síntomas, sometidos al protocolo habitual de estricto aislamiento en sus habitaciones para evitar la circulación del virus. La memoria tiene frescos los gestos de prudencia, que según relató Dembélé se siguen con mucho cuidado, el lavado de manos, la distancia de seguridad o evitar al máximo los contactos.

“Té con jengibre y miel”

Pero el jugador del Barcelona le restó importancia. “No tenemos miedo. A Dayot y Adrien les hice un té con jengibre y miel y se pusieron buenos”, bromeó el extremo.

La preocupación llega porque el virus puede echar por tierra los planes de Deschamps. El seleccionador viene siguiendo un programa muy controlado, con un grupo reducido de jugadores, 24, tras las ausencias de Lucas Hernandez, que se lesionó en el primer partido, y Karim Benzema, que lo hizo dos días antes del debut de Francia, pero al que el seleccionador decidió no sustituir.

El resultado es que hay puestos muy sensibles en su esquema. Si Theo Hernandez, por ejemplo, contrajera el virus, habría que improvisar un lateral izquierdo. Contra Túnez, cuando Deschamps se dedicó a hacer experimentos, el elegido fue Eduardo Camavinga y el resultado no entusiasmó al seleccionador.

El virus parece, hasta ahora, afectar más al sector defensivo. Upamecano, Varane y Konaté, los tres centrales que ha utilizado el técnico por el momento. Si el plazo de restablecimiento es similar, todo apunta a que estarán disponibles para tratar de frenar a Messi y sus compañeros el domingo.

Pero, ¿qué pasa si la fiebre llega a un jugador como Kylian Mbappé o Antoine Griezmann, dos piezas clave en el dispositivo francés? Entonces, las cosas se pondrían más serias.

Fuentes de la concentración aseguran que se toman el asunto con seriedad. Los servicios médicos no están dudando en medicar a los jugadores que tienen síntomas. A dos días de una final la prioridad es ponerlos a disposición del seleccionador aunque haya que forzar un poco la máquina de las pastillas.

Algunos, como Varane, parece que ya sintieron algún síntoma antes del duelo contra Marruecos.

Por ahora, Deschamps ha comenzado a preparar el duelo frente a Argentina tras la jornada de recuperación del jueves posterior al partido contra Marruecos.

El reloj corre en contra de Francia, que tiene un día menos que Argentina para planificar el choque. El seleccionador necesita toda la atención y todas sus fuerzas para la batalla. El virus amenaza con impedírselo.

De qué se trata

Consultado sobre el virus, Farina -también miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI)- explicó que “puede dar un cuadro de neumonías graves o un cuadro respiratorio banal, como una gripe, pero tiene mayor letalidad que el SARS COV2, principalmente porque la afección es mucho más grande a nivel pulmonar que a las vías aéreas superiores del coronavirus”.

Según informa en su sitio web la Organización Mundial de la Salud (OMS), un alto índice de pacientes, cerca del 35% de los casos de personas con MERS notificados a ese organismo, fallecieron.

Qué relación tiene con el coronavirus

Farina señaló que el MERS y el SARS, denominado SARS CoV1 para distinguirlo del SARS CoV2, detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012, “son dos coronavirus que generaron brotes en varios Estados Miembros de Oriente Medio, África y Asia Meridional, aunque fueron contenidos y no tuvieron diseminación mundial hasta la fecha”.

Según la OMS, la transmisión de persona a persona del virus MERS “es posible y tuvo lugar predominantemente entre contactos directos y en entornos de atención de la salud”.

“Los mayores brotes se produjeron en establecimientos de salud de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Corea del Sur. Fuera de los entornos de atención de salud, no se documentó una transmisión sostenida de persona a persona en ningún lugar del mundo”, detalló el organismo internacional.

En tanto, Fariña indicó que como es un virus que se contagia por el aire, al igual que el SARS CoV2, “las medidas de prevención son las mismas, como el uso de barbijo, distanciamiento social y los lugares de mala ventilación y amontonamiento de personas son los más propicios para el contagio”.

Se prevé que la permanente exposición al aire acondicionado y el cambio de temperaturas que se producen en los ambientes en Qatar, además del cambio de clima de los últimos días, provocaron contagios de esta variante de gripe, que presenta síntomas tales como fiebre, tos, diarrea y vómitos.

Asimismo, el médico infectólogo recordó que para este virus “no hay tratamiento ni vacuna puntualmente efectivo hasta la fecha”.

Con información de Télam.

IG

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