El Gobierno y el sector salud negocian para solucionar los faltantes de insumos

Faltaba líquido de contraste para tomografías. Escaseaban los stents para cirugías. Ante esos faltantes de productos importados, el cuestionado secretario de Comercio, Matías Tombolini, y el subsecretario de Política Comercial, Germán Cervantes, citaron el martes pasado a representantes de asociaciones de médicos cardiólogos, prestadores del área de la salud y cámaras de proveedores de insumos médicos. En el encuentro se pudo clarificar que los artículos ya habían sido importados, pero estaban en manos de los proveedores, que retrasaban su venta o remarcaban por demás por temor a saltos de precios tras las elecciones, según altas fuentes de la Secretaría de Comercio. También se expuso que los líquidos de contraste están faltando en todo el mundo y se dispuso que el Estado negocie con China y otros países fabricantes para que no sólo se dé prioridad de abastecimiento al mundo desarrollado, según los mismos informantes. “Después de la reunión, se acabaron los faltantes”, afirmaron en Comercio.

“En nuestra clínica no hay faltantes, tenemos stock hasta diciembre”, comenta el director de una establecimiento privado de atención de salud del centro de Buenos Aires. “En el mercado hay algo de disponibilidad de material de contraste para comprar, pero los precios aumentaron un 400%. Puede ser que los proveedores especulen pero no los vamos a botonear porque es lógico que quieran cubrirse de eventuales devaluaciones”, agrega.

“Hablamos con los médicos para buscar opciones que reemplacen los faltantes a las cosas que prescriben”, explican en una de las principales prepagas. “Muchos proveedores no quieren vender su stock porque no saben cuándo y a cuánto lo van a reponer. Hay faltantes, pero no las vamos rebuscando. Si alguien pide un insumo de tal marca y no hay, pedimos por cuál podemos reemplazarlo, por qué otra marca. La verdad es que no tuvimos que dejar de hacer tomografías ni estudios por falta de contraste. Para las cirugías programadas, si alguien pide tal prótesis, no hay. Si no es de urgencia, se espera hasta que se consigue. Le pagamos 30% adelantado un insumo al proveedor porque no sabe cuánto le va a salir en dólares”, añaden en la empresa de medicina privada.

“Estuvimos apretando mucho para que se armara una mesa y volviera la automaticidad que tenían las importaciones de los insumos médicos”, comenta un importador. “Antes hacían un orden de prioridades en función de la demanda de las obras sociales, las prepagas y los hospitales públicos. Lo van a normalizar, como normalizaron lo de la nafta... Está habiendo mala praxis”, completa el importador y apunta que detrás de todo el asunto de las compras externas está el jefe de la Aduana, Guillermo Michel.

“La situación es crítica en todos niveles, desde insumos médicos hasta medicamentos o materias primas para producirlos”, comenta un gestor de autorizaciones del Sistema de Importaciones (SIRA), que depende de Tombolini y Cervantes. “Incluso remedios para enfermedades severas como artrosis o epilepsia. Los laboratorios locales que los producen tienen frenados los pagos y los proveedores les dejaron de mandar los insumos. Se hacen reclamos a las autoridades, a veces los atienden en un mes y otras veces nunca, pero no se observan soluciones estructurales. En el sector cardiológico, la situación es más grave, faltan stents, se reprograman cirugías, por lo menor hasta ayer ocurrió, y se reutilizan insumos médicos.

En el encuentro del martes con Tombolini también estuvieron presentes autoridades del Ministerio de Salud. Allí se estableció una mesa de trabajo conjunta para establecer prioridades y encauzar diferentes situaciones que afectan al sector. “A partir de las tensiones que se vieron durante las últimas semanas convocamos a los sectores para escucharlos. Tomamos nota de cuáles son los problemas que ellos identifican. Fundamentalmente, nos pusimos de acuerdo en una hoja de ruta que tiene que ver con compartir la información y ordenar situaciones puntuales de acuerdo a parámetros de criticidad”, destacó el secretario de Comercio al término de la reunión.

Tombolini y la subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica del Ministerio de Salud, Natalia Grinblat, escucharon las distintas problemáticas de los actores del sector e informaron sobre el estado global de aprobaciones y montos referidos a importaciones de insumos y productos médicos. Se les informó a las cámaras que en 2023 se aprobó el 100% de las SIRA para la mayoría de las empresas del sector. En lo que va del año, las principales firmas, entre las cuales se encuentran 712 empresas de laboratorios, principios activos, insumos, equipamiento, entre otras, solicitaron SIRA por un total de US$3.903 millones. El monto representa un 25% de incremento respecto a igual periodo del año anterior. Septiembre fue el mes con más autorizaciones, con una suma de US$581,5 millones en medicamentos y afines. En comparación con el promedio mensual de enero a agosto, que había sido de US$392 millones, el mes pasado hubo un incremento del 47,2%.

Al finalizar la audiencia, el vicepresidente primero de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), Pablo Stutzbach, opinó: “El encuentro fue muy positivo porque permitió comprender cómo funciona el sistema y mostrar lo que vemos nosotros, que somos los que estamos en el frente de batalla con el paciente”. El secretario de la Federación Argentina de Prestadores de Salud, Mario Lugones, apoyó la decisión de la Secretaría de Comercio de “hacer una fórmula donde se pongan las prioridades” y remarcó: “Me parece que el que estamos empezando es un buen camino”. Tombolini remarcó: “Esta mesa nos permite empezar a ver cómo resolver las tensiones. También nos da la posibilidad de escuchar, dialogar y reconocer qué cosas tenemos que hacer mejor y qué cosas están hechas. Lo importante es trabajar en función de un solo objetivo que es que los pacientes reciban la mejor atención”.

AR/JJD