Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Otro capítulo de la interna en el oficialismo

YPF pide que Guzmán controle el apetito de las petroleras por exportar a Europa y abastezcan primero el mercado interno

Pozo de YPF en Loma Campana, en la formación neuquina Vaca Muerta.

Alejandro Rebossio

0

Martín Guzmán recibió el pasado lunes al CEO de YPF, Sergio Affronti, y al presidente de esta petrolera, el cristinista Pablo González, pero no sólo hablaron de la nueva obsesión del Ministro de Economía: la posibilidad de que la Argentina exporte gas natural licuado (GNL) a Europa en 2026, una vez que se construyan nuevos gasoductos y una planta de licuefacción, inversiones multimillonarias mediante. Los ejecutivos están preocupados porque la Secretaría de Energía, que dirige Darío Martínez y depende de Guzmán, controle que las petroleras privadas no se entusiasmen demasiado con exportar petróleo a la Unión Europea, cuyo Poder Ejecutivo, la Comisión, propuso este jueves a los estados miembros que en seis meses dejen de comprarle a Rusia. Es que YPF necesita crudo para abastecer su refinería de La Plata y así suministrar nafta y gasoil al mercado interno. Y la ley de hidrocarburos establece que primero debe satisfacerse la demanda interna y sólo después exportar. Claro: la diferencia es que en el mercado local el barril se paga a 60 dólares, por pedido del Gobierno, y en el exterior trepó de 103 a 113 en la semana por la noticia de la Comisión Europea.

“No podés centrarte en GNL cuando las petroleras prefieren exportar el crudo: Guzmán y Martínez tienen que ponerles un freno”, advierten en YPF, en lo que puede leerse como otro capítulo de las peleas entre el ala gubernamental que responde a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro al que respalda Alberto Fernández. En la petrolera estatal advierten de que la producción está 10% arriba de 2019 y el puerto de Coronel Rosales, en el sur de la provincia de Buenos Aires, se encuentra en un nivel récord de exportación. El oleducto de la firma Oldelval, que pertenece a YPF y a seis petroleras privadas y que conecta Vaca Muerta con Coronel Rosales, “no va a alcanzar, va a haber un cuello de botella”, alertan en la firma estatal.

A fines de marzo, ante el faltante de gasoil que ocurría entonces en el inicio de la cosecha gruesa (de maíz y soja), YPF convocó a una reunión a las demás petroleras para pedirles que elevaran su suministro a las refinadoras locales, sobre todo a la la empresa estatal en La Plata. Esa instalación, al igual que la de Raízen (de la angloholandesa Shell y la brasileña Cosan) en Dock Sud, necesitan petróleo pesado, como el llamado Escalante, que se produce en el Golfo San Jorge, entre las provincias de Chubut y Santa Cruz. Allí, está cayendo la producción de YPF y por eso esta compañía demanda de otras para la planta de la capital bonaerense.

“Entreguen más crudo porque no tenemos y si no, les cruzamos los barcos exportadores”, amenazaron en YPF en aquel encuentro. Se referían a que la Secretaría de Energía les bloqueara las crecientes exportaciones para que primero abastecieran el mercado local. Cada vez que una empresa quiere concretar un envío al extranjero, debe informarlo a las autoridades y a las refinadoras locales, que pueden pedir que primero se les suministre a ellas.

En aquella reunión, todas las empresas privadas se comprometieron a enviar más petróleo al mercado interno a costa de exportar menos, tanto las que producen el Escalante como las que extraen el Medanito, liviano, en Vaca Muerta. Entre las principales productoras del Golfo San Jorge figuran Pan American Energy (PAE, que administran los Bulgheroni y es dueña de Axion), y que redujo exportaciones para llevar su refinería de Campana al máximo de producción en abril; Tecpetrol (grupo Techint), Pluspetrol (de las familias Rey y Poli) y CGC (de los Eurnekian), que prometieron enviar más a las plantas de YPF y Raízen. También Vista Oil & Gas, que dirige el ex presidente de YPF Miguel Galuccio, y Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, prometieron abastecer de más crudo Medatino al mercado interno, aunque era el Escalante el que más se requería para producir diesel. Esas promesas solucionaron en parte la escasez de gasoil en el campo, pero también fue fundamental que YPF se comprometiera a importaciones extra, a pérdida.

En las empresas privadas apuntan por lo bajo a la empresa estatal por disminuir la inversión en el Golfo San Jorge para privilegiar Vaca Muerta. El ambiente se recalentó en las últimas semanas cuando Cristina Kirchner vio que Galuccio, de buena relación con ella, recibió a la diputada María Eugenia Vidal en sus pozos en Neuquén.

La actividad económica que sigue creciendo en la Argentina, aunque a menor ritmo desde marzo; la cosecha, la escasez mundial de hidrocarburos por la guerra y las nuevas sanciones de la UE a Rusia tensionan al máximo las necesidades de abastecimiento interno. También abren oportunidades a las petroleras con presencia local para hacer negocios exportando y al Gobierno para captar las divisas que necesita el país.

De todos modos, lo que la Argentina pueda venderle a Europa es ínfimo. Sólo produce 580.000 barriles por día, frente a los 100 millones que se consumen en el mundo. Estados Unidos fue el primer productor en 2021, con 10,2 millones, seguido por Rusia, con 9,7 millones y Arabia Saudita, con 9,3 millones. En las empresas privadas opinan que la Argentina tiene en la actualidad una oportunidad de exportar un poco más, pero depende del cuello de botella entre las necesidades de abastecimiento interno y también las posibilidades de transportar el crudo hasta el puerto de Coronel Rosales. Oldelval acaba de terminar el llamado Plan Vivaldi, que con US$ 45 millones amplió en 25% su capacidad de transporte, pero condiciona inversiones adicionales por 500 millones a la ampliación de la concesión, que finaliza en 2027 pero que requiere un mayor horizonte para recuperar el dinero enterrado, según sus accionistas. “Estimo que este año no habrá un cuello de botella en el oleoducto, pero depende de si todas las empresas incrementan su producción”, advierten en el sector.

Absatecer, exportar

Un experto en energía que prefiere el anonimato opina que no debería faltar petróleo en el mercado interno este año si la Secretaría de Energía controla bien las exportaciones. “En marzo y principios de abril tuviste falta de gasoil por varios motivos: parada técnica en la refinería de Axion en Campana, aumento de la demanda, las refinadoras que no quieren importar (diesel) a pérdida y un faltante de petróleo Escalante para correr (suministrar) en las refinadoras locales. Pero sin ese faltante, hubiera escaseado igual el gasoil”, aclara el especialista, que desestima que el oleoducto de Oldelval llegue a usarse a tope este año, pero sí prevé problemas en 2023.

Otro consultor, Emilio Apud, ex director de YPF en el gobierno de Mauricio Macri, descarta que vaya a faltar petróleo en la plaza interna en el corto plazo. “Se está produciendo bien en Vaca Muerta. Todas las petroleras están tratando de que haya saldos exportables porque primero hay que abastecer al mercado local pero aquí les reditúa la mitad. Si el año próximo termina este gobierno, es probable que se acerquen los precios local e internacional y, en ese caso, la misma industria va a tener el incentivo para invertir en infraestructura para llevar el petróleo a los puertos. Así que tampoco a futuro habrá faltante”, se ilusionó Apud.

Jorge Lapeña, experto radical que se fue con polémica de la estatal Enarsa en el gobierno de Macri, advirtió que si llega a haber faltante de crudo por mayores exportaciones, es porque algún funcionario de Energía está incumpliendo su deber. “El faltante de gasoil de marzo fue muy grave porque sin gasoil, no hay campo. Fue un error imputable al Gobierno. Hubo exportaciones mayores a las necesarias, se derivó petróleo al exterior en vez de a la refinación interna y esto llevó a menor producción de gasoil. El Gobierno debería haberla compensado con mayores importaciones, y no cortar la demanda, como ocurrió. Y aquí viene otra anomalía: el gran divorcio entre el precio local y el internacional”, finalizó Lapeña, presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.

“Aquí sólo hay que aplicar la ley: sólo se puede exportar cuando el mercado interno está abastecido”, opina otro experto, Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Mosconi. “Ahora las refinerías están bien abastecidas y hay excedentes de producción para exportar. Pueden faltar gasoil y nafta por aumento de demanda y saturación de capacidad de refinación. La importación de productos es a pérdida”, analiza Rabinovich.

Mientras tanto, el Presidente viajará este martes a ver a su par español, Pedro Sánchez, y el miércoles al canciller (jefe de Gobierno) alemán, Olaf Scholz. No se descarta que viaje Guzmán, interesado en venderle ahora petróleo y dentro de cuatro años gas a Alemania y a los demás países necesitados de los hidrocarburos que quieren dejar de comprar a Rusia. Italia es otro interesado, al igual que Bulgaria y Polonia, a los que el gobierno de Vladímir Putin les ha cortado el suministro gasífero por resistirse a pagarlo en rublos.

También entre este martes y jueves se celebrarán las audiencias públicas para definir aumentos de las tarifas de gas y electricidad y la consiguiente quita de tarifas para las clases media y alta. El ministro de Economía apuesta a esta discusión para reducir el déficit fiscal con un criterio de equidad, pero también las petroleras, las generadoras eléctricas y las empresas de transporte y distribución de gas y luz están interesadas en recomponer en las tarifas para planificar sus inversiones. Allí también habrá tensión con el cristinismo. El interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Federico Bernal, aseguró a fines de abril que las audiencias públicas “no serán decorativas”: “La ciudadanía tiene que estar tranquila que no se hará nada que impida pagar el servicio público. Se terminaron las dudas entre pagar el gas o el colegio de los chicos”.

AR

Etiquetas
stats