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THE GUARDIAN
Entrevista - Joshua Aaron

El creador de la app que avisa de la presencia de agentes de migración y desespera al Gobierno de Trump: “Me protege la libertad de expresión”

Fotografía sin fecha específica de toma cedida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) donde aparecen dos de sus agentes durante el arresto de una persona en Houston, Texas (EE.UU.)

Sam Wolfson

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La amenaza constante de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) convirtió en cárceles los hogares de muchos migrantes indocumentados que viven en Estados Unidos. Salir de casa para ir al trabajo, a la escuela, a comprar comida o al médico conlleva riesgos considerables.

El músico retirado Joshua Aaron (tocó el bajo en la banda independiente de culto de los 2000 The Rosenbergs y más tarde lideró su propio grupo, Stealing Heather), que hoy es empresario de aplicaciones para celulares, se propuso crear una app capaz de detectar la presencia de agentes de ICE y alertar a la población, del mismo modo que los conductores avisan a otros de controles de tráfico en Waze.

Lanzada de forma discreta y sin ánimo de lucro en abril de 2025, IceBlock avisa en tiempo real de la presencia de agentes y, según asegura Aaron, protege con rigor el anonimato de sus usuarios. En apenas dos meses, la aplicación se disparó en las listas de descargas de la App Store de Apple, lo que llevó a la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, a arremeter contra el software y su fundador, acusándolos de “obstrucción a la justicia”. Noem también señaló que tiene intención de trabajar con el Departamento de Justicia para intentar procesar a la cadena de televisión CNN por informar sobre la aplicación.

La andanada de Noem solo sirvió para que la aplicación encabezara las listas de las más descargadas durante varios días (aunque ya desapareció del top 100). El mes pasado, la esposa de Aaron, Carolyn Feinstein, fue despedida del Departamento de Justicia en Austin, Texas.

La pareja cree que se trata claramente de una “represalia”, a pesar de que Feinstein no participó en el desarrollo o la promoción de la app, sino que trabajaba como auditoria forense del Programa de Administración Concursal de Estados Unidos del Departamento de Justicia, en casos relacionados con bancarrotas fraudulentas.

Pam Bondi me acusa y dice que más me vale “tener cuidado” ¿Por qué? Estoy protegido por la primera enmienda

Aaron es una personalidad poco habitual en este ámbito: tiene un carácter desenfadado, casi de estrella de rock, y escasa experiencia en la defensa de los derechos de las personas migrantes. Su trayectoria suscitó dudas sobre el grado de protección que ofrece la aplicación, sobre todo porque exige mantener activada la geolocalización en todo momento. Sin embargo, varias investigaciones independientes demuestran que sí mantiene el anonimato de los usuarios. Aaron habló con The Guardian una semana después del despido de su mujer.

—Ante todo, ¿qué le pasó a su mujer? ¿Por qué la despidieron?

—La despidieron como represalia contra mí. No pueden hacerme nada. No tengo miedo. Así que la despidieron.

—¿Le dijeron expresamente por qué la despedían?

—No, eso es lo más loco. En su carta de despido la acusan de falta de sinceridad, pero no mencionan la aplicación. Sin embargo, el Departamento de Justicia no tardó ni cinco minutos en responder a los periodistas que contactaron con ellos. ¿En serio que habían preparado un comunicado sobre el despido de una simple auditora de Austin? ¿Una portavocía para una auditora del Programa de Administración Concursal de Estados Unidos? Su trabajo no tenía nada que ver con la migración ni con ninguna otra actividad del Departamento de Justicia; son una división totalmente independiente que se centra en casos de bancarrota.

—¿Qué dijeron?

—Sacaron un comunicado en el que la acusaban de amenazar a agentes de las fuerzas del orden, de poner en riesgo la vida de agentes de ICE y de toda una serie de mierdas terribles. Nada que ver con la carta de despido que le entregaron. Todo empezó cuando [la conspiranoica activista de derechas] Laura Loomer la puso en la picota en X y luego dijo que había hablado con Tom Homan, [el “zar de la frontera” de Trump].

Homan apareció en la cadena Newsmax diciendo que había hablado con el Departamento de Justicia, que está [dirigido por] Pam Bondi. 24 horas después, mi esposa recibe una carta de despido firmada por el subdirector del Departamento de Justicia. Estaba bastante claro: de Loomer pasó a Homan, de Homan a Bondi y de ahí a “estás despedida”. Eso fue todo.

[Un portavoz del Departamento de Justicia dijo que descubrieron que Feinstein tiene una participación considerable en All U Chart Inc, la empresa que posee la propiedad intelectual de IceBlock. En un comunicado, afirma: “ICEBlock es una aplicación que utilizan los extranjeros ilegales para sortear su detención y pone en peligro la vida de los agentes del ICE al revelar su ubicación. El Departamento de Justicia no tolerará amenazas contra los agentes del orden”.

Aaron reconoce que su mujer siempre tiene una participación del 20% en todas las empresas que él funda. Lo describe como una medida de seguridad: si a él le ocurriera algo, Feinstein tendría la capacidad legal de hacerse cargo de la empresa sin trabas. Sin embargo, señala que ella no participó en el desarrollo o el funcionamiento de la aplicación IceBlock].

—Debe de ser duro para su familia.

—Trabajó allí casi 10 años. Tiene una amplísima experiencia en el sector privado, es realmente buena en lo que hace y, sinceramente, era muy querida por todos sus compañeros. Básicamente la despidieron y la acusaron de cosas horribles que no son ciertas. Es algo que duele muchísimo. Lo echa de menos enormemente.

—¿Le preocupan otras posibles represalias de la administración Trump?

—Pam Bondi me acusa y dice que más me vale “tener cuidado”. Por favor, vamos a ver. ¿Que más me vale tener cuidado? ¿Por qué? Estoy protegido por la primera enmienda. Esto es perfectamente legal y me aseguré de eso: antes de lanzar la aplicación consulté a varios abogados constitucionalistas y penalistas porque me preocupaba saber si estaba protegido. Y todos coincidieron al 100% de que se trata de libertad de expresión.

Cuando envié la aplicación a la App Store, la rechazaron y pasé tres semanas con idas y venidas con el departamento legal de Apple y con los altos cargos del departamento de revisión

—¿Puede explicar de manera resumida cómo funciona IceBlock?

—Solo se puede descargar desde la tienda de aplicaciones de Apple en Estados Unidos y los usuarios solo pueden informar de avistamientos en un radio de ocho kilómetros desde donde se encuentran en ese momento. Los mensajes de avistamientos de agentes del ICE se borran al cabo de cuatro horas. Digamos que hay 100 personas en un área de ocho kilómetros y una persona ve a los agentes de ICE, que están caminando por la calle, por ejemplo, y dice: “Oh, mierda”. Y avisa de ellos. Los informes se muestran en un mapa y se envían como notificaciones a otros usuarios en un radio de esos ocho kilómetros.

—La aplicación lleva ya varios meses en funcionamiento ¿Tiene la sensación de que realmente la están usando personas preocupadas por el ICE?

—No tengo ni idea, porque es una aplicación que protege completamente la identidad de sus usuarios. No hacemos un seguimiento. Me preguntan todo el tiempo: “¿Dónde están la mayoría de tus usuarios?”. No tengo ni puta idea. “¿Cuántos avistamientos recibís por hora?” No lo sé. Es muy difícil responder a estas preguntas básicas que las aplicaciones normales podrían responder, porque existe el principio fundamental del anonimato. No tenemos esos datos y no los quiero.

Lo único que puedo decirte es que mientras hablo con vos la aplicación tiene alertas de 445 avistamientos en todo el país [probablemente en un intervalo de cuatro horas, debido a que los avistamientos permanecen visibles durante cuatro horas una vez señalados] y, en este momento, un millón de usuarios tienen la aplicación instalada en sus teléfonos.

Yo diría que la mayoría de las personas que descargan la aplicación lo hacen para mantenerse a salvo, por lo que quieren saber qué está pasando en un radio de ocho kilómetros. Así que sí, creo que se está utilizando con el fin por el que fue creada. Hubiera preferido no tener que crearla, pero es necesaria. Es una herramienta, un sistema de alerta temprana que mantiene a la gente a salvo y, en mi opinión, da tranquilidad a las personas, especialmente a las personas más afectadas o en mayor riesgo. Les permite ir a ese restaurante o pasear por su barrio con un poco más de tranquilidad.

Un grupo de manifestantes protesta en julio contra las deportaciones masivas del Gobierno de Donald Trump en Nueva York.

—¿Cuáles fueron los temores y retos iniciales? ¿Le preocupaba que la tienda de aplicaciones de Apple la rechazara?

—No quiero sonar egocéntrico —y no pongas esto tal cual o voy a parecer un auténtico bobo—, pero sabía que podía hacerlo. Incluso en mi etapa musical construía estudios de grabación, era productor, técnico de sonido y diseñaba equipos. Además, llevo cuatro años y medio programando una aplicación de salud.

En cuanto al código de app, era muy simple. ¿La aprobaría Apple? Eso sí fue interesante, porque nunca antes se había hecho nada parecido. Cuando la envié a la App Store, la rechazaron y pasé tres semanas con idas y venidas con el departamento legal de Apple y con los altos puestos del departamento de revisión de aplicaciones de Apple, y casi todos los días tenía conversaciones con peces gordos de la compañía que me preguntaban: “¿Esto es legal? ¿Podemos hacerlo? ¿Nos vamos a meter en un lío?”.

A Apple le costó mucho entenderlo, porque decían: “¿Cómo que no vas a ganar dinero (con la aplicación)? ¿Cómo que no vas a rastrear? Yo les respondía: ”Sí, esa es la cuestión. No me importa“. No me importan los datos de las personas en el sentido de poder obtener análisis, rastrearlos o venderlos. No me importa nada de eso. Mi prioridad es que las personas estén seguras. Ese es literalmente el objetivo. Al final, lo permitieron.

—Como no hay cuentas de usuario ni forma de ver lo que ocurre en la aplicación, no hay forma de bloquear a los usuarios malintencionados. ¿Eso significa que existe la posibilidad de que la gente informe de avistamientos falsos?

—No puedo verificar los avistamientos sin conducir hasta la zona rural de Indiana y comprobar si están allí. Puse medidas de seguridad: solo se puede informar de un avistamiento cada cinco minutos para que no se pueda saturar la base de datos; todos los avistamientos se borran al cabo de cuatro horas; tiene que ser una dirección real, no se puede escribir 123 Main Street; y solo se puede informar dentro de un radio de ocho kilómetros.

Con todas esas medidas de seguridad, ¿hay avistamientos falsos? Sí, por supuesto que los hay. ¿Son frecuentes? No, porque llevaría demasiado tiempo. Y, de todos modos, ¿cuál es el peor escenario posible para un avistamiento falso? Que un usuario reciba una notificación en su dispositivo y diga: “Mejor me alejo de esa dirección durante un par de horas”. Qué más da.

—Más allá de ayudar a la gente, ¿qué interés personal tiene en desarrollar estas aplicaciones? También está trabajando en una aplicación para el sector sanitario que se centra en mantener la privacidad de los datos de los pacientes.

—Sí, todo lo que hago prioriza la privacidad de los usuarios. No uso Gmail. Tengo mis propios servidores de correo. Tengo mis propios servidores web. Siempre lo hice así porque no confío en esas empresas que leen todos tus mensajes y lo hacen para recolectar tus datos y venderte productos. Quiero mantener mi vida privada. Soy una persona que valora su privacidad. Creo que eso influyó bastante en la forma en que concebí IceBlock.

—Tuve mi IceBlock abierto mientras hablábamos por teléfono y hubo un avistamiento en mi zona.

—Sí, ¿no es agradable saberlo? Quiero decir, sos británico, obviamente no sos estadounidense de nacimiento. Así que ahora ya sabés que quizá no deberías ir a esa zona durante las próximas horas. No es gran cosa.

Esta entrevista fue editada y resumida para mayor claridad.

Traducción de Emma Reverter

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