Tesla vende tan pocos Cybertruck que Elon Musk empezó a comprarlos con sus otras empresas
El Cybertruck fue la apuesta estrella y más personal de Elon Musk. Sus peticiones para el vehículo incluyeron una carrocería del mismo acero inoxidable que usan las naves de SpaceX, conformada por planchas sin moldear y ángulos rectos, capaz de resistir balas y explosiones, que no necesitara pintura ni tuviera tornillos a la vista o que fuera “lo suficientemente resistente al agua como para servir brevemente como barco”, de manera que pudiera “cruzar ríos, lagos e incluso mares que no estén demasiado agitados”.
Una lista que lo convirtió en un icono de la excentricidad tecnológica desde su misma presentación. También en un producto muy difícil de fabricar para Tesla, que tras años de retrasos en su desarrollo puso en el mercado un vehículo con aspecto militar al doble del precio inicialmente planeado y ha tenido que llamarlo hasta ocho veces a talleres para reparar defectos de fábrica. Trabas que han hecho que el vehículo no haya alcanzado nunca las previsiones de venta, que empeoran con cada nueva publicación de resultados.
Los planes iniciales de Elon Musk eran llegar a las 250.000 unidades vendidas este 2025. Tesla lo rebajó más tarde a las 120.000, preparando sus líneas de producción para dar salida a esa cifra anual. La realidad es que, de enero a septiembre de este año, Tesla ha vendido solo 16.097 Cybertruck, según los datos recogidos por Cox Automotive. Es una caída del 39% respecto al mismo período de 2024, en el que también quedó muy lejos de las expectativas al distribuir solo 39.000 unidades en todo el año.
Con 5.385 unidades vendidas en el tercer trimestre, solo un millar más que el anterior, el Cybertruck tampoco ha aprovechado el impulso que han tenido el resto de vehículos eléctricos en EEUU en este período, debido a la finalización de las ayudas para su adquisición. La subvención, de 7.500 dólares y que caducaba el 30 de septiembre, ha impulsado las ventas del resto de modelos eléctricos hasta las 438.487 unidades en el tercer trimestre, un aumento del 40,7% con respecto al segundo y un 29,6% interanual.
La progresión apunta a que el Cybertruck rondará las 20.000 unidades vendidas a final de año, seis veces menos de las previsiones de Tesla para la línea de montaje de su gigafactoría de Texas. También está muy por debajo de las 50.000 que pronosticaban analistas bursátiles independientes, como Goldman Sachs o Morgan Stanley.
El mercado estadounidense es, junto a Canadá y México, el único donde Tesla lo ha sacado a la venta. El Cybertruck está vetado en zonas como la UE, donde no ha superado los test de seguridad debido a su carrocería de planchas de acero, que aumentan el riesgo de provocar heridas de corte en los peatones y usuarios de la vía. Tampoco las normas respectivas a su capacidad de deformación.
En septiembre, Alemania rechazó incluso una petición del Ejército estadounidense para que los soldados de sus bases en el país pudieran importarlo para uso personal con un permiso especial. “Tras un examen jurídico, el Ministerio de Transporte alemán denegó la solicitud, ya que el Tesla Cybertruck no solo no cumple los requisitos legales de la UE, sino que se desvía significativamente de ellos”, informó la Agencia de Aduanas Militar de EEUU.
“Estas normas exigen, por ejemplo, características de seguridad pasiva, como zonas de protección contra impactos que prohíben los bordes afilados en la carrocería del vehículo y limitadores de velocidad en vehículos de más de 3,5 toneladas, requisitos que el Cybertruck incumple claramente”, abundaba el comunicado.
Camionetas para una empresa espacial
Las dificultades de Tesla para dar salida a los Cybertruck que fabrica pero no vende está provocando que se acumulen en diversas zonas. Hay cientos de ellos alrededor de la gigafactoría de Texas, según muestran las imágenes por satélite, pero Tesla también ha tenido que recurrir a los parkings de supermercados próximos a sus concesionarios para acumularlos, han informado los medios estadounidenses.
Según varios portales especializados, el inventario de Cybertruck no vendidos ha llegado a superar las 10.000 unidades este 2025, lo cual ha obligado a Musk a buscar soluciones para dar salida a su camioneta blindada (Tesla no consiguió que fuera antibalas ni que flotara). La ha encontrado en casa: SpaceX, su empresa de construcción de cohetes y vehículos espaciales; y xAI, su compañía de inteligencia artificial.
Según han publicado varios canales de YouTube entusiastas de la exploración espacial que retransmiten las actividades de Starbase, la base que SpaceX tiene en Texas, en las últimas semanas han llegado a las instalaciones un gran número de Cybertruck. “Decenas ya están en el centro, preparados para reemplazar los viejos camiones a gas. SpaceX pretende reemplazar toda la flota con estos robustos vehículos angulares”, ha comentado uno de ellos.
Wes Morill, el ingeniero jefe del proyecto Cybertruck, confirmó después este desembarco. “Me encanta ver que las flotas de apoyo de vehículos de combustión interna de Tesla y SpaceX están siendo reemplazadas por Cybertruck. Cuando lo estábamos diseñando, esto siempre fue parte del sueño. Nunca imaginé lo difícil que sería llegar a ver fotos de la flota en Starbase. Espero con ansia ver más de esto”, publicó en X.
elDiario.es ha contactado con Tesla y con SpaceX para conocer la cifra de vehículos que serán entregados a la compañía y los detalles del acuerdo, pero ninguna de las dos empresas ha contestado a las solicitudes.
La única que lo ha hecho ha sido xAI, pero tampoco ha ofrecido datos al respecto de sus compras de Cybertruck. “Los medios tradicionales mienten”, ha sido su respuesta a través de correo electrónico, en línea con los ataques que su fundador suele emitir contra el periodismo. No obstante, no ha sido un “medio tradicional” quien informó de que se han visto “cientos de Cybertruck” llegando a su sede en Palo Alto (California), sino Electrek, un portal especializado en vehículos eléctricos que suele cubrir de manera elogiosa las iniciativas de Musk.
Un vehículo politizado
El Cybertruck quedó marcado por el acto que Elon Musk y Donald Trump protagonizaron en la Casa Blanca en marzo. El dueño de Tesla y el presidente de EEUU llevaron a cabo un acto promocional en el que Trump elogió los coches eléctricos de su entonces próximo aliado, a pesar de que le llamaron la atención aspectos como sus grandes pantallas en el salpicadero, características de todos los modelos de Tesla que han salido al mercado.
Uno de los vehículos aparcados frente al Despacho Oval era precisamente el Cybertruck.
“Para muchos, es fascismo sobre ruedas”, describía Wired en un reciente reportaje en el que entrevistó a varios de sus dueños. Para algunos, el Cybertruck ha tenido consecuencias directas y hostiles, quienes se han convertido en los “objetivos” de la controversia, siendo “escupidos e insultados” por conducirlos. Desde gritos como “¡Vuestros coches son jodidamente feos!”, o gestos despectivos, hasta incidentes más graves como ser calificados de “nazis” por desconocidos. Algunos afirmaban haber optado por no usarlo como vehículo diario de trabajo, preocupados porque sus clientes no quisieran un elemento asociado a “tanta controversia” en su entorno.
En su llamada con inversores de este miércoles para comentar los resultados de Tesla del tercer trimestre —en el que los beneficios de la compañía han caído un 40%— Elon Musk no citó ni una sola vez el Cybertruck. Su atención se derivó a sus nuevos proyectos estrella, como el androide Optimus y el taxi autónomo al que ha denominado Cybercab.
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