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OPINIÓN

Romper la TV y desnudar a la “casta” desde la izquierda (o desde el peronismo)

La poeta Juana Dolores durante su aparición en la TV pública de Catalunya

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Días atrás, la poeta catalana Juana Dolores, de 31 años, dio una entrevista en la televisión estatal de Catalunya e incendió al establishment político y económico de España, desde los directores y presentadores de los canales de TV, a los dirigentes políticos y económicos. “Como decía el viejo puto de Trías, a ver si le cae un meteorito encima y deja de decir tonterías”, dijo del reciente ganador en las elecciones de Barcelona. “Lo único que quiero es que las clases trabajadoras se organicen y pete (explote) todo de una vez…” remató en un momento.

La aparición causó un gran revuelo en el país de las tapas y el dios turismo, y las declaraciones de Dolores aparecieron en otras televisiones, radios y sitios de noticias. Analistas políticos como Iván Redondo, el gran estratega que formó parte del primer gobierno de Sánchez, escribió una nota en la que señaló que la poeta catalana había encendido la llama de la izquierda…

Una de las frases resonantes de Dolores tiene mucha actualidad, también para la Argentina cuando faltan poco más de dos meses para las PASO. Ha reprochado a los que acusan a las clases trabajadoras de votar a Vox, un partido reaccionario, antieuropeo, surgido de las entrañas de la derecha española, con el objetivo de responsabilizarlas por su crecimiento electoral.

Culpas

El razonamiento es interesante. Más de un militante progresista se muere de ganas de decir que el votante de Javier Milei es imbécil o, cuanto menos, un tipo confundido o engañado. Pero Dolores apunta algo muy cierto. Las clases trabajadoras -de España, y también las de Argentina- llevan años sin poder sacar la cabeza del pozo de la pandemia, la crisis financiera del 2008, y mucho antes de la precariedad y las políticas neoliberales que arrasaron durante las últimas décadas.

“¿Por qué las clases trabajadoras no se sienten interpeladas por la política institucional burguesa del país?”, pidió analizar durante la entrevista, en referencia al 40% de abstención de las elecciones provinciales recientes en España.

El razonamiento puede ser injusto con la coalición de izquierdas que lidera Pedro Sánchez, y que dio aumentos del salario mínimo, reformó la ley laboral de la precariedad, y hasta impuso un impuesto a las grandes fortunas. El problema es que, visto en perspectiva, lo hecho no alteró casi nada la desigualdad, ni ha permitido que los españoles logren sacar la cabeza del pozo.

Si se compara entre padres e hijos -un escenario que a veces se desliza con peligro al choque intergeneracional-, la diferencia es abismal. Mientras los primeros llegaron a comprarse dos casas, los segundos no pueden pagarse el alquiler de un monoambiente…

En estos días en los que se habla del shock para estabilizar la economía, vale preguntarse si no necesitamos también un shock de crecimiento y verdadera redistribución. Un shock que permita a las clases medias y trabajadoras dejar de contar los pesos para ir al supermercado o tener que conformarse con ir a los conciertos de Coldplay porque no pueden ahorrar para comprar un pequeño departamento.

 ¿Cómo no van a calar las propuestas fantasiosas de Milei cuando el horizonte racional que encarnan partidos como el Peronismo o el autodenominado centro de Horacio Rodríguez Larreta, quieren esperanzar a los jóvenes hablándoles de ajuste o “redistribución” en un país que lleva muchos años sin entender cuál es su perfil productivo, incapaz de darle trabajo a los millones de jóvenes con y sin formación que saltan al vacío del mercado laboral cada día?

Un reconocido filósofo y analista español dijo estos días que, con su entrevista, Juana Dolores había dado el minuto de oro de la TV española del 2023. Es curioso porque, en Argentina, Juan Grabois se ha despachado numerosas veces contra el establishment nacional, y ha despotricado en la cara de periodistas y dirigentes que representan a la “casta”.

¿Por qué en nuestro país las intervenciones de Grabois pasan como cualquier otra mientras en España generan un cisma en el debate electoral? La respuesta puede ser la misma que explica el voto a Milei (que, a diferencia de Vox, aparece con chances de ser presidente), y que Dolores sugirió en su entrevista: los partidos políticos de centro e izquierda llevan muchos años sin lograr que su electorado alcance siquiera a asomar la nariz fuera de la superficie del pozo en el que llevan metidos muchos años. Grabois está pagando una factura que no le corresponde, mientras Milei ofrece soluciones tan inéditas como irrealizables.

AF/PI

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