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Avión venezolano-iraní retenido en Ezeiza: el gerente de Emtrasur negó “cualquier tipo de conspiración”

El avión de Conviasa sigue retenido en Ezeiza.

elDiarioAR

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Víctor Pérez Gómez, gerente general de operaciones de la compañía Emtrasur, tripulante venezolano del avión de origen iraní retenido en Ezeiza, negó que haya “cualquier tipo de conspiración”, al tiempo que que insistió que la relación de los tripulantes de su país con los pasajeros de Irán “es bastante técnica, no enseñan”.

Según Pérez Goméz, “al momento de la compra de la aeronave, se incluyó una cláusula que incluía asistencia técnica. Se necesita un traspaso del conocimiento, y por eso tuvimos la asistencia técnica de vuelo de los iraníes. Es algo totalmente común en el mercado aeronáutico”, remarcó, en diálogo con Radio con Vos.

Asimismo, el representante de Emtrasur confirmó que todos los tripulantes siguen “en el hotel de Ezeiza” y con respecto a su situación judicial, “fuimos notificados de que estamos imputados, pero no tenemos restricciones”. Además, aseguró no saber “cómo evaluar qué fue lo que generó que no nos abastecieran de combustible. En otros aeropuertos cargamos sin problemas”, explicó.

Para el ciudadano venezolano, “ni siquiera hay que ser un experto en aeronáutica” para entender que Emtrasur tiene ese avión “de gran porte” desde febrero y que su utilización “requiere de un amplio número de tripulantes y de adiestramiento”, por lo que la empresa buscó quienes pudieran capacitarlos en el uso ya que “en Venezuela no hay pilotos instructores de 747-300”.

Días atrás, en una denuncia judicial contra el director general de la PSA, José Glinsky, por el presunto allanamiento ilegal del Boeing, que presentó ante el juez federal Federico Villena, Pérez Gómez contó que arribaron a Ezeiza “luego de una parada obligada en el aeropuerto de Córdoba que duró menos de dos horas”. Esa primera noche, la del lunes 6 de junio, la tripulación se alojó en el Hotel Plaza Central Canning para regresar al día siguiente al aeropuerto bonaerense con el objetivo de volar de regreso a Caracas. “Al momento de hacer migraciones se nos entrevistó personalmente a cada tripulante, situación por demás llamativa. Allí se nos indagó sobre quiénes éramos, por qué éramos tantos, el cargo y función de cada uno, lugar donde nos alojamos, etc. Nunca nos había sucedido con anterioridad”, relató.

Antes de partir, la empresa Shell les comunicó que nos les vendería combustible y decidieron volar el miércoles a Uruguay, donde se les impidió el aterrizaje. “Esta decisión por parte de las autoridades aeronáuticas uruguayas, no solo puso en peligro la seguridad operacional del vuelo que previamente había sido aprobado, sino que estando en conocimiento de las limitaciones de combustible con que partimos desde el aeropuerto de Ezeiza, criminalmente impidieron una escala técnica, pactada internacionalmente”, contó, según consta en la denuncia judicial.

Con poco combustible, el avión regresó a Ezeiza y allí fueron sometidos a un operativo especial que incluyó la participación de varios organismos y las fuerzas de seguridad. “La tripulación procedió a descender de la aeronave y nos dirigimos al área de migración. En ese momento nos hicieron esperar y hacen pasar primeros a los ciudadanos iraníes y luego a los venezolanos. Una vez realizados todos los trámites migratorios nos informan que el ingreso al país sería provisorio y se retendrían los pasaportes de toda la tripulación, para luego dirigirnos al hotel Holiday Inn en compañía de personal de la PSA”, detalló. Allí permanecieron dos noches y el viernes 10 se mudaron al Plaza Central Canning.

Ese día, con la noticia ya protagonista de todos los medios, se llevó a cabo un nuevo operativo que incluyó unos 60 efectivos de la PSA, y perros anti drogas y anti explosivos. “Terminada esta cuestión, se procede a mover la nave a la posición remota; una vez allí se cierra y se asegura mediante precintos por parte del personal técnico de nuestra empresa. Luego de ello, se comunican con quien suscribe de la dirección de Migraciones para informarnos que se había dispuesto la devolución de los pasaportes de todos los ciudadanos venezolanos, quedando retenido no obstante los de los iraníes”, de acuerdo al escrito de Pérez Gómez.

Asimismo, el gerente de Emtrasur presentó a la Justicia el contrato de compraventa del avión entre Lance Tech General Trading y la venezolana Conviasa (“Sale and Purchase and Technical Support Services Contract between LANCE TECH GENERAL TRADING and CONVIASA”) y sostuvo que se trata del contrato de compraventa de la aeronave en su idioma original.

Hasta el momento, el expediente se denomina “NN sobre averiguación de delito”, pero a raíz de las pruebas incorporadas en los últimos días, Incardona analiza y escribe un dictamen para circunscribir los hechos investigados en una nueva carátula. Tampoco tiene imputados.

Los investigadores ya cuentan con algunos de los resultados de las pericias de los teléfonos y Aerolíneas Argentinas logró abrir las cajas negras del avión. Fue la forma que encontró el juzgado para acceder a la información guardada en los dispositivos que graban las conversaciones en la cabina de las aeronaves. Se trata de cajas negras de tecnología antigua, explicó una fuente del caso. El avión es de 1986.

La información extraída ya está en poder del juzgado federal de Lomas y permitirá a los investigadores escuchar las conversaciones del piloto y copilotos del día 8 de junio, al menos, cuando el avión partió de Ezeiza sin poder cargar combustible por las negativas de las petroleras a abastecerlo e intentó ingresar a Uruguay, donde las autoridades prohibieron el aterrizaje y obligaron a la tripulación a regresar a Buenos Aires.

Las cajas negras también permitirían corroborar si el avión efectivamente apagó o no el transponder, que transmite información para que las torres de control aérea puedan identificar a la aeronave y su altitud, como denunciaron diputados de la oposición. Si se determina que se apagó, el juzgado quiere establecer si es significativo o no para la causa.

Informes

El juez Villena recibió un informe del FBI de Estados Unidos en el que el organismo sostiene que el piloto sería una autoridad de la aerolínea iraní Qeshm Fars Air y que esta compañía formaría parte de una operación de las fuerzas Al-Quds y de la inteligencia iraní para trasladar personas y armas a lugares de conflicto en Medio Oriente, confirmó la fuente consultada. 

Durante el allanamiento a la aeronave, el juzgado obtuvo al menos un elemento que relaciona al avión con esta compañía, Qeshm Fars Air, que está siendo analizado para entender los alcances de ese vínculo

El avión varado en Ezeiza, según el FBI, no habría sido adquirido por la empresa pública Emtrasur sino que habría sido cedido como leasing por Mahan Air, otra aerolínea iraní sancionada por Estados Unidos. El leasing es una operación usual en la aviación. El juez solicitó a la compañía venezolana que acredite con toda la documentación necesaria cuál es su vínculo con la aeronave.

De momento, el FBI no aportó aún ningún documento que acredite ese vínculo y que sirva como prueba para la Justicia argentina, de acuerdo con las consultas realizadas por este medio. El informe se basa en la información aportada por sus fuentes anónimas, protegidas, cuya identificación sería prácticamente imposible.

Estados Unidos tampoco realizó ningún requerimiento sobre el piloto para su eventual extradición o interrogatorio.

El juzgado y la fiscalía no descartan la hipótesis de que algunos de los miembros de la tripulación estén vinculados a estas empresas sancionadas por los Estados Unidos, pero lo central para los investigadores es definir si pueden probar que cometieron algún delito en Argentina

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos reportó oficialmente sobre las sanciones que pesan sobre estas dos aerolíneas -Mahan Air y Qeshm Fars Air- y sobre el avión. En la sanción la aeronave figura con matrícula iraní, que fue modificada en enero de este año a una matrícula venezolana cuando el avión cambió de manos, de Mahan Air a Emtrasur.

La causa ya cuenta con más de 40 medidas de prueba, que incluyen testimoniales, exhortos internacionales y a organismos de la aviación.

Con información de agencias.

IG

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