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Anticipo de un Congreso trabado: desde el interbloque Federal condicionan la negociación con el FMI

Roberto Lavagna junto a su tropa, el martes pasado, incluido en la cita el diputado Alejandro "Topo" Rodríguez.

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El Frente de Todos deberá lidiar con un Congreso bipolar, en el que 23 diputados desempatarán en las votaciones clave. Esa será la dinámica parlamentaria desde el 10 de diciembre próximo. Tras la derrota en las legislativas, el oficialismo quedó todavía más lejos del quórum propio en Diputados. Contará con 118 bancas, contra 116 de Juntos por el Cambio. En el medio, habrá 23 legisladores nacionales no alineados que inclinarán la balanza. Lo harán para alegría o pesar de Sergio Massa. Se trata de un colectivo completamente heterogéneo en el que convivirán cuatro diputados del Frente de Izquierda con otros cuatro libertarios. 

Por fuera de esos extremos, el ritmo lo marcará el Interbloque Federal con siete bancas de piso. Los lavagnistas Alejandro “Topo” Rodríguez y Graciela Camaño (de Consenso Federal) compartirán espacio con los socialistas Enrique Estevez y Mónica Fein (presidenta nacional del PS) y con tres cordobeses que responden al liderazgo del gobernador Juan Schiaretti: Carlos Gutiérrez y los electos Natalia de la Sota e Ignacio García Aresca.

“La prioridad del Gringo en el Congreso será la misma de siempre: defender los intereses de Córdoba”, anticipa un armador del gobernador Schiaretti. Hasta ahí, malas noticias para Alberto Fernández. Desde la campaña presidencial de 2019 Fernández suma guiños y gestos de amistad hacia Schiaretti, a pesar de chispazos previos a la elección del domingo 14 por la “excepcionalidad” cordobesa. El veterano gobernador se mantiene reacio a corresponder con acciones que estén por encima del mero pragmatismo y el intercambio de favores estrictamente necesario. La escudería de la provincia contará por primera vez con una pata en el Senado. La actual diputada Alejandra Vigo, a su vez pareja de Schiaretti, se mudará de cámara el 10 de diciembre. 

El asesor schiarettista agrega: “También vamos a contribuir a la gobernabilidad, como hicimos con Mauricio Macri y con Alberto estos dos años”. Así, aporta una luz de esperanza, en el contexto un oficialismo necesitado de votos aliados. Especialmente, ante la negociación de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que deberá ser refrendada en el Congreso. “No creo que tengamos problema en alcanzar acuerdos, en lograr el quórum de 129 y la mayoría de los presentes”, se autoarenga un asesor de Sergio Massa. 

Cerca de Roberto Lavagna, en contraste con ese optimismo, empezaron a mostrarles los dientes al presidente y a Martín Guzmán. “El Congreso debe estar atento para no ser corresponsable de un fracaso indisimulable resultante del eventual acuerdo que se alcance con el Fondo Monetario Internacional, como ocurrió en 2020 con el pacto con los acreedores privados”, opina el diputado Alejandro “Topo” Rodríguez. La carta escrita por Rodríguez fue avalada por Lavagna, antes de ser difundida este jueves. El texto incluye críticas al ministro Guzmán y encierra una advertencia integral para el Frente de Todos. 

“El Congreso no debe volver a extenderle al Gobierno un cheque en blanco. Por el contrario, corresponde exigir que tanto el ´programa plurianual´ como la propuesta para negociar con el FMI incluyan un conjunto mínimo de condiciones orientadas a defender el interés nacional”, afirma Rodríguez. 

La marcada de cancha anticipa un Congreso trabado, en el que al oficialismo le costará realizar movimientos audaces. Los cuatro diputados electos del Frente de Izquierda tampoco le facilitarán el panorama. Se trata de Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Romina del Plá y el jujeño Alejandro Vilca. Los libertarios Javier Milei y Victoria Villarruel, más José Luis Espert y Carolina Píparo, menos aún. El peronista díscolo Florencio Randazzo tampoco se muestra muy propenso a votar junto al Gobierno, a partir del 10 de diciembre. El ex ministro de Transporte se resiste a dar pistas sobre el perfil que piensa desarrollar como diputado.

El colectivo de los 23 no alineados con el FdT y JxC se completa con el diputado Luis Di Giácomo de Juntos Somos Río Negro y el ex ministro de Hacienda provincial Agustín Domingo. El referente político de ambos es el ex gobernador y senador Alberto Weretilneck, quien a su vez hará equilibrio en el Senado frente a la necesidad cristinista de alcanzar el quórum de 37 bancas. Los misioneros Flavia Morales y el electo Carlos Fernández mantienen conversaciones con otro legislador elegido recientemente. Se trata de Rolando Figueroa, del Movimiento Popular Neuquino y ex vicegobernador. El último diputado de la zona media es el líbero riojano Felipe Alvarez, un peronista disidente que entró a la cámara en 2019 como aliado de Cambiemos. 

Sacando de lado a los ocho representantes de los extremos, los cuatro de la izquierda y los cuatro libertarios, Massa pescará en una pecera de 15 personas. De ahí deberá sumar al menos 11 voluntades para acceder al quórum de 129.

AF

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