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Análisis

El triunfo de Valdés en Corrientes alimenta el sueño de la resurrección radical

Ganador con casi el 77% de los votos, Valdés celebró con la primera plana radical

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“Quiero destacar especialmente a mi partido, la UCR”, chapeó el gobernador reelecto en la noche del domingo. El escrutinio ya era irreversible y marcaba algo más que un triunfo: una paliza. Con casi el 77% de los votos, Gustavo Valdés le sacó más de 53 puntos de ventaja al candidato del peronismo Fabián Ríos. Las negociaciones en favor de la unidad, con la injerencia incluida de Alberto Fernández desde La Rosada, no tuvieron impacto en el resultado. El postulante del Frente de Todos sacó apenas 140 mil votos. Los que decidieron no participar fueron el 34,5% del padrón: casi 300 mil personas. O sea, más del doble que los votantes de Ríos. 

Si bien esta elección no es un anticipo lineal de las legislativas nacionales, al FdT le costará retener las dos bancas de senadores nacionales que pone en juego. Corrientes es una provincia de aires tradicionalistas, y suele ser reacia al voto peronista. Otra señal de alarma sobre la mancha de aceite anti-política es casi el 10% de personas cuyo voto fue en blanco, nulo o impugnado.  

Valdés está afiliado a la UCR desde los 14 años. A diferencia de dirigentes radicales más outsiders, como Facundo Manes, Martín Lousteau o incluso Martín Tetaz, el gobernador correntino hizo toda su carrera dentro del partido: militó en Franja Morada, fue alfonsinista, concejal, funcionario provincial y diputado nacional. A punto de empezar su segundo mandato, tiene 52 años y representa a una generación intermedia en la conducción de la UCR. 

Su grito de orgullo radical fue pronunciado desde el escenario en el que celebró el triunfo. Lo acompañaba la primera línea de la jefatura partidaria: el gobernador jujeño Gerardo Morales; el presidente de la UCR nacional Alfredo Cornejo, su vice Alejandra Lorden; y el precandidato a diputado Facundo Manes, entre otros.

“La UCR volvió definitivamente al centro de los acontecimientos. ¡Lo mejor está por venir!”, tuiteó Alejandra Lorden. El intendente de Rosario Pablo Javkin recordó la militancia compartida junto a Valdés. Javkin también participó en la Franja Morada, se ilusionó con el alfonsinismo y llegó a ser presidente de la FUA.

A la madrugada, con el lunes ya empezado, Valdés continuó los festejos en una cena con la tropa radical. Tanto la correntina como la nacional. Unas 10 horas más tarde, la mesa nacional de Juntos por el Cambio tenía agendada una reunión presencial en Palermo. Si bien lo habían invitado, el gobernador tenía decidido quedarse en Corrientes. La dirigencia de la UCR reclamó que se modificara la fecha, para darle protagonismo y lustre a Valdés.

“Me sorprende que no esté Gustavo. Es un error que no se haya podido postergar para que esté un gobernador que claramente es parte de la conducción nacional de Juntos”, protesta el senador nacional Luis Naidenoff. La crítica del presidente del interbloque de JxC le apunta al PRO. Y es parte del intento radical por cambiar el centro de gravedad dentro del frente opositor.

Naidenoff opina ante elDiarioAR que, tras el triunfo de Morales en las legislativas jujeñas y la holgadísima reelección de Valdés, “tenemos una coalición mucho más equilibrada”. Según el senador, “el papel de la UCR ya no es sólo acompañar al PRO para fiscalizar y para darle territorialidad”.

Gerardo Morales coincide y resume así el clima de resurrección: “Hasta hace poco tiempo los radicales inorgánicos iban corriendo a sacarse una foto con Horacio. Eso lo paramos. Ahora antes de tirarse encima de Larreta nos piden permiso. Eso ya es muy importante”.

La trayectoria reciente de Valdés muestra esa alteración en la sociedad entre el radicalismo y el PRO. El correntino pasó de ser el gobernador radical más macrista a declamar cierta autonomía, si bien tiene una relación muy fluida con Horacio Rodríguez Larreta. 

En resumen, ahora la UCR se le anima al partido amarillo. Sobre 22 provincias en las que funciona JxC, habrá primarias en 17. La competencia, sin embargo, no encierra peligro de fractura. Porque los radicales no pretenden romper con el PRO, sino conducirlo. La ilusión generalizada del radicalismo encontrará una prueba de ácido en la Provincia de Buenos Aires. La suerte de Facundo Manes contra Diego Santilli será determinante para calibrar el reparto de acciones en la alianza opositora. 

AF

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