Espert bajo fuego: el Gobierno esquiva el escándalo por el presunto financiamiento narco y avanza con la campaña

El terremoto político que provocó la revelación de elDiarioAR de que José Luis Espert habría recibido 200 mil dólares del presunto narco Fred Machado para su campaña de 2019 encontró en la Casa Rosada una estrategia tan uniforme como calculada: el silencio. Desde el Presidente hasta los principales voceros del oficialismo, la consigna fue correr la vista del escándalo y despacharlo como lo que llaman “una opereta”. En los pasillos, sin embargo, la incomodidad es evidente: el candidato de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires quedó atrapado en una trama judicial que mezcla vuelos privados, transferencias millonarias y patrimonios desbordados.
El propio Espert intentó dar explicaciones en televisión, donde admitió haber viajado en el avión de Machado, aunque lo presentó como un malentendido propio de la “campaña sucia” del kirchnerismo. Pero esa defensa no permeó en el corazón del oficialismo. En la militancia bonaerense, donde Espert debía convertirse en la cara visible de la boleta única, se escuchan frases duras: “Que se defienda solo”, deslizan con fastidio, como si su problema no fuera compartido. Algunos dirigentes incluso reconocen que en la práctica “hay que esconder” al candidato, ante la imposibilidad de exhibirlo en actos y recorridas mientras la investigación gana espacio en los medios.

En Balcarce 50 están convencidos de que la marca Milei bastará para sostener la boleta libertaria en todo el país. El propio Presidente, que por estas horas encabeza una recorrida proselitista en Tierra del Fuego, busca sostener el eje electoral con su figura mientras esquiva cualquier referencia al caso Espert. Sin embargo, la idea choca con el recordatorio del PRO, socio clave en la provincia Buenos Aires: en el cuarto oscuro, el rostro que aparece es el del economista. El dilema está planteado. Entre el hermetismo oficial, la estrategia de ignorar el caso y las voces cada vez más críticas dentro de La Libertad Avanza, el escándalo deja al descubierto las grietas de un armado electoral que había prometido solidez pero ahora luce jaqueado por el factor más temido: el pasado de uno de sus propios candidatos.
Es que el affaire también reabrió preguntas sobre la convivencia interna dentro de La Libertad Avanza. Hasta ahora, la estrategia de Karina Milei y el asesor Santiago Caputo había sido reforzar el eje en la provincia de Buenos Aires con Espert como cara visible, apoyado en la estructura territorial de Sebastián Pareja y la alianza con el PRO. Pero la denuncia contra el actual diputado desbarajusta esos planes y obliga a recalcular. Este lunes por la tarde, en el despacho de Eduardo “Lule” Menem, en el primer piso de la Casa Rosada, hubo una reunión de urgencia con el objetivo de definir de la mejor manera la nueva línea.

En el resto de las reuniones de campaña, los estrategas evitaron poner el tema en agenda y bajaron la orden de que “no se responde a operaciones”. El propio Milei se cuidó de no mencionarlo ni siquiera en sus habituales ráfagas de redes sociales. “Si entramos en ese barro, perdemos”, sintetizó un funcionario de Casa Rosada. La orden fue seguir adelante como si nada hubiera pasado, aun cuando el nombre de Espert aparezca en los expedientes judiciales de Texas.
El desconcierto se agudiza porque el calendario electoral no da tregua. Faltan apenas semanas para las legislativas y la acusación contra Espert amenaza con convertir a la principal apuesta del oficialismo en Buenos Aires en un lastre. De hecho, algunos dirigentes consultados por elDiarioAR ya hablan de “plan B”: apuntalar la campaña en el arrastre presidencial y dejar que Espert sobreviva con su propia defensa. “En la boleta manda Milei, no Espert”, razonan, con la esperanza de que la marca libertaria alcance para disimular la crisis. Aun así, el cronograma bonaerense se mantiene en pie: mañana martes Espert estará en Olavarría junto a Sebastián Pareja y Diego Santilli; el jueves la cita será en La Plata; y el sábado en San Isidro, donde se sumará Milei para respaldar a su candidato en el territorio más caliente.
Mientras tanto, la oposición aprovecha. El presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, reclamó la remoción inmediata de Espert de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, un cargo estratégico en la Cámara baja desde el cual se canalizan las discusiones sobre el Presupuesto 2026. “José Luis Espert no puede seguir presidiendo la Comisión de Presupuesto de Diputados. Nuestro bloque exigirá su remoción inmediata. No se puede debatir seriamente el Presupuesto con un diputado con vínculos narcos sentado en la presidencia de la comisión”, escribió en X.
La declaración de Martínez se inscribe en un contexto de fuerte tensión parlamentaria en vísperas del inicio de la discusión del proyecto de Presupuesto 2026, una de las leyes más sensibles para el oficialismo de La Libertad Avanza. Espert, que se sumó a la coalición a comienzos de 2024, fue designado en enero como titular de la comisión, un lugar que ahora se vuelve un flanco abierto en medio de la campaña.
En paralelo, el caso vuelve a poner en escena a Francisco Oneto, abogado de Machado y también representante de Javier Milei en la causa $LIBRA. Oneto es quien lidera la estrategia judicial para frenar la extradición del empresario detenido en Viedma, lo que refuerza la incomodidad dentro del oficialismo: el escándalo no solo arrastra a un candidato clave, sino que roza a figuras del entorno más cercano al Presidente.
La situación es paradójica: un espacio que prometió “transparencia absoluta” ahora no solo enfrenta acusaciones de supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) sino también de presunto financiamiento narco. A eso, responde con la receta más vieja de la política argentina: negar, acusar al rival y esperar que el escándalo se diluya en el fragor de la campaña.
PL
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