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Absolvieron a la jueza y a la asesora de menores que avalaron que Lucio Dupuy esté al cuidado de su madre

Las acusadas ante el Jury por el caso Dupuy

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El poder Judicial de La Pampa absolvió a la jueza Ana Clara Pérez Ballester y a la asesora de menores, Elisa Catán, por el caso del asesinato del niño Lucio Dupuy.

Ambas funcionarias habían sido acusadas por “mal desempeño” al entregarle la custodia a la madre del menor, Magdalena Espósito Valenti, y a su pareja, Abigail Páez, las dos condenadas a la pena de prisión perpetua por el infanticidio.

El Procurador General de La Pampa, Guillermo Sancho, había solicitado en su alegato que ambas funcionarias fuesen destituidas por “no haber escuchado al niño ni al padre”.

Así, Pérez Ballester fue reinstalada en su cargo, en medio de aplausos por la lectura del fallo, cruzados por gritos e insultos. “Se hizo justicia”, clamó una voz. “Mataron a un chico”, respondió otra, indignada.

Las dos eran juzgadas por su labor en la tramitación de los legajos por la tutela y el cuidado personal de Lucio, asesinado el 26 de noviembre de 2021 por su madre Magdalena Espósito Valenti y la pareja de esta, Abigail Páez.

El tribunal de enjuiciamiento estaba conformado por Fabricio Luis Losi, presidente del cuerpo y del Superior Tribunal de Justicia; las diputadas provinciales María Silvia Larreta y María Andrea Valderrama Calvo; y las abogadas por la matrícula, Silvina María Garro y María Natalia Gaccio.

El fiscal general Guillermo Sancho acusó el martes último a las dos funcionarias por mal desempeño, según el artículo 22 de la ley provincial 313 de Jurado de Enjuiciamiento y se remitió a los incisos 2) y 3) que se refieren al “incumplimiento reiterado de los deberes inherentes al cargo” y de “incompetencia o negligencia reiterada, demostrada en el ejercicio del cargo”.

El procurador general adjunto cuestionó a las dos funcionarias por “no haber escuchado a Lucio” cuando ya tenía 4 años y existían exposiciones y denuncias cruzadas entre la madre y el tío y al respecto el fiscal dijo: “Fue una falta grave, más aún en el contexto en que se dio la homologación del acuerdo. En forma verbal, gestual o por dibujos el niño se pudo comunicar”.

Recordó además que, posteriormente, a Lucio se le hizo una pericia, a través de una producción gráfica, cuya conclusión fue que “se registraron signos de indicadores de situaciones de violencia y abuso sexual infantil a través de figuras representativas del entorno familiar próximo”.

Sancho aclaró que esa pericia no se hizo en el momento en que actuaron las funcionarias, pero acotó: “Solo quiero marcar que el niño pudo expresarse a través de sus dibujos”.

En otro tramo del alegato, el fiscal destacó el testimonio de Leticia Hidalgo, la tía política que tenía la custodia de Lucio antes de que fuera restituido a su madre el 4 de noviembre de 2020 al afirmar que “fue conmovedor cuando expresó que nadie le daba respuestas, que todos le decían que la madre es la madre y que siempre tendría razón, y que estaba agotada de seguir luchando contra el sistema”.

El jury comenzó la semana anterior y entre los primeros testigos declaró el padre de la víctima, quien aseguró que a él “jamás” lo citaron en ninguno de los dos expedientes por el cuidado personal de su hijo y que “nunca” imaginó que el nene era maltratado porque, sino, “hubiera hecho algo” al respecto.

La historia del jury que terminó en absolución

Espósito Valenti reclamó la tenencia de su hijo explicando ante la Justicia que había formado una pareja con una mujer llamada Abigaíl Páez, que había alquilado un departamento y que había comenzado un emprendimiento de venta de tortas. Ese reclamo derivó tiempo después en discusiones y violencia con los Dupuy.

Hidalgo relató que Espósito Valenti la amenazaba: “Me decía que me iba a pasar de todo…. Lucio no era un nene que pidiera irse con su mamá. Yo le dije que no se lo iba a devolver. Mi marido también le dijo que no, entonces ella fue a denunciarnos y la Policía nos sacó al nene”.

Llegado el 5 de febrero de 2020 se inició un expediente de cuidado personal. La primera audiencia de mediación para intentar arribar a un acuerdo se iba a producir el 13 de marzo siguiente, pero Hidalgo no pudo presentarse porque días atrás había sido madre de mellizos. Ya a fines de junio, las partes acordaron un régimen de visitas que, sin embargo, no prosperó. Posteriormente, el 17 de julio de 2020, la madre se presentó otra vez en la Justicia y requirió que se deje sin efecto la tutela. Para ese entonces, la relación entre ella y los tíos estaba signada por los escándalos y las acusaciones cruzadas.

En época de plena pandemia, con restricciones a la circulación, Magdalena se llevó a Lucio a Santa Rosa y el chico nunca más regresó con sus tíos. En ese contexto, la Justicia volvió a intervenir para darle un cierre al conflicto.

El 28 de agosto de aquel año se realizó una nueva audiencia entre las partes en pugna por Lucio. Allí se llegó a un acuerdo y Espósito Valenti se quedó definitivamente con su hijo. Los tíos explicaron luego que accedieron porque ya no soportaban la situación y quisieron proteger a Lucio, que con cuatro años fue testigo de varios momentos desagradables que incluían la presencia policial.

El acuerdo fue revisado por Catán, que nuevamente dio su visto bueno. Así, Pérez Ballester finalmente lo homologó el 4 de noviembre de 2020.

Tras analizar el caso, la Procuración les objetó a Pérez Ballester y Catán una serie de omisiones, entre ellas, no haber citado a declarar al padre en ambos trámites y no haber dado lugar a que Lucio se expresara en el expediente de cuidado personal.

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