Privilegios y vínculos con el poder: revocan la prisión domiciliaria a un femicida que es hijo de una exjueza

El femicidio de Julieta Riera volvió al centro del debate en Entre Ríos tras la decisión judicial de revocar, por 60 días, la prisión domiciliaria de su asesino, Julián Christe, condenado a perpetua en 2021 por arrojarla desde un octavo piso en Paraná.
Christe cumplía la condena en la casa de su madre, Ana Stagnaro, ex jueza con fuertes vínculos en el Poder Judicial, en un beneficio cuestionado desde el inicio por organizaciones feministas, que lo señalan como un caso emblemático de “protección judicial a hijos del poder”.
La medida cayó luego de que el representante del Ministerio Público Fiscal, Santiago Alfieri, presentó fotografías y testimonios que ubican a Christe fuera del domicilio, pese a portar una tobillera electrónica destinada a impedir y alertar salidas no autorizadas. Según la investigación, el femicida se ausentó en varias ocasiones sin que el sistema emitiera alertas, un hecho que refuerza las críticas por la laxitud en el control de este tipo de condenados.

La audiencia y el fallo
“Vemos una falta de apego a las normas y a las resoluciones judiciales. El arresto domiciliario es una medida excepcionalísima”, sostuvo el vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Juan Malvasio, al anunciar la revocatoria del arresto domiciliario de Julián Christe y ordenar su prisión efectiva en la Unidad Penal Nº 1 por un plazo de 60 días.
En la audiencia, el fiscal Santiago Alfieri y la querella presentaron pruebas y testimonios que confirmaron el incumplimiento reiterado de la prisión domiciliaria por parte de Julián Christe. Recordó que el beneficio, con tobillera electrónica, se había otorgado bajo el principio de progresividad de las penas, que prevé alternativas menos gravosas antes del alojamiento en una unidad penal.
Sin embargo, sostuvo que la conducta del condenado evidenció la ineficacia del sistema: “Con su conducta quedó demostrado que el arresto domiciliario es ineficiente. Si abre la puerta y se va, puede subirse a un auto y retirarse sin que nadie lo impida. La tobillera no evitó ni alertó estas salidas”, afirmó en diálogo con elDiarioAR tras la detención.
Alfieri fue enfático: “En este caso, por los riesgos verificados, la prisión preventiva se ve absolutamente justificada. Al estar agotada la progresividad de las medidas, no queda otra que revocar la medida vigente y disponer la prisión preventiva. Es intención de este Ministerio Público Fiscal asegurar la sustanciación completa del proceso y, eventualmente, la respuesta penal por el hecho que ha sido investigado y ya enjuiciado, sin perjuicio de la vigencia de los recursos. Por eso solicitamos que, acreditados los quebrantos y demostrada la ineficiencia de cualquier medida sustitutiva, sea ordenado el inmediato alojamiento del imputado en una unidad penitenciaria adecuada”.
También la madre de la víctima, Ana Brugo, consideró que el comportamiento de Christe es una “provocación” hacia su familia y rechazó que se use al hijo del imputado como argumento para sostener el beneficio, en clara alusión a los argumentos esgrimidos por la defensa. Por su parte, el abogado de la familia Riera, Pedro Fontaneto, en diálogo con este medio, recordó que la prisión domiciliaria en la quinta de calle Blas Parera fue consentida por la querella y la Fiscalía como un cambio excepcional al domicilio inicial, pero subrayó que Christe “desafió permanentemente los límites” de la medida, actitud que —dijo— repite desde el inicio del proceso. Fontaneto destacó que las pruebas gráficas y testimoniales confirmaron que el imputado violó las condiciones establecidas, incluso admitiendo en audiencia que sabía que no podía cruzar el umbral. También valoró que el juez Malvasio “desacreditara las afirmaciones falsas” de la defensora Mariana Barbitta y que resolviera sin ambigüedades que el beneficio debía revocarse, recordando que Christe llegó a la domiciliaria por un fallo dividido de la Sala Penal del STJ que anuló la condena de un jurado popular. Ahora, la querella espera que la Corte Suprema restituya el veredicto del jurado y confirme la condena.
La abogada defensasora y la controversia en el feminismo
La intervención de la defensora Mariana Barbitta también generó controversia en el ámbito feminista. Reconocida por transitar por espacios que se reivindican desde una perspectiva de género, Barbitta ha asumido la defensa de Christe y con su estrategia jurídica logró que el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos anulara la condena dictada por un jurado popular y ahora se evalúe la posibilidad de un nuevo juicio. En la audiencia por la revocatoria de la domiciliaria –en otro hecho poco frecuente ya que la abogada se conectó desde Lisboa donde se encuentra de vacaciones– sostuvo que su cliente no había incumplido la medida y que la fotografía presentada por la Fiscalía fue interpretada de forma maliciosa, alegando que Christe solo se asomaba para recibir a su hijo o atender pedidos. Para distintas organizaciones de mujeres y activistas, su postura resulta contradictoria con los principios que dice defender, ya que se alinea con la estrategia de un condenado por femicidio, cuestionando las pruebas y relativizando el alcance de una medida cautelar destinada a prevenir riesgos procesales.
Este nuevo episodio no solo implica un giro en la situación del condenado, sino que vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el trato diferencial que reciben quienes cuentan con apellido e influencia, en contraste con la respuesta judicial que enfrentan las familias de las víctimas, que siguen exigiendo justicia y cumplimiento efectivo de la condena.
SM/MG
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