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Sobre este blog

Fútbol y política.

Los conflictos son parte de la historia del deporte más popular del mundo. Desde principios del siglo XXI, en cada región, en cada país y en cada rincón del mundo la pelota estuvo atravesada por la política y la sociedad.

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Autor: Lucas Zalduendo

Represión en el estadio

Estadio Kanjuruhan

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Espero que andes bien. Fueron días tristes para el fútbol. El sábado pasado en Indonesia murieron 131 personas en un estadio, mientras que el jueves el partido entre Gimnasia y Boca se suspendió por la represión policial que se desató en las afueras del Bosque. Lamentablemente un hincha tripero falleció.

Represión en un estadio y patrones que se repiten en la historia de las tragedias del fútbol mundial.

El sábado pasado Indonesia fue noticia en el mundo por vivir una de las mayores tragedias en la historia del fútbol mundial: 131 personas murieron y 300 resultaron heridas en el estadio de Kanjuruhan, ubicado en la ciudad de Malang. El desastre ocurrió apenas terminó el clásico de Java Oriental, donde el club Arema perdió por 3 a 2 contra el Persebaya Subraya. Luego del pitazo final, cerca de tres mil hinchas locales, disgustados por el resultado, invadieron el campo de juego. Los jugadores corrieron al vestuario, mientras que la policía comenzó a reprimir a los hinchas tirando gas lacrimógeno.

Pronto el estadio se volvió un caos. El gas generó una nube de humo que hizo irrespirable el aire. La falta de oxígeno provocó la desesperación de los más de 40 mil espectadores que concurrieron al estadio. En pocos minutos se vivenciaron corridas, gritos y una estampida de decenas de personas que no pudieron salir de la cancha. Las escenas son horrorosas. Una cantidad de gente murió aplastada, mientras que la mayoría falleció por asfixia o por las pisoteadas.

A una semana del hecho, hay una investigación judicial en curso sobre el accionar policial. Hay seis personas acusadas, en las que se encuentran el presidente de la liga indonesia, el jefe ejecutivo del club Arema y el jefe de seguridad del estadio, más tres policías involucrados. Tres testigos dijeron al periódico inglés The Guardian que los gases lacrimógenos no se dispararon sólo contra los hinchas que invadieron el campo, sino que también fueron lanzados contra las tribunas. La FIFA, que también participará en la investigación, prohíbe en sus protocolos de seguridad el uso de gas lacrimógenos contra la multitud en los estadios.

Primer tiempo

Represión en el estadio

El jueves a la noche también se vivenció el miedo en un estadio de fútbol. La represión policial y los gases lacrimógenos se hicieron presente en el partido entre Gimnasia de La Plata y Boca Juniors. Lo que tenía que ser una fiesta entre dos clubes que pelean por el título, se volvió una noche trágica para el fútbol argentino, que terminó con la muerte del hincha tripero Cesar Regueiro de 57 años, quien estaba con su hija y sus nietos en la cancha.

Todo comenzó a los nueve minutos del primer tiempo cuando el árbitro Hernán Mastrángelo detuvo el juego al ver que una nube de humo empezó a invadir el estadio y no dejaba respirar a los propios jugadores. El gas provenía de la Policía Bonaerense, que estaba en las afueras del estadio reprimiendo con gas lacrimógeno y con balas de goma a los hinchas del Lobo que buscaban ingresar al estadio Juan Carmelo Zerillo. La versión que circuló fue que hubo una sobreventa de entradas, lo que la institución de La Plata salió a desmentir en un comunicado. También aclararon que el comportamiento de los socios y socias fue el correcto. Por su parte, los hinchas en sus distintos testimonios declararon que el clima ya estaba enrarecido y que la violencia policial en las afueras del estadio era inusitada. El mayor reflejo de lo sucedido se materializa en el video donde se ve un policía que le disparó a quemarropa al camarógrafo de Tyc Sports.

Como el parecido devenir de lo que sucedió en el estadio de Indonesia, una nube de humo envolvió a la gente de las tribunas que buscó escaparse de esa encerrona para poder respirar aire puro. Algunas personas salieron del estadio, mientras que otras lograron romper el alambrado para entrar al campo de juego. El gas secaba la garganta, irritaba los ojos y no les permitía respirar. Los hinchas se asistían mutuamente: se abanicaban, se daban agua y se compartían pañuelos. Marcos Rojo, el ex jugador de Estudiantes, les tiraba a los triperos todas las aguas que lograba conseguir. Por su parte, algunos jugadores de Gimnasia, desesperados, fueron en busca de sus familiares presentes en el estadio. “Mi mamá estuvo a punto de desmayarse en el campo de juego. Eric Ramírez se acercó y la salvó a mi vieja”, dijo el delantero del Lobo, Nicolás Contin. En su crudo relato, Franco Soldano contó que se trepó a la platea para buscar a su mujer que estaba embarazada y a la hermana que fue por primera vez a la cancha: “Me habrá llevado media hora o 45 minutos. Fueron los 45 minutos más largos de mi vida. Uno a medida que iba buscando también veía la desesperación de la gente, que la estaba pasando realmente muy mal”. Mientras tanto, la voz del estadio comunicaba por los parlantes los nombres de los niños que se habían perdido de sus familiares cuando se desató el caos. Lo que fue una salida en familia, terminó en una verdadera pesadilla.

Luego de lo sucedido, los jugadores de Gimnasia salieron a repudiar, a través de sus redes sociales, el accionar policial. El defensor tripero, Matias Melluso publicó una imagen que decía: “No fueron incidentes, fue represión. No murió, lo mataron. Fuerza familia tripera, siempre fuertes, siempre unidos”. Por su parte, el arquero Rodrigo Rey subió una captura de pantalla de la definición que realiza el portal Wikipedia sobre la palabra “Policía”, en el que destaca el fragmento que dice “seguridad de los ciudadanos”. A su vez, escribe: “Hasta Wikipedia entiende mejor el concepto de la policía que la propia policía. Nos manchan el fútbol, asustan a los niños, desarman familias, rompen todos los valores y ¿quién va a ser el responsable?”.

Todo el arco político repudio la represión de la policía bonaerense, que en el mismo día había tenido otro suceso de violencia institucional en la Universidad de La Plata, donde los agentes de seguridad dispararon balas de gomas a dos presos que intentaron fugarse después de haber rendido un examen. Muchos no creen en las casualidades como expresó en un tweet la senadora nacional Juliana Di Tullio y algunos periodistas sostienen la posible interna policial que existe por el cambio de mando en la jefatura. Por lo pronto, el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, echó al jefe policial encargado del operativo. En su comunicado, el gobierno señaló que una vez que la Justicia determine las responsabilidades de los hechos, serán “estrictos con las sanciones de quienes no hayan cumplido con su deber”. Por su parte, Gimnasia será querellante en la causa que investiga los incidentes en el que murió el hincha del Lobo.

Lo que ocurrió en el Bosque cumplió con todas las características que se repitieron a lo largo de las grandes tragedias que se vivieron en estadios de fútbol. Siguió un mismo patrón, que por suerte el jueves no terminó en una tragedia mayor, pero que se llevó la vida de un hincha del fútbol.

Segundo tiempo

Un mismo patrón

Las tragedias en los estadios muchas veces cumplen el mismo patrón: disturbios, represión policial con gases lacrimógenos, corridas, puertas cerradas en el estadio y salidas estrechas que impiden la evacuación y que producen muertes por asfixia, por estampidas y por aplastamientos.

 A lo ocurrido el sábado en Indonesia, lo supera la tragedia del 24 de mayo de 1964, en el Estadio Nacional de Lima, catalogada como el mayor desastre en la historia del fútbol mundial, que acabó con la vida de al menos 328 muertos y dejó más de 500 heridos. Aquella vez, se jugaba un partido entre las selecciones juveniles de Perú y Argentina, que disputaban la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio. Allí también hubo gases lacrimógenos que tiró la policía hacia las gradas, después de que los hinchas lanzaran piedras y botellas al campo de juego. El humo generó un desbande que hizo que los hinchas huyeran a las salidas del estadio, muchas de las cuales estaban cerradas.

En el año 2001, el continente africano sufrió dos grandes tragedias con características similares. En abril de ese año, el clásico sudafricano entre los clubes Chiefs de Kaizer y los Pirates de Orlando atrajo al doble de gente que podía asistir al estadio de Ellis Park. Un gol desató la avalancha de los que querían entrar al estadio. Para dispersar, guardias de seguridad no entrenados dispararon gases lacrimógenos a los hinchas, exacerbando la situación. La investigación final determinó que una de las causas fue el soborno que recibió el personal de seguridad para dejar entrar a personas sin entradas. La otra tragedia de ese año ocurrió en Ghana, en el Ohene Djan Stadium. Pasó lo mismo: 43 espectadores murieron cuando intentaron abandonar el estadio, luego que la policía disparase bombas de humo contra las personas que estaban rompiendo los asientos del estadio. No había personal médico y algunas de las pocas puertas que habia estaban bloqueadas.

 Las otras tragedias recordadas son la de Heysel en Bélgica en 1985, con 39 muertos; las dos de Ibrox Park en Escocia, con 25 muertos en 1902 y con 66 fallecidos en 1971; o la masacre de Port Said en el clásico egipcio del 2011, que tuvo un motivo político en el contexto de la Primavera Árabe. Sin embargo, el desastre más presente en el imaginario social es el de Hillsborough, en Inglaterra, en 1989, que se llevó la vida de 97 hinchas del Liverpool. Especialmente se la recuerda por todo el derrotero judicial que tuvo la causa, que terminó demostrando la culpabilidad del operativo policial y la complicidad del gobierno de Margaret Tatcher.  

En nuestro país contamos con un hecho, muchas veces olvidado, de lo que fue la peor tragedia en la historia del futbol argentino: Puerta 12. El 23 de junio de 1968, 71 hinchas xeneizes murieron y otros 150 resultaron heridos cuando trataban salir por la Puerta 12 del estadio Monumental, después de haberse jugado un Superclásico que acabó 0 a 0.  Los motivos de la causa aún no se pudieron determinar y nunca hubo detenidos ni culpables. Existen dos versiones. Una que los molinetes de ingreso nunca fueron retirados y que las rejas de la entrada no estaban del todo abiertas, lo que produjo una trampa mortal para los hinchas. La otra hipótesis dice que en tiempos de Ongania, la Policía Federal bloqueó las puertas para “peinar” la salida de los visitantes y agarrar a los hinchas de Boca que habían cantado la marcha peronista, que estaba prohibida en aquellos tiempos.

Las causas de las tragedias en estadios se repiten durante toda la historia del fútbol a nivel mundial. En Argentina el patrón de repetición de la violencia policial que sufren los hinchas al ingresar a los estadios es cosa de todos los fines de semana. Tanto se reiteran los malos tratos, las arbitrariedades y los palazos cada vez que se va a la cancha que hasta ya están naturalizados. Según los datos que surgen de un trabajo realizado por la ONG Salvemos al Fútbol, entre enero y julio de este año la policía forma parte del 17,8% de los conflictos que se producen en el espacio futbolístico. En su publicación expresan que “no sólo ocasionan las violencias, sino que además son uno de sus principales beneficiarios, ya que los operativos siguen incrementando en número, aunque ya no participe público visitante”. Esa decisión, de que no haya más hinchas visitantes, se tomó en el 2013 cuando la misma Policía Bonaerense asesinó a un hincha. La causa todavía sigue impune, pero el hecho lo pagaron los mismos de siempre: los hinchas.

Penales

-El domingo pasado hubo elecciones en Independiente y será el periodista Fabián Doman quien presida la nueva gestión en el Rojo, aunque hubo festejos de color amarillo, ya que distintos dirigentes del PRO celebraron como propia la victoria.

-“El mundial de Qatar seguramente sea el último de mi carrera” dijo Messi en un ciclo de charlas con futbolistas que hace Sebastian Vignolo y que se pueden ver por Star+.

-“Un mundo sin deportes” es el libro que publicó la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, que compila relatos de ficción, que surgieron durante el aislamiento y que tienen a la pandemia y al deporte como protagonistas. Lo pueden leer directo de acá.

La figura

Gonzalo Higuaín

La figura de esta semana es Gonzalo Higuaín, quien hace unos días anunció su retiro del fútbol profesional. A pesar de ser uno de los jugadores con una carrera en la élite del fútbol mundial y a pesar de ser uno de los goleadores históricos de la selección argentina, sufrió un sinfín de críticas y memes injustificados a partir de la final del mundo en el 2014. Para los desmemoriados va un video con todos los goles que nos hizo gritar.

Espero que hayas disfrutado de este partido.

Nos vemos la próxima fecha

Abrazo de gol.

Lucas

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