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Fútbol

¿Adiós al offside tal y como lo conocemos?: qué plantea la Ley Wenger y cómo afectará al arbitraje

El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger

Héctor Farrés

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Los árbitros corrigieron goles, anularon jugadas decisivas y generaron interminables discusiones por la posición exacta de un jugador. Cada semana, la interpretación del fuera de juego vuelve al centro del debate. Con el sistema semiautomático, una imagen ampliada muestra líneas que deciden acciones por milímetros, incluso por una uña del pie adelantada.

Esa precisión alimenta sospechas de parcialidad y resta fluidez a un deporte que siempre presumió de simplicidad. La acumulación de polémicas llevó a las autoridades del fútbol mundial a plantearse una modificación que elimine esos márgenes insignificantes y devuelva naturalidad a las jugadas ofensivas.

La propuesta de Arsène Wenger busca dar ventaja al atacante

La llamada Ley Wenger representa esa búsqueda de cambio. La propuesta de la FIFA, impulsada por Arsène Wenger en su función de director de desarrollo global del fútbol, establece que la infracción solo se produzca cuando el cuerpo completo del atacante sobrepase al penúltimo defensor.

En el sistema vigente basta con que una parte con la que pueda marcar gol esté adelantada para invalidar la acción. Esto quiere decir que si un atacante tiene, por ejemplo, la punta del pie o el hombro ligeramente por delante del penúltimo defensor en el momento del pase, la jugada se considera posición antirreglamentaria, incluso aunque esa mínima diferencia no le otorgue una ventaja real sobre el rival.

Esa interpretación tan estricta generó numerosas anulaciones de goles en los que el delantero mantenía prácticamente el equilibrio con el defensa, pero quedaba fuera de juego por una mínima proyección del cuerpo. De esta manera, lo que plantean Wegner y la FIFA es dar más margen para favorecer a los delanteros, incentivar el juego ofensivo y reducir interrupciones derivadas de revisiones interminables del VAR o del semiautomático.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, respaldó públicamente la idea y recordó que en los 135 años de historia del fútbol solo se ha alterado esta regla en dos ocasiones. Explicó que “Arsène Wenger nos ha presentado una posibilidad y es que no exista fuera de juego si el delantero está adelantado, pero una parte del cuerpo con la que se puede marcar gol está en línea con el defensa”.

Según el dirigente, esa modificación permitiría “un fútbol mucho más ofensivo”. Sus palabras resumieron la intención de la FIFA de modernizar la norma sin renunciar a su espíritu original.

La IFAB amplía las pruebas antes de tomar una decisión definitiva

La propuesta ya se puso a prueba en competiciones juveniles de Suecia, Italia y Países Bajos, donde las categorías Sub-21 masculina y Sub-19 femenina sirven como laboratorios para medir su efecto sobre el número de goles y el ritmo de los partidos. Estas pruebas buscan determinar si la ampliación del margen para el atacante genera realmente un juego más dinámico o si, como alertan algunos técnicos, podría provocar que las defensas retrasen su línea para evitar desajustes.

Mientras tanto, la International Football Association Board (IFAB), responsable de redactar las reglas del fútbol, mantiene la propuesta en fase experimental. En su artículo 11.2, el reglamento actual especifica que un jugador está en fuera de juego si cualquier parte de su cabeza, cuerpo o pies está más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario. La nueva redacción que impulsa la Ley Wenger cambiaría el criterio visual del árbitro y de los asistentes de video, concentrando la decisión en si el atacante sobrepasa por completo al defensor.

La IFAB amplía los ensayos y retrasa la decisión final sobre la nueva regla

La reunión celebrada el 1 de marzo de 2025 en Belfast sirvió para ampliar los ensayos a más torneos y evaluar el impacto de la norma. En su comunicado oficial, la IFAB indicó que se seguirán buscando competiciones en las que continuar las pruebas “con el objetivo de fomentar el fútbol de ataque y promover las oportunidades de gol, al tiempo que se mantiene el atractivo del deporte”. La decisión definitiva no llegará hasta comprobar los resultados acumulados de las pruebas iniciadas en las ligas juveniles.

Los analistas prevén que la votación sobre la Ley Wenger se celebre en 2026. Si obtiene aprobación, su aplicación sería progresiva, comenzando por campeonatos menores antes de alcanzar las ligas profesionales. Los ajustes ya previstos para la temporada 2025-26 afectan a jugadas del portero y a detalles secundarios, pero la modificación completa del fuera de juego continúa en estudio. La FIFA confía en que los ensayos aporten evidencias sólidas para adoptar una norma global.

Las consecuencias de ese cambio podrían transformar la forma de atacar y defender. Un criterio basado en el cuerpo completo otorgaría más margen a los delanteros y podría aumentar el número de goles. A la vez, los entrenadores deberán decidir si adelantar sus líneas o protegerse más cerca del área. Esa adaptación táctica forma parte de lo que la FIFA considera una evolución natural del fútbol moderno, orientada a que el espectáculo gane ritmo y atractivo sin depender tanto de revisiones tecnológicas.

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