Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Opinión
Opinión

El mercado se pregunta por la salud de los bancos y por cuánto podría perder la lista de Milei el domingo

El Banco Central debe preservar la salud de los bancos.

Alejandro Rebossio

0

Desde la comodidad de analizar la Argentina desde su oficina en Nueva York, el CEO de un fondo de inversión en mercados emergentes, con experiencia previa en un par de grandes bancos internacionales, se muestra lapidario: “Estos tipos (por Javier Milei y su plantel de gobierno) se metieron en un lindo kilombo autoinflingido. La corrupción es autoinflingida. Aquí la ven natural para lo que es Latinoamérica, pero hay preocupación por cómo reaccionan los argentinos que le creyeron el discurso anticasta”, advierte el CEO.

Y continúa: “La falta de acumulación de reservas, para bajar el dólar y la inflación, es autoinflingido. La tontería de eliminar las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez) y que sea el mercado el que fije la tasa de interés, justo cuando termina la cosecha, ¿a quién se le ocurre?, es autoinflingido. Ellos mismos dijeron que las elecciones del domingo eran clave, que las iban a ganar, que en octubre el país se iba a pintar de violeta... Si el peronismo anda bien, les recordará a los inversionistas que no es tan fácil solucionar los problemas de Argentina”.

No puede creer cuando la prensa de su país o Europa habla del “milagro de Milei” o “paraíso libertario” por sus éxitos en la motosierra fiscal, la reducción del índice de precios al consumidor (IPC), las desregulaciones del ministro Federico Sturzenegger –“son cosas pequeñas, mucha propaganda”, tacha el ejecutivo– y hasta por logros que no conquistó como la supuesta privatización de todas las empresas estatales. Sólo vendió una: la metalúrgica Impsa, con la intervención clave del mentor del asesor presidencial Santiago Caputo, Rodrigo Lugones, para lubricar la operación por US$27 millones.

“Si les va mal en las eleciones a los libertarios, dependerá de ellos, de su forma de hacer política, de si deciden ser menos dogmáticos en la política monetaria, de convertir tan rápido a Argentina en un país caro”, comenta el CEO desde Nueva York, que le quita dramatismo al resultado del domingo, a diferencia del resto del mercado.

Por ejemplo, un reciente informe escrito por Federico Filippini y Javier Casabal en el grupo financiero Adcap, de Juan Martín Molinari, Agustín Honig y Javier Timerman, advierte que “una derrota del Gobierno superior al 5% probablemente dispararía dinámicas de risk-off (huida de los inversores de activos de riesgo), debilitaría la demanda de pesos y forzaría una corrección adicional del tipo de cambio”. El dólar ya está a $1.375, lejos de los $1.000 en que lo soñaba el Gobierno y a fuerza de que el Tesoro haya empezado a vender US$500 millones. “Pero ya antes de las elecciones había problemas: ¿Por qué siguen saliendo capitales de los propios argentinos? Sólo hay inversiones en nichos: minería e hidrocarburos”, agrega el ejecutivo del fondo de inversión. La lista de empresarios norteamericanos y sus esposas que recibieron este jueves en el viaje fugaz de Milei a Los Ángeles no parece deslumbrante, como si la luna de miel con ellos hubiese terminado, como con los votantes: sólo destacaron algunos nombres como Citi, JP Morgan, Amazon, Coinbase, Paramount, Visa, Pimco y Chevron.

Imagen de archivo del CEO y fundador de Globant, Martín Migoya, en un encuentro con el presidente Javier Milei en abril de 2024.

Las argentinas en Wall Street

Precisamente en Wall Street las empresas argentinas se deprecian este año a pasos acelerados y en términos de dólares. En lo que va del año, la tecnológica Globant encabeza el derrape, del 70%, aunque sus problemas no pueden atribuirse a la Argentina sino a su propia gestión en plena revolución de la inteligencia artificial; la biotecnológica Bioceres, un 53%, por las bajas cotizaciones internacionales y por el alza de costos productivos del campo local; Edenor, un 50%, pese a los aumentos de tarifas y por la desconfianza general en el país; y los bancos Supervielle (-47%), Macro (-39%), Galicia (-35%) y BBVA Argentina (-34%).

En el mercado se preguntan por la salud patrimonial de los bancos ahora que el equipo económico de Luis Caputo los obliga a inmovilizar a diario –ya no en promedio mensual– el 53% de los depósitos, un nivel nunca visto desde principios de los 90. Y a comprar bonos –aunque sea están valuados en sus balances a valor nominal– y vender dólar futuro por debajo de su precio mientras que a estas tasas de interés siderales y volátiles deben buscar depositantes pero no pueden prestar.

“Las distintas decisiones adoptadas por la conducción económica para forzar a los bancos a ampliar su cartera de Lecap (Letras de Capitalización) y elevar su ponderación en la integración de encajes introduce tensiones y ruidos innecesarios en un sistema financiero que se caracteriza por sus buenos niveles de liquidez y solvencia”, advierte el último informe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), que encabeza Mercedes Marcó del Pont, expresidenta del Banco Central. “Ironías de la vida, en junio, último dato disponible, la exposición total y neta de los bancos al sector público se mantenía casi 10 puntos porcentuales por encima de fines de 2023, en valores máximos desde 2004”, agrega FIDE.

La respuesta de exdirectores del Central en diversas administraciones sobre el estado de situación de los bancos tiene como respuesta que los grandes bancos están bien, aunque ganen menos, pero algunos medianos y pequeños presentan dudas, que ya se arrastraban del gobierno anterior y ahora se ahondaron. Unos señalan el aumento de la morosidad en los préstamos, sobre todo de las familias, aunque no se descarta que empeore entre las compañías. Otros, problemas de liquidez y solvencia, pero también están quienes los niegan. Por último, el riesgo de que salgan depósitos en pesos a la caza del dólar.

Este jueves hubo contactos informales de bancos y el Central para revertir en parte las medidas que complicaron la gestión diaria de las entidades. Pero nadie sabe cómo planea salir el Gobierno del apretón monetario cuando pasen las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre: ¿Liberando liquidez, bajando encajes, refinanciando menos Lecap? Todas medidas que conllevan que los pesos se vayan a dólar y luego a la inflación. Si en un mes y medio LLA gana en las urnas, intentará contener el peligro con la promesa de reformas estructurales (laboral, jubilatoria y tributaria) que deberá pactar con los gobernadores de centro, renuentes a bajar sus impuestos. ¿Y si pierde? Nadie se lo imagina. El riesgo país ya está en 893 puntos básicos por creciente temor de impago de la deuda ante la falta de reservas.

¿Qué ocurrirá con el vencimiento de las Lecap del próximo miércoles, después de las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, donde vota el 37% de los argentinos? ¿Y después de la reacción del mercado este lunes? En un Café Martínez de Recoleta, uno de los varios empresarios argentinos que están de compras mientras las multinacionales venden admite de que hay temor entre ellos de que La Libertad Avanza (LLA) pierda los comicios, aunque ahora la pregunta del mercado no es si será derrotada sino por cuánto. Igual los encuestadores más serios se debaten entre una elección pareja y otra con un contundente victoria peronista, no por mérito propio, sino por ausentismo de antiguos votantes de Milei decepcionados por la corrupción, los salarios deprimidos y la desocupación.

Pero el empresario, que se toma un café y un agua, descarta que una caída electoral ponga en juego el plan económico o incluso la estabilidad de Milei en la Casa Rosada –sólo unos pocos elucubran un juicio político–. No se la imagina en la presidencia a Victoria Villarruel, que esta semana fue invitada a festejar el Día de la Industria en una fábrica en crisis, la de neumáticos Fate, de Javier Madanes Quintanilla. En cambio, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, lo celebró en Córdoba con el gobernador Martín Llaryora, pero también con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Rappallini está jugando bien”, comenta el hombre de negocios en la Recoleta.

En el establishment esperan que Milei tome nota de la derrota y comience una etapa más dialoguista con la oposición que antes lo era y ahora intenta mostrar como alternativa en Provincias Unidas, donde están Llaryora y sus pares de Santa Fe, Jujuy, Corrientes, Chubut y Santa Cruz. Suplican con que prevalezca la figura de Francos, de poco peso actual, en el Gobierno. Salvo los banqueros, que están enojados con Luis Caputo por su política errática, otros grandes empresarios respaldan al ministro de Economía, más allá de que coinciden con las críticas a sus últimas decisiones. Lo prefieren como ministro de Economía antes que a Sturzenegger, a quien juzgan tan dogmático como a Milei y recuerdan su desafortunado paso por el Central en el gobierno de Mauricio Macri.

María Eugenia Vidal.

Más de un empresario llamó a la diputada María Eugenia Vidal por haberse desmarcado del pacto de Propuesta Republicana (PRO) con LLA. Consideran que debería haber habido una alternativa de gobierno afín a sus intereses. No todos creen que Provincias Unidas pueda serlo: algunos desconfían de la capacidad de los gobernadores de armar una candidatura presidencial para 2027, pero otros empiezan a soñar con ella.

El apoyo de Galperín y el misterioso Rodrigo Lugones

Pero otros hombres de negocios están jugados con la campaña de Milei, como lo demuesta el presidente ejecutivo de Mercado Libre, Marcos Galperin, con sus posteos diarios en su cuenta de X. Está entregado en minimizar el escándalo de los audios del ex director de Discapacidad Diego Spagnuolo –aún está por verse si se presenta como arrepentido– sobre presuntas coimas de la droguería Suizo Argentina, de la familia Kovalivker, a la hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Otros empresarios respaldan al líder libertario, como su exjefe Eduardo Eurnekian, los Bulgheroni –aunque saben que en el fondo es más de lo mismo en la historia argentina– y Eduardo Elsztain, pero algunos de ellos hasta llamaron al Presidente para manifestarle su preocupación por la situación política y económica.

Pensar que las promesas electorales de Milei en 2023 eran terminar con la casta política y bajar la inflación. La primera quedó herida por el escándalo de las presuntas coimas a El Jefe, aunque está por verse cuántos votantes pierden por eso. La segunda ni siquiera es eslogan de la actual campaña, quizás porque la mayoría de la población no percibe una mejora del poder de compra entre el menor sueldo y la caída del empleo. “Kichnerismo nunca más” es su nueva propuesta.

Grandes medios de comunicación también viven en tensión con el Gobierno, como los bancos. A la fiesta por los 80 años del diario Clarín esta semana sólo asistió un funcionario: Francos. Enojado porque el grupo de Héctor Magnetto y los hermanos Felipe y Marcela Noble Herrera les ganó de mano a loa Werthein en la compra de Telefónica, Milei no está dispuesto a aprobársela hasta que finalice su gobierno, de modo de mantenerlos en sus manos. Como Néstor Kirchner, que terminó su gobierno, aliado con Clarín, autorizándole que Multicanal comprara Cablevisión. Ahora, más que alianza, hay tensión entre el Presidente y un diario que alterna tapas halagadoras con otras incisivas. En el grupo responden que hace periodismo. Con La Nación, de los Saguier, tampoco se lleva bien un Milei que ha arremetido contra sus principales periodistas.

Para que Telecom se quede con Telefónica, Clarin debe convencer a dos organismos que responden a Milei: la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que depende de Luis Caputo, y el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), donde Rodrigo Lugones, el hijo del ministro de Salud, ejerce su poder, entre otras áreas. Este consultor vive en España, donde atiende visitas de empresarios argentinos, pero con frecuencia va y viene con su equipaje y sus hilos en el Gobierno: desde las empresas estatales, con sus pautas publicitarias y sus planes de privatización, hasta la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), con sus abultados y oscuros fondos, pasando por Salud y el Plan de Asistencia Médica Integral (PAMI), con sus compras de medicamentos y sus oficinas que funcionan como agencias de empleos para militantes de los gobiernos según pasan los años.

AR/MG

Etiquetas
stats