El presidente de Paraguay reformó su gabinete tras protestas con violencia y represión
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, removió este sábado a tres miembros de su Gobierno y prometió cambios en el Ministerio de Salud así como “escuchar” a la ciudadanía tras las masivas protestas del viernes, que terminaron con al menos 21 heridos y desnudaron una doble crisis epidemiológica y política en el país vecino.
En un corto mensaje grabado, Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, anunció la remoción de algunos de los miembros de su gabinete más cuestionados por los manifestantes en la calle y la oposición en el parlamento: el ministro de Educación, Eduardo Petta; la titular de la cartera de la Mujer, Nilda Romero; y el jefe de Gabinete, Juan Ernesto Villamayor.
Además adelantó que Julio Borba, el flamante ministro de Salud, asume con orden explícita de hacer todos los cambios y reemplazos necesarios para garantizar una gestión de la pandemia transparente y sin nuevas irregularidades ni problemas de suministro.
“Estoy seguro de que los hombres y mujeres que sean convocados pondrán el hombro para hacer frente a este momento de emergencia que vive la patria”, aseguró el mandatario en su mensaje a la nación, según el diario local Ultima Hora.
Estos cambios en el gabinete parecen completar la reforma que inició el ahora exministro de Salud Julio Mazzoleni cuando renunció a esa cartera, acosado por denuncias desde el parlamento y la calle por su gestión de la pandemia.
El anuncio del presidente coincidió con la convocatoria de una segunda jornada consecutiva de manifestaciones contra el Gobierno.
Al menos 21 personas resultaron heridas en la movilización del viernes.
También se registró un fallecido, identificado como Alejandro Daniel Florentín, de 32 años. El portal Hoy indicó que esa persona llegó al centro de salud sin vida y con una herida punzante en el tórax, pero precisa que no está claro si esa lesión ocurrió en el contexto de los enfrentamientos.
La jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, Elena Andrada, manifestó directamente que el fallecido no tiene relación con la manifestación, según la televisión de Paraguay GEN.
La protesta, en un principio pacífica, había sido convocada junto al Congreso Nacional para exigir la dimisión del presidente por la gestión de la pandemia.
La convocatoria se hizo a través de redes sociales con el lema “Estoy para el Marzo paraguayo 2021” –una consigna que remitía al Marzo Paraguayo de 1999, un mes de protestas intensas- y sin que llamaran a movilizarse partidos políticos ni organizaciones.
De acuerdo a los diarios ABC y Última Hora, al menos dos jóvenes encapuchados llamaron a avanzar contra un vallado policial y los agentes reaccionaron disparando balas de goma y gases lacrimógenos a la multitud.
Esto inició los enfrentamientos que duraron varios minutos con los manifestantes lanzando cascotes y piedras como respuesta a la represión.
El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, declaró la noche del viernes que la violencia fue provocada por un grupo de “infiltrados” que no formaba parte de los manifestantes y agregó este sábado que la Asesoría Jurídica de la Policía y del Ministerio Público van a presentar una imputación penal contra estos “infiltrados”.
Giuzzio aseguró que el presidente Abdo Benítez “quiere paz”, y más en tiempo de pandemia, por lo que “desde el viernes se pidió a la Policía ir a la marcha sin armas, no se ordenó la represión”.
La oposición, por otro lado, responsabilizó al mandatario de los incidentes y dijo que hay razones para impulsar un juicio político contra el mandatario “por mal desempeño de sus funciones”.
“Se tienen que ir, el presidente y el vicepresidente se tienen que ir. Estamos reunidos para ver un plan de trabajo. Hemos pagado por vacunas que hoy no están”, argumentó Efraín Alegre, del Partido Liberal.
Por su parte, el representante del Frente Guazú, Carlos Filizzola, respaldó el “legítimo derecho” a manifestarse condenó la represión policial. “Instamos a la ciudadanía a que se sigan movilizando. Tienen que irse Mario Abdo y Hugo Velázquez”, subrayó.
Esta tarde ciudadanos autoconvocados comenzaron a concentrarse en inmediaciones del Congreso para la segunda jornada de protestas contra el Gobierno y denunciaron que la Policía dispuso francotiradores en los edificios cercanos al lugar de concentración.
El Gobierno admitió recientemente que había escasez de medicamentos para tratar a pacientes de coronavirus y que casi todas las camas de terapia intensiva de los hospitales públicos estaban llenas.
Paraguay se encuentra en máximos históricos de contagios, con más de 1.500 nuevos casos diarios y más de 300 pacientes ingresados en unidades de terapia intensiva, por lo que el sistema sanitario se encuentra bajo una enorme presión.
El país acumula 165.811 casos y 3.278 muertes desde el inicio de la pandemia.
Hasta ahora solo han llegado al país 4.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, que se han aplicado a trabajadores sanitarios.
Antes de su renuncia, Mazzoleni reconoció que no disponía de fechas para la recepción del millón de vacunas acordadas con Rusia ni las 4,3 millones de dosis del mecanismo Covax.
Con información de agencias
0