Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Mundo

Francia empuja para que la UE “cambie el método” frente a los aranceles de Trump ante la estrategia de 'cabeza fría' de Bruselas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una imagen de archivo.EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

0

La UE ha pasado de la ofensiva de “golpear donde duele” a Donald Trump al plantear represalias a sus aranceles que dañaran no solo la economía de EEUU, sino especialmente a los estados republicanos, a agachar la cabeza. Bruselas lleva tres meses negociando con la Casa Blanca –la última semana con la esperanza de cerrar un principio de acuerdo– sin haber parado de recibir golpes desde Washington. Primero fueron los aranceles del 25% al acero y el aluminio, que después se elevaron al 50%; luego los denominados “aranceles recíprocos” del 20% –que en este caso sólo entraron parcialmente en vigor– y también el 25% a los vehículos. A eso hay que sumar las amenazas y vaivenes del presidente de EEUU, que cuando la UE esperaba un entendimiento sorprendió con una carta en la que anunciaba unos aranceles del 30%, que para la UE son “prohibitivos” y supondrían una “disrupción” del comercio entre los dos lados del Atlántico.

A pesar de esa presión y del desdén de Trump, la UE cambió de estrategia cuando mostró intención de negociar a través de una tregua parcial de 90 días. De los golpes, pasó a la “buena fe” y suspendió la entrada en vigor de las únicas contramedidas que había acordado: una respuesta de 21.000 millones de euros en aranceles por el castigo de EEUU al sector siderúrgico. A cada envite de Washington, la reacción de la UE ha sido prácticamente nula más allá de fiarlo todo a la negociación. Y ahora que Trump amenaza con una verdadera guerra comercial con aranceles del 30% como método de presión para el bloque comunitario, la respuesta de la Comisión Europea ha sido la misma.

Básicamente en Bruselas se muestran confiados en llegar a un acuerdo antes del 1 de agosto. Es lo que quiere o necesita imperiosamente Alemania para salvar su industria. También Italia está en aceptar lo que sea con tal de evitar una escalada de la guerra comercial.

Los 27 insisten en que la prioridad debe ser buscar una solución negociada con EEUU, pero difieren en la estrategia. Francia está empujando para que la UE eleve el tono y dé una señal de fortaleza. “La situación desde el sábado nos tiene que llevar a cambiar de método y tenemos que ser capaces de presentar de una manera concreta, a veces también de una manera muy clara, cuál es la capacidad de la Unión Europea para poner contramedidas sobre la mesa, para contraatacar y para que ese equilibrio de poder que quiere Estados Unidos y que no debe llevar a una guerra comercial que sería perjudicial para todos, lo entiendan también los europeos demostrando su capacidad de contraatacar”, ha defendido el ministro de Comercio francés, Laurent Saint-Martin, a su llegada a la reunión con sus homólogos en Bruselas.

Por lo que apuesta el Gobierno de Emmanuel Macron es por poner sobre la mesa todo el abanico de medidas con el que podría responder a un arancel del 30% por parte de EEUU. Y eso pasa por las contramedidas proporcionales, en forma de aranceles, pero también por medidas contra las 'Big Tech' o por el despliegue del denominado 'bazuca', el instrumento anticoerción contra el chantaje comercial, que contempla medidas como la restricción de importaciones o exportaciones e incluso la prohibición de que las empresas de ese país accedan a licitaciones públicas en el bloque comunitario.

“No queremos ningún tipo de guerra comercial con Estados Unidos. Sería devastador no sólo para los estadounidenses, sino también para Europa. Así que no queremos una escalada. Por otro lado, también necesitamos mostrar algo de músculo”, ha defendido el ministro danés, Lars Løkke Rasmussen: “Tenemos que prepararnos para las contramedidas y debemos estar abiertos a utilizar todas las herramientas de que disponemos”.

Pero no todos los países están en esa longitud de onda. “No estamos en ese escenario”, ha expresado el irlandés. También Carlos Cuerpo se ha pronunciado en términos similares al asegurar que hay margen hasta el 1 de agosto para intentar lograr un acuerdo y que será después, si se constata que es inviable, cuando haya que adoptar medidas.

Por el momento, la respuesta que está preparando la UE contempla aranceles por un valor de 21.000 millones de euros -que están suspendidos y se activarán de manera automática si no hay un acuerdo en agosto- y un paquete en el que se está trabajando que inicialmente suponía un golpe de 95.000 millones de euros que ahora se ha rebajado a 72.000 millones, y aún está pendiente de revisión por parte de los estados miembros. “Esto no agota nuestra caja de herramientas y todas las herramientas permanecen en la mesa”, ha asegurado el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, sin dar mucho más detalles. Este mismo lunes pretende hablar con sus interlocutores de la Administración Trump y viajar de nuevo a Washington próximamente.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha asegurado tras la reunión de los responsables de comercio de los 27 que hay “unidad de acción y apoyo a la Comisión Europea en la ”primera intención de seguir buscando un acuerdo en las dos semanas que quedan hasta la fecha tope“, pero al mismo tiempo ha advertido de que no pueden ser ”ingenuos“. ”Tenemos que contemplar un escenario en el que no exista acuerdo y preparar medidas de reequilibrio si ese escenario se diera“, ha advertido sin entrar en mayor profundidad que las contramedidas en las que ya se está trabajando.

Lo que ha indicado es que la intención es que los dos paquetes de aranceles en respuesta a los de Trump estuvieran listos para entrar en vigor a principios de agosto si no se logra un acuerdo y entra en vigor el 30% con el que ha amenazado Trump. “El daño sería elevado”, ha admitido el ministro sobre un daño “particularmente perjudicial” de esa cifra, aunque ha insistido en que “España tiene una exposición directa menor” que otros socios europeos, aunque ha avisado de que “el efecto indirecto podría acabar suponiendo un impacto significativo”. Cuerpo considera que la propuesta de un fondo para compensar a los sectores afectados por los aranceles “va tomando forma” en el seno de la UE.

Etiquetas
stats