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Más del 40% de votos

El ultranacionalista Simion vence en la repetición de las elecciones de Rumania

El candidato ultranacionalista George Simion ofrece declaraciones a los medios durante la jornada electoral.

Alberto Órfão

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La controvertida repetición de las elecciones presidenciales rumanas ha transcurrido este domingo sin incidentes y con una participación ligeramente superior a la de los comicios anulados del mes de noviembre. Con casi la totalidad del voto escrutado, los resultados colocan en primera posición con más del 40% de las papeletas al candidato ultranacionalista, George Simion, y al candidato liberal independiente, Nicușor Dan, como el segundo más votado con cerca del 21% de apoyos.

El candidato prorruso Simion fue el más votado tras recibir un gran apoyo de las zonas rurales de Rumania así como del exterior y logró más del 40% de los votos. El candidato oficialista, Crin Antonescu, se ha quedado fuera de la segunda vuelta tras ser superado en votos por el alcalde de Bucarest, Nicușor Dan.

Antonescu concedió anoche su derrota y recomendó de forma indirecta a sus seguidores y a los demás electores votar por Dan en la segunda vuelta. En cuarta posición se ha situado el populista Víctor Ponta, con el 13,5% de los votos, y sus seguidores serán clave en la segunda vuelta, que se celebrará dentro de dos semanas.

Precisamente uno de los líderes de su familia política, el portavoz de Vox, Santiago Abascal, se convertía en uno de los primeros políticos en felicitar al candidato ultranacionalista. Abascal ha señalado que, con esta victoria, “la libertad de expresión y la democracia se abren paso”. “El pueblo rumano está cada vez más cerca de recuperar su libertad y soberanía frente a la oleada liberticida que asola Europa de la mano de la Comisión Europea de populares y socialistas”, ha escrito en la red social X (antes Twitter).

Según los datos de la autoridad electoral AEP, al cierre de los colegios electorales había votado el 53.21% de los cerca de 18 millones de ciudadanos con derecho a voto, medio punto porcentual más que en 2024, incluyendo 973.000 votos de personas residentes fuera de Rumania. Se ha incrementado en gran medida el voto de la importante diáspora rumana, que ha podido votar en las legaciones diplomáticas en el exterior, donde casi un 60 % del millón de votantes apoyó a Simion.

Una jornada electoral tranquila pese a la crisis política

A primera hora de la mañana, el principal favorito para ganar esta primera vuelta, Simion, votó en las afueras de Bucarest, acompañado por el inhabilitado Calin Georgescu, ganador de las elecciones del pasado noviembre, que fueron anuladas por acusaciones de financiación irregular.

Georgescu, que no superaba el 5% de apoyo hasta unas semanas antes de la cita con las urnas, experimentó un crecimiento meteórico en las encuestas y, finalmente, ganó las elecciones con un 22,9% de los votos, abocando al país a una segunda vuelta presidencial (que nunca llegó a celebrarse).

48 horas antes de la celebración de la segunda vuelta, el Tribunal Constitucional, en una decisión sin precedentes en la UE, anuló los resultados electorales y ordenó repetir todo el proceso citando su papel para “velar por el cumplimiento del proceso”. Georgescu condenó la decisión y apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que no admitió a trámite su caso. Incluso su rival en la hipotética segunda vuelta, Elena Lasconi, presidenta de un partido liberal proeuropeo, criticó la medida como un “pisoteo de la democracia”.

Desde entonces, el país sufre una crisis política bajo la sombra de la injerencia rusa en la que participan mercenarios, espías y organizaciones de extrema derecha. Las encuestas anteriores a los comicios del domingo preveían que el líder del partido ultranacionalista AUR podría alcanzar hasta un tercio de los votos, muy por delante de sus principales rivales, Antonescu y Dan.

Tras conocer su probable victoria, Simion, un nacional populista de 38 años, habló a sus seguidores a través de un mensaje grabado desde su despacho. “Hoy escribimos historia. Nos acercamos a un resultado excepcional. Los felicito. Son vencedores. Hoy el pueblo rumano ha hablado. Es hora de ser escuchado”, dijo.

“Estoy aquí para que Rumania vuelva al orden constitucional. Mi único objetivo es devolver al pueblo rumano lo que le han robado”, agregó en alusión a la anulación de las elecciones de noviembre.

El presidente en Rumania tiene importantes poderes, sobre todo en cuanto a política exterior y de seguridad. La UE y otros socios occidentales de Rumania han seguido con especial interés y preocupación estas elecciones, por las posturas de algunos candidatos respecto a la Unión Europa y a las ayudas occidentales para la vecina Ucrania ante la invasión rusa.

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