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Israel: El supremacismo judío gana lugares en el Parlamento y podría formar parte del nuevo gobierno de Netanyahu

Benjamin Netanyahu, septuagenario líder del gobernante partido populista de derecha Likud, celebra anticipadamente su "inmensa victoria" en las elecciones del martes, que le aseguró la prolongación de su poder por un sexto mandato, quinto consecutivo.

Oliver Holmes

Tel Aviv —

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Después de otro resultado electoral que lo alejaría de la mayoría propia, Benjamín Netanyahu está apostando por establecer alianzas con un grupo de derecha radicalizado. Aun los partidarios del lobby pro-israelí de EEUU, un grupo de cabildeo sionista integrado por individuos y organizaciones que apoya al primer ministro del estado de Israel, repudian estos acuerdos.

El Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (Aipac) ha calificado a Jewish Power, militante de un partido nacionalista extremista, de “racista y condenable”. Sin embargo, en las últimas horas, cuando los votos aún se están contando y el éxito no está garantizado de ninguna manera, esas mismas personas están siendo cortejadas por Netanyahu, el líder más antiguo de Israel para unirse a una variedad de otros partidos en la coalición gobernante.

A partir de los primeros resultados es evidente que el partido Sionista Religioso, una alianza de la que Jewish Power forma parte, ha superado todas las expectativas y ocupará más escaños de los previstos. El líder de la alianza, Bezalel Smotrich de 41 años, una vez sugirió la necesidad de disponer de salas separadas en los hospitales para que así las mujeres judías no tuvieran que dar a luz junto a las palestinas.

Una multitud mayoritariamente masculina, durante las celebraciones realizadas durante la noche por el éxito electoral alcanzado por sus candidatos, estalló en vítores cuando las encuestas a boca de urna mostraron que los grupos políticos de odio anti-LGBT y de línea dura a favor de los asentamientos, las comunidades construidas por Israel en territorios ocupados a los palestinos, habían obtenido un apoyo significativo.

El líder de Jewish Power, Itamar Ben-Gvir, de 44 años, quien se convertirá en legislador por primera vez, fue subido al escenario por sus partidarios.

“Tengo un sueño”, les dijo, calcando las famosas palabras de Martin Luther King. “Tengo el sueño de que los soldados [israelíes] vivan en una nación que los respalde ... Tengo un sueño de que un gobierno de derecha fortalecerá la identidad judía del país.”

Ben-Gvir, abogado que defendió a los colonos israelíes implicados en actos de violencia contra los palestinos en la ocupada Cisjordania, fue condenado en 2007 por incitación al racismo cuando cargaba pancartas que difundían el mensaje “Expulsar al enemigo árabe” durante una manifestación de protesta.

Hasta el año pasado, mantuvo en su living una foto de Baruch Goldstein, un colono estadounidense-israelí que en 1994 mató a tiros a 29 palestinos mientras estaban rezando por la mañana en Hebrón, una localidad palestina emplazada en Cisjordania.

El espacio político de Jewish Power está integrado por los sucesores ideológicos de Meir Kahane, un rabino nacido en EEUU que cumplió un mandato en el parlamento de Israel en 1984 antes de que se prohibiera su partido, el radicalizado y ultranacioalista Kach. Kahane abogó por una teocracia judía, la expulsión de palestinos y la prohibición de celebrar matrimonio entre judíos y árabes.

Años antes, después de haber creado la militante Liga de Defensa Judía, estuvo encarcelado por fabricar bombas en EEUU. Kahane fue asesinado en 1990 por un pistolero estadounidense nacido en Egipto. El FBI considera a la Liga de Defensa Judía como un grupo terrorista de derecha después de que dos de sus miembros intentaran bombardear una mezquita en California.

Ben-Gvir ha dicho que lo de ellos “no es una continuación” de la ideología de Kahane. Sin embargo, ha afrimado que considera a Kahane “un santo que libró guerras por el pueblo de Israel y fue asesinado santificando el nombre de Dios.”

El mes pasado, Netanyahu firmó un acuerdo con el Sionismo Religioso, del cual Jewish Power es parte, prometiendo cargos en el gobierno a cambio de apoyo. El líder del Likud, de 71 años, dijo que Ben-Gvir estaría en su amplia coalición pero que “no estaba en condiciones” para ser miembro del gabinete. Sin embargo, con los resultados preliminares que muestran márgenes muy estrechos, Netanyahu es vulnerable a la presión.

Nahum Barnea, comentarista del periódico más vendido del país, Yedioth Ahronoth, escribió el miércoles que el auge del Sionismo Religioso “no es solo un golpe a la moral, sino que también es una catástrofe ideológica”.

Agregó que el partido gobernante Likud de Netanyahu ahora se encontraba como “un rehén en manos de un grupo de personas antidemocráticas, racistas, homofóbicas y patrocinadoras del terrorismo.”

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio

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