Trump desclasifica 230.000 archivos del FBI sobre Luther King pese a la oposición de la familia y mientras retiene los de Epstein

La Administración Trump publicó los registros de la vigilancia del FBI a Martin Luther King Jr., a pesar de la oposición de la familia del premio Nobel y del grupo de derechos civiles que dirigió hasta su asesinato en 1968.
La publicación comprende aproximadamente 200.000 páginas de registros que habían permanecido bajo secreto judicial desde 1977, cuando el FBI los recopiló por primera vez y los entregó a la Administración Nacional de Archivos y Registros.
La familia de King, incluidos sus dos hijos vivos, Martin III y Bernice, fueron notificados con antelación de la publicación y sus propios equipos revisaron los documentos antes de su divulgación pública.
En su declaración, los dos hijos vivos de King afirmaron que su padre fue objeto de una operación “invasiva, depredadora y profundamente perturbadora” a instancias de J. Edgar Hoover, director entonces del FBI. Y afirman que la campaña tenía como objetivo “no solo vigilar, sino también desacreditar, desmantelar y destruir” tanto a King como al movimiento que lideraba, calificando las acciones de “diseñadas para neutralizar a quienes se atrevieron a desafiar el statu quo”.
En una declaración, los dos hijos vivos de King calificaron el caso de su padre de “cautivador de curiosidad pública durante décadas”, pero pidieron “empatía, moderación y respeto por el continuo dolor de nuestra familia”.
Los dos destacan la naturaleza personal del asunto e instan a que “estos archivos deben analizarse en su contexto histórico completo”.
El reverendo Al Sharpton, seguidor de Luther King, afirmó que el presidente publicó los archivos de King para desviar la atención del “conflicto que envuelve a Trump en torno a los archivos de Epstein y el desmoronamiento público de su credibilidad entre la base del movimiento MAGA”, informa Associated Press.
El fiscal general adjunto, Todd Blanche, solicitó el viernes la divulgación de las transcripciones del gran jurado en los procesos contra el abusador sexual crónico Jeffrey Epstein y su exnovia.
Esta solicitud surge en un momento en que el gobierno busca contener el revuelo generado tras su anuncio de que no publicaría archivos adicionales de la investigación de Epstein, a pesar de haber prometido previamente que lo haría.
En una publicación en redes sociales anunciando la publicación de los registros, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, afirma que los 230.000 archivos incluyen detalles sobre posibles pistas en el caso e información del excompañero de celda de James Earl Ray.
Ray se declaró culpable del asesinato de King. Posteriormente, renunció a su declaración y mantuvo su inocencia hasta su muerte en 1998.
Gabbard también incluyó un enlace a los documentos publicados en el sitio web de la Administración Nacional de Archivos y Registros.
A principios de este año, abogados del Departamento de Justicia solicitaron a un juez federal que levantara la orden de secreto antes de su fecha de vencimiento.
Además de la familia de King, la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur —cofundada por King en 1957— se opuso a su publicación, argumentando que el FBI vigiló ilegalmente a King y a otras figuras de los derechos civiles, interviniendo sus oficinas y líneas telefónicas con el objetivo de desacreditarlas a ellas y a su movimiento.
Académicos, aficionados a la historia y periodistas se estuvieron preparando para estudiar los documentos en busca de nueva información sobre el asesinato de King el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee.
Se comprobó desde hace tiempo que el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, tenía un profundo interés en King y otros a quienes consideraba radicales. Registros del FBI publicados previamente muestran cómo la oficina de Hoover intervino las líneas telefónicas de King, instaló micrófonos ocultos en sus habitaciones de hotel y utilizó informantes para obtener información en su contra.
Durante la campaña presidencial del año pasado, Trump prometió publicar archivos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963. Cuando Trump asumió el cargo en enero, firmó una orden ejecutiva para desclasificar los registros de JFK, junto con los relacionados con los asesinatos de Robert F. Kennedy y King en 1968. El gobierno hizo públicos los registros de JFK en marzo y divulgó algunos archivos de RFK en abril.
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