Nuevo cameo de Macri con Santilli y operativo contención a Manes y López Murphy
Antes de entregarse al juego confortable de rivalizar con el kirchnerismo, la coalición opositora debe atravesar el estrés de las PASO. Es toda una novedad en la breve historia de Juntos por el Cambio. En este cierre de campaña, a diferencia de los tres anteriores, no existe una voz de mando ni un centro ordenador. Y hay competencia de desenlace abierto con el radicalismo. Lo más parecido al papel del líder que mira la integralidad del mapa y se ubica por encima lo ocupa Horacio Rodríguez Larreta. El alcalde ensaya una carambola para contener a los halcones y a las palomas, tanto a nivel de la dirigencia como de los votantes.
En concretísimo, necesita del apoyo de Mauricio Macri en un doble sentido: contener al núcleo duro amarillo que se referencia en el expresidente y, a su vez, darle un lugar de reconocimiento a la figura de su (ex) jefe. Sea por su orgullo, por sus convicciones o por su sed de revancha, Macri se niega a la jubilación anticipada. No puede ni quiere irse en fade de la oferta opositora. Si bien mostró pragmatismo en sus apariciones de campaña, dosificando las intervenciones en entornos controlados, el ingeniero de la UCA cumplirá un rol en la recta final de la campaña.
Este martes, Macri acompañará a Diego Santilli en una recorrida por Punta Alta. Se trata de una ciudad bonaerense de menos de 60 mil habitantes, ubicada al sudoeste de la Provincia, cerca de Bahía Blanca. La gobierna el intendente macrista Mariano Uset. En ese escenario amigable, casi sin chances de recibir escraches o muestras de hostilidad, Macri acompañará a Santilli. Se reunirán con un grupo de padres que militaron por la educación presencial durante las restricciones pandémicas. La performance será un deja vu de las dos cameos previos de Macri en el AMBA, en Capital junto a María Eugenia Vidal y en Tres de Febrero con El Colo. Educación y seguridad constituyen los dos ejes discursivos de un Santilli que fue endureciendo su speech en contra del gobierno.
Respecto al cierre de campaña larretista, se realizará el jueves en un club de fútbol en Tres de Febrero. Buscará replicar el tono de la presentación hecha en La Plata. El intendente Diego Valenzuela dará la bienvenida. Y hablarán Patricia Bullrich, Miguel Ángel Pichetto, Elisa Carrió, Graciela Ocaña y Rodríguez Larreta. Finalizará Santilli. El elenco de voces intentará dar un mensaje de pluralidad, con la elegida de Macri para presidir el PRO, el amigo peronista del partido amarillo, más el lilismo ampliado. La presencia de Macri no fue confirmada, aunque lo más probable es que decida no estar. El domingo, en cambio, el expresidente sí aparecerá en el salón de Costa Salguero. Ahí el larretismo recibirá los resultados. Y, una vez conocidos, sean los que sean, buscará instalar una lectura triunfalista.
En paralelo, el alcalde porteño y Santilli tratan de contener a sus principales adversarios en las PASO de Provincia y Capital: Facundo Manes y Ricardo López Murphy. Especialmente, si se cumplen los pronósticos y tanto Vidal como Santilli se imponen en las primarias. El neurocientista se resiste a compartir bunker dominical en un salón de la costanera porteña. “Son elecciones bonaerense. Nosotros vamos a estar en La Plata sí o sí. Si Santilli quiere venir, nos sacamos una foto de unidad el domingo a la noche”, desafía un armador de la boleta de Manes.
El médico y autor best-seller concluirá este miércoles con su primera aventura como candidato, antes de las PASO del domingo. Se pronunciará en su Quilmes natal junto a la jefatura de la UCR. Respecto al panorama que se abrirá después de las primarias, el team Manes tratará de mantener su autonomía y correrse al centro. Evitará mimetizarse con la identidad mauricista de JxC.
Cerca de Santilli pretenden dar una señal de familia armónica con la UCR la misma noche del domingo. Es el antídoto que encuentran para evitar que se agriete aún más la convivencia interna con los radicales. Y algo más: el larretismo quiere que los votos obtenidos por la lista de Manes se trasladen en bloque a la boleta ensamblada de las generales, el 14 de noviembre.
Con López Murphy, la tensión en el vínculo es de otro orden. Dependiendo de su performance en la primaria, el economista podría terminar ocupando un lugar relegado en la boleta ensamblada. La alquimia para definir el orden de las candidaturas porteñas, que combina el sistema D’Hondt y la Ley de Paridad de Género, lo podría perjudicar. “De acá a noviembre tenemos que hacer campaña con Ricardo y con Patricia (Bullrich), para evitar el ruido interno”, afirma un estratega del larretismo. Por eso López Murphy está negociando un cambio en el reglamento del frente opositor. Tanto el exministro aliancista como el equipo de campaña de Vidal tienen los incentivos suficientes para alcanzar un acuerdo. En caso de no lograrlo, un outsider de derecha podría capitalizar ese cortocircuito: el economista Javier Milei.
AF
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